23 noviembre 2012

(i)Responsabilidad social en el río Marañón

Miguel Ángel Cadenas
Manolo Berjón

El 22 de octubre 2012, en un “descuido” más, se volvió a verter crudo al río Marañón en el pontón 4 de San José de Saramuro, distrito de Urarinas, provincia de Loreto. Seguramente no esté registrado en ninguna parte porque quienes deben anotar (Ministerios varios –Energía y Minas, Ambiente…–) no deben saber escribir (y menos comunicar lo que sucede). Estaban cargando la E/F Contamana (IQ-7886) de Petroperú. Eran las 12:30 p.m. aproximadamente. Un fuerte ruido, “como un tiro”, hizo prever que algo estaba sucediendo. Se había roto la manguera. A lo largo de una hora se vertió crudo al Marañón. ‘Se pusieron a trabajar’ y “derramaron unos polvos sobre el río”. Seguramente la empresa dirá que son absorbentes, pero siempre queda la sospecha de que fueran ‘precipitantes’. Sobre todo si tenemos en cuenta que la empresa no hay dicho nada de este derrame. Como si las poblaciones que habitamos el Marañón no tuviéramos derecho a saber lo que pasa. Si todo se hace conforme a ley, como expresan, entonces porqué ocultar información. Las sospechas se hacen más intensas…, demasiado intensas. Los pobladores dicen que después echar de ‘los polvos se profundizó el petróleo’. Más claridad…, agua del Marañón.

© Parroquia Santa Rita de Castilla, 2012

¿Tendrá a bien el Ministerio de Energía y Minas… comunicar oficialmente a las poblaciones asentadas en el Marañón y a todo el Perú lo que ha sucedido? Exigimos una explicación oficial. Una explicación que mucho nos tememos no llegará pese a toda esa retórica hueca de la ‘integración nacional y el reconocimiento de nuestra diversidad’ o la famosa ‘inclusión social’. Pero seguiremos esperando…, seguiremos.

Tiempos hubo en que los silogismos dictaban cátedra, con las disculpas de Aristóteles y todos los que en el mundo han sido. La lógica camina hoy por otros derroteros, pero echemos manos de la tradición.
Si todo está bien en el Marañón (no hay derrames ni rupturas del oleoducto, ni aguas de formación vertidas impunemente)
Entonces por qué no nos comunican lo que sucede.

Esto tiene una posible doble respuesta:
a)      porque no saben lo que sucede, lo cual implica que son ignorantes;
b)      porque son malos y ocultan información.

¿Se puede moralmente ocultar información sobre derrames en un río que la gente utiliza para tomar agua y el aseo personal? Busquemos el lado lúdico: invitamos a alguna gran empresa a embotellar agua del bajo Marañón para venderla como agua de mesa. Atractivo: agua contaminada impunemente con beneplácito del Estado.
© Parroquia Santa Rita de Castilla, 2012

TAMBIEN EN EL CHAMBIRA

El río Chambira es un tributario del Marañón por su margen izquierda. En él habita el pueblo indígena urarina. Da la casualidad que en este mes de setiembre, no hemos podido precisar más, la gente de la quebrada Pucayacu, de la cuenca del río Chambira, estaba trabajando porque se había roto el oleoducto. Desconocemos qué ha ocurrido, pero ha debido trabajar bastante gente ‘para remediarlo’(?). Estaban contentos porque ‘Pluspetrol nos ha regalado tres motosierras’, además del pago por su trabajo diario. Pluspetrol, o quien sea el responsable, nos da igual, aunque la gente dice Pluspetrol. Otro suceso del cual esperamos también una explicación oficial del Ministerio de Energía y Minas…

Y ahora que sabemos que en el 2013 habrá una nueva venta de lotes petroleros en el bajo Marañón sería bueno que tuvieran en cuenta que algunas compañías están incapacitadas moralmente para acceder a tales lotes por la irresponsabilidad que han ido demostrando durante muchos años. ¿Será el Estado peruano tan incapaz de mirar a favor de su población?

Ya hace un tiempo se instaló en el lenguaje oficial el tema de la ‘responsabilidad social’ de las empresas y todo ese discurso de cara a la galería y a los accionistas (al menos para algunas de ellas). Seguramente empresas que contaminan impunemente y no comunican lo que sucede tienen incorporado en su código deontológico las ‘buenas prácticas’ y la ‘responsabilidad social’, que desdicen en su vida diaria.

Sirva esta nota para dejar constancia de estos sucesos que el Perú oficial prefiere desconocer, ocultar o maquillar en esa retórica de un país emborrachado por la bonanza económica. Comenzamos utilizando la palabra ‘descuido’, no hay tales ‘descuidos’, es la borrachera la que impide mirar… “Si bebes, no manejes”, decía hace años Steve Wonder.

Dado que en Santa Rita de Castilla no existe la posibilidad de Internet es muy difícil para nosotros acceder a la información. Las distancias en la selva son tan inmensas que averiguar lo que sucede es una tarea paciente y en muchas oportunidades fruto de un golpe de suerte (que los cristianos preferimos llamar Providencia).

Santa Rita de Castilla, 9 de noviembre 2012


P. Miguel Ángel Cadenas     
P. Manolo Berjón                              
Parroquia Santa Rita de Castilla                              
Río Marañón   

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