30 noviembre 2013

San José de Samiria. "Daños colaterales" de la Reserva Nacional Pacaya Samiria. (RNPS) III

Miguel Ángel Cadenas
Manolo Berjón

Esta es la segunda parte de la reunión mantenida en la cocha de Cuycuyete, en setiembre 2013, con parte del “Comité de manejo de recursos naturales” de San José de Samiria. En esta oportunidad nos centraremos brevemente en lo comentado en aquella reunión sobre la RNPS y el SERNANP (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas).

Escuchar a la población local, además de ser un acto humano necesario, nos da oportunidad de pensar de otra manera, desde su punto de vista, vislumbrar los sentimientos y buscar soluciones a situaciones de injusticia. Ya Pablo VI decía aquello de “si quieres la paz, defiende la justicia”.

Pasemos de frente a reseñar algunas de las frases escuchadas: “El SERNANP  se está lucrando con nuestros recursos”. “A nosotros deberían darnos nuestra mensualidad porque cuidamos mejor que los guardaparques”. Los grupos de manejo están bien, pero si ellos hacen su trabajo, ¿no deberían recibir algún tipo de compensación al respecto? Esta inequidad de sentir que ellos trabajan y otros se lucran con su trabajo es fruto de una asimetría que se debe corregir. De no ser así es una fuente de tensiones permanente. Y es mejor prevenir que curar.

“Nosotros chocamos con la gente y ellos [trabajadores del SERNANP] están cobrando su dinero”. En esta otra frase ya no solo se intuye la injusticia por el trabajo realizado, en la primera parte se hace referencia al “choque”. Esta sensación de confrontación no es inventada, ni fruto de la diversión. Es un choque real con su propia gente. Si las alianzas son efímeras y cambiantes, estos choques reconfiguran permanentemente las relaciones. Alimentándose de estos choques está la brujería. Es más fácil que en el proceso de una enfermedad, o la muerte, sea acusado de brujo aquella persona con la que has mantenido un conflicto. La violencia en pueblos indígenas no siempre es romper a palos la cabeza del contrario, en ocasiones se vehicula por la brujería, y el resultado es la enfermedad o la muerte. Las consecuencias son igual o más dañinas que los palos.

© Parroquia Santa Rita de Castilla 2013, criadero de taricaya en Cuycuyute

Continúan las quejas: “No podemos sacar recursos porque no tenemos Plan de Manejo, pero los que no están cuidando extraen y no les denuncian”. La burocracia era un pilar de la Modernidad, pero ni los pueblos indígenas ni la (post-, trans-, Modernidad) aceptan este utillaje propio de otras épocas. ¿No se pueden encontrar otros medios más rápidos y eficaces? ¿Se imaginan ustedes a Bill Gates… haciendo papeles para cada idea que tiene? Resulta que el Estado disminuye la burocracia con los grandes (si no se van a otros mercados) y para su población aumentan los trámites. Amén de suponer una carga para quienes cuidan, dando la sensación de que es mejor depredar que cuidar legalmente (papeles, papeles, papeles…).

Una frase como la siguiente desnuda por completo lo que hay por detrás: “mientras a ustedes [al Comité] no les demos una orden de desalojo, no se muevan de ahí”, les dice un funcionario del SERNAMP, tan amigablemente. Es decir, “no se muevan de ahí”, cuiden, lo están haciendo bonito, pero si hay problemas (violencia) nosotros [SERNANP] no estamos. Nos evaporamos, pero ustedes continúen ahí. Hacen falta tragaderas para soltar una perla de ese calibre. Seguramente se hace sin pensar, pero precisamente por eso las aporías y los gazapos dejan entrever mucho mejor el trasfondo.

“No estamos depredando, sino protegiendo”. Esta frase va acompañada de poder servirse del fruto de su trabajo. La sensación que acarrean, como hemos visto anteriormente, es que no es así. Trabajan, protegen, cuidan… pero no se ve los resultados, es más se tienen que enfrentar a sus propios comuneros. Este cuidado, esta no depredación, es lo que ellos sienten que no es compensada.

Y para concluir: “Nos sentimos solos con nuestro trabajo”. Podríamos utilizar el término abandonados, aunque no se pronunció en la conversación. Estamos cuidando, estamos en peligro por cuidar nuestros recursos con comuneros de nuestra misma comunidad y no tenemos ningún tipo de respaldo. Esta sensación de abandono, de soledad, de no importar lo que ellos hacen y son es el origen de una gran frustración. Y la frustración…

© Parroquia Santa Rita de Castilla 2004, puerta de casa en San José de Samiria

Nota: estos breves artículos pretenden sugerir más que realizar una reflexión sistemática. Queda mucho trabajo por hacer. Se precisa de más tiempo y otro soporte diferente a un blog para acometer ese tipo de reflexión, que no descartamos.
  
P. Miguel Ángel Cadenas                                        
P. Manolo Berjón
Parroquia de Santa Rita de Castilla                                                 
Río Marañón

28 noviembre 2013

El sentido cristiano de la muerte

Papa Francisco
Catequesis de los miércoles, 27/11/13
Queridos hermanos y hermanas,
¡Felicidades  porque son valientes, con el frío que hace en la plaza, son verdaderamente valientes!
Deseo llevar a término las catequesis sobre el Credo, desarrolladas durante el Año de la Fe, que concluyó el domingo pasado. En esta catequesis y en la próxima quisiera considerar el tema de la resurrección de la carne, deteniéndome en dos aspectos tal y como los presenta el Catecismo de la Iglesia Católica, es decir, nuestro morir y resucitar en Jesucristo. Hoy me detengo en el primer aspecto, el “morir en Cristo”.

1. Hay una forma equivocada de mirar la muerte. La muerte nos afecta a todos y nos interroga de modo profundo, especialmente cuando nos toca de cerca, o cuando afecta a los pequeños, a los indefensos de una forma que nos resulta “escandalosa”. Siempre me ha afectado la pregunta: ¿por qué sufren los niños?, ¿por qué mueren los niños? Si se entiende como el final de todo, la muerte asusta, aterroriza, se transforma en amenaza que rompe todo sueño, toda perspectiva, que rompe toda relación e interrumpe todo camino. Esto sucede cuando consideramos nuestra vida como un tiempo encerrado entre dos polos: el nacimiento y la muerte; cuando no creemos en un horizonte que va más allá de la vida presente; cuando se vive como si Dios no existiera. Esta concepción de la muerte es típica del pensamiento ateo, que interpreta la existencia como un encontrarse casualmente en el mundo y un caminar hacia la nada. Pero existe también un ateísmo práctico, que es un vivir sólo para los propios intereses y las cosas terrenas. Si nos dejamos llevar por esta visión errónea de la muerte, no tenemos otra opción que la de ocultar la muerte, negarla, o de banalizarla, para que no nos de miedo.

2. Pero a esta falsa solución se rebela el corazón del hombre, su deseo de infinito, su nostalgia de la eternidad. Y entonces, ¿cuál es el sentido cristiano de la muerte? Si miramos a los momentos más dolorosos de nuestra vida, cuando perdemos a una persona querida -los padres, un hermano, una hermana, un esposo, un hijo, un amigo– nos damos cuenta que, incluso en el drama de la pérdida, doloridos por la separación, surge del corazón la convicción de que no puede haber acabado todo, que el bien dado y recibido no ha sido inútil. Hay un instinto poderoso dentro de nosotros, que nos dice que nuestra vida no termina con la muerte. ¡Esto es verdad! ¡Nuestra vida no termina con la muerte!
Esta sed de vida ha encontrado su respuesta real y confiable en la resurrección de Jesucristo. La resurrección de Jesús no da sólo la certeza de la vida después de la muerte, sino que ilumina también el misterio mismo de la muerte de cada uno de nosotros. Si vivimos unidos a Jesús, fieles a Él, seremos capaces de afrontar con esperanza y serenidad también el paso de la muerte. La Iglesia de hecho reza: “Si bien nos entristece la certidumbre de tener que morir, nos consuela la promesa de la inmortalidad futura”. Una bonita oración de la Iglesia, esta. Una persona tiende a morir como ha vivido. Si mi vida ha sido un camino con el Señor, de confianza en su inmensa misericordia, estaré preparado para aceptar el momento último de mi existencia terrena como el definitivo abandono confiado en sus manos acogedoras, en la esperanza de contemplar cara a cara su rostro. Y esto es lo más bello que puede sucedernos, contemplar cara a cara el rostro maravilloso del Señor, verlo a él, tan hermoso, lleno de luz, lleno de amor, lleno de ternura. Nosotros vamos hacia allí, a encontrarnos con el Señor.
           
3. En este horizonte se comprende la invitación de Jesús de estar siempre preparados, vigilantes, sabiendo que la vida en este mundo se nos ha dado para prepararnos a la otra vida, con el Padre celeste. Y para esto hay siempre una vía segura: prepararse bien a la muerte, estando cerca de Jesús. ¿Y cómo estamos cerca de Jesús? Con la oración, en los sacramentos y también en la práctica de la caridad. Recordemos que Él está presente en los más débiles y necesitados. Él mismo se identificó con ellos, en la famosa parábola del juicio final, cuando dice: “Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, era extranjero y me acogisteis, desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, estaba en la cárcel y vinisteis a verme. Todo lo que hicisteis con estos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis” (Mt25,35-36.40). Por tanto, un camino seguro es recuperar el sentido de la caridad cristiana y de la compartición fraterna, curar las heridas corporales y espirituales de nuestro prójimo. La solidaridad en compartir el dolor e infundir esperanza es premisa y condición para recibir en herencia el Reino preparado para nosotros.  Quien practica la misericordia no teme a la muerte. Pensad bien en esto. Quien practica la misericordia no teme a la muerte. ¿Estáis de acuerdo? ¿Lo decimos juntos para no olvidarlo? Quien practica la misericordia no teme a la muerte. Otra vez. Quien practica la misericordia no teme a la muerte. ¿Y por qué no teme a la muerte? Porque la mira a la cara en las heridas de los hermanos, y la supera con el amor de Jesucristo.

Si abrimos la puerta de nuestra vida y de nuestro corazón a los hermanos más pequeños, entonces también nuestra muerte se convertirá en una puerta que nos introducirá en el cielo, en la patria beata, hacia la que nos dirigimos, anhelando morar para siempre con nuestro Padre, con Jesús, María y los santos.



27 noviembre 2013

Apoyo a niños huérfanos a causa del sida en el área 6 de Morogoro

Presentamos a continuación un resumen del informe del proyecto 34- Tanzania-2013 (omitimos las estadísticas) que nos ha enviado la ONG agustiniana Iquitanz a la parroquia  para que contribuyamos a su financiación. La Escuela de Padres aportará su colaboración organizando un mercadillo solidario con los objetos que sean entregados por todas aquellas personas que quieran participar, y que podrán hacerlo los días 3 y 4, de l7:00 h a 20:00 h en los locales parroquiales.
Quienes deseen contribuir con dinero en efectivo, podrán entregar los donativos en el despacho parroquial, en el horario establecido.

Fr. Kosmas Asenga

HISTORIA DEL PROYECTO

Este proyecto es la continuación de otro, ya  iniciado en 2009. Comenzó con 56 estudiantes de E. Primaria y E. Secundaria y  en estos momentos cuenta con 30.

RESUMEN DEL PROYECTO

El proyecto tiene como objetivo que los niños continúen sus estudios y, en la medida de lo posible, se formen en una profesión que les permita acceder a un empleo. En  un principio, la mayoría de ellos estaban estudiando en las escuelas locales de Educación Secundaria (Shule za Kata), donde la matrícula no era cara pero la calidad era muy baja. Solamente algunos de ellos habían tenido la oportunidad de continuar sus estudios en un Instituto.En función  de los resultados obtenidos por los alumnos, les animamos  a continuar sus estudios. Se les aconseja hacerlo  en escuelas de Comercio,  Sastrería,  Mecánica,  Fontanería, Carpintería o  Servicios de Secretariado.

DIFICULTADES

1.       Resulta complicado para los estudiantes obtener buenos resultados por la precariedad del entorno familiar: algunos tienen necesidades educativas especiales, además en sus colegios, no hay suficientes profesores ni materiales educativos y,  en sus casas, carecen de las condiciones mínimas para poder estudiar (falta de luz, de espacio y de tiempo).
2.       La mayoría de los alumnos tienen que recorrer largas distancias a pie para llegar a los colegios y necesitan ayuda.
3.       La comida proporcionada a través del proyecto no es suficiente para toda la familia. Algunos de los niños viven con sus abuelas o gente que cuida de ellos, por lo que la ración que se da a los niños se utiliza para alimentar a todos los miembros de la familia.
4.       Los precios de los alimentos han subido tanto que no es posible proporcionar una ración de comida cada día del curso escolar. Este aspecto se ha agravado mucho últimamente. Si los estudiantes tienen suficiente comida, los demás aspectos se pueden resolver.

LINEAS DE ACTUACIÓN

1.       Durante el año 2011-2012 se ha intentado trasladar a aquellos estudiantes que tenían que recorrer largas distancias a colegios más cercanos.
2.       Se ha buscado un centro de clases de refuerzo para aquellos matriculados en Form 2 y 3 con la finalidad de que puedan preparar, de forma extraescolar por las tardes, los Exámenes Nacionales.
3.       Se continúa con el programa de Nutrición, de manera que sea posible asegurar a  todos los estudiantes una comida al mediodía. La comida se prepara en un lugar determinado para que,  al terminar las clases, ellos puedan recogerla e ir a las clases de refuerzo. Algunos se quejan de que cuando regresan a casa no encuentran comida, aunque se les haya dado su ración. Janey Luganga, con la ayuda de otra mujer, prepara la comida para los chicos.
4.       Se ha comprado una buena cantidad de maíz y se ha almacenado para evitar un mayor desembolso en la compra de harina de maíz durante los meses de diciembre, enero, febrero y marzo, meses en que los precios son muy altos.
5.       Se motiva a los alumnos para que se involucren más en sus estudios.

PRESUPUESTO

 Así, nos gustaría recaudar alrededor de 19.286.200 chelines, que equivalen a 9.643 €, para terminar este proyecto y ayudar a estos niños a dirigir su futuro.
Puede parecer extraño que el presupuesto haya subido mientras que el número de niños ha bajado. Esto se debe a que uno de los objetivos prioritarios es alimentarlos, ya que se ha comprobado que sin proporcionarles comida, incluso pagándoles los estudios, no se les ayuda realmente y los resultados de los Exámenes Nacionales no son favorables.
Si consideran la idea de alimentarlos apropiada agradeceremos su ayuda, si no podemos seguir con el antiguo sistema donde los gastos suponen solo 6.119.900 chelines, que equivalen a 3.060 euros.

25 noviembre 2013

Jhon Wyclif

Franciso Javier Bernad Morales

Anteriormente, al tratar del concilio de Constanza, me he referido de pasada a la condena de las doctrinas de Jhon Wyclif; ensayaré ahora una aproximación a la vida e ideas de este reformador, tenido a menudo como un precursor del protestantismo. Vaya por delante que no comparto una calificación que solo adquiere sentido a la luz de acontecimientos posteriores a los que Wyclif fue necesariamente ajeno.

Nacido hacia 1320 en el Yorkshire, al norte de Inglaterra, estudió Teología en Oxford y estuvo vinculado a Juan de Gante, duque de Lancaster, quien alcanzó una gran influencia política en los últimos años del reinado de Eduardo III y, a la muerte de este, desempeñó la regencia en nombre de su sobrino, Ricardo II, hijo del Príncipe Negro[1]. Fue esta proximidad a los círculos de poder lo que permitió a Wyclif elaborar sus ideas en el seno de una relativa calma. Su punto de partida es una condena absoluta de la riqueza de la Iglesia, algo que estaba de alguna manera en el ambiente de la época y que lo aproxima a la interpretación radical del ideal franciscano, tal como lo entendían los fraticelli. Para él, ningún eclesiástico podía detentar, sin caer en el pecado, posesiones materiales y, por lo tanto, era legítimo que los príncipes temporales lo despojaran de ellas. Es preciso tener en cuenta que en esos tiempos quien podía permitírselo donaba en el testamento una parte de sus propiedades a la Iglesia, a fin de que con las rentas por ellas producidas se ofrecieran sufragios por su alma. Dado que aquella no era realmente propietaria de lo donado, sino más bien usufructuaria, pues la posesión quedaba sujeta al cumplimiento de la voluntad del difunto, se trataba de unos bienes que no podían enajenarse. De esta manera, los dominios de la Iglesia no cesaban de crecer, creando un problema que solo sería resuelto mediante la adopción de unas medidas desamortizadoras a las que Wyclif venía a dar respaldo. Su predicación, bien acogida al principio entre los consejeros de Juan de Gante, fue entendida sin embargo en medios populares en una forma que posiblemente escapaba a la intención con que fue ideada, pues dio origen a revueltas campesinas que afectaron no solo a los señoríos eclesiásticos, sino también a los laicos.

El desafío de Wyclif a la Iglesia fue mucho más allá de la crítica de sus posesiones temporales, pues alcanzó a negar la transustantación, esto es, la doctrina de que en la consagración el pan y el vino pierden su sustancia para convertirse realmente en la carne y sangre de Cristo, si bien conservan los accidentes, es decir, las cualidades que definen su apariencia externa. En otro sentido, Wyclif defendió la primacía de la Escritura como regla de fe. De ahí surgió el empeño de traducir la Biblia a lengua vulgar, algo a lo que se aplicó ayudado por sus discípulos a partir de 1378. Aunque hoy día resulte difícil entender el antiguo rechazo de la Iglesia a las versiones de la Biblia en lengua vernácula, hemos de considerar que en el ánimo de estos primeros reformadores, la bandera del retorno a la Escritura, esto es a unos orígenes no manchados por la connivencia con el poder, estaba ligada de manera indisoluble a una condena de la Iglesia  tal como se manifestaba en el momento. Algo que para la mentalidad ortodoxa suponía la negación no ya de la tradición entendida como suma de prácticas antiguas, sino de la actuación del Espíritu en la comunidad de los creyentes. La Sola Scriptura venía a significar que, tras la época apostólica, el Señor había permanecido mudo y la Iglesia, por tanto, era una institución puramente humana.

Wyclif falleció en 1384. Treinta años después, el concilio de Constanza condenó sus ideas y ordenó que se quemaran sus libros. Incluso sus restos fueron exhumados y sus huesos, tras arder en la hoguera, arrojados al río Swift. Antes del concilio, en 1401, Enrique IV de Inglaterra había promulgado el edicto  De heretico comburendo, por el que se prohibía la traducción de la Biblia realizada por Wyclif y se condenaba a muerte a sus seguidores, conocidos como lolardos.





[1] Eduardo de Woodstock (1330-1376), conocido como el Príncipe Negro, hijo de Eduardo III, fue jurado como Príncipe de Gales en 1343. A su muerte, su hijo Ricardo se convirtió en heredero de la corona, a la que accedió en 1377 a la muerte de su abuelo. Dado que solo contaba diez años de edad, se nombró regente a su tío Juan de Gante.

24 noviembre 2013

¡Aleluya!

Hoy celebramos tres acontecimientos importantes: Cristo, Rey del Universo, que nos ofrece un reino de amor, paz y justicia; el final del año litúrgico, que coincide también con el término del Año de la fe, acontecimiento que nos ha brindado la oportunidad a todos de reflexionar acerca de nuestra fe, dándole así un nuevo ímpetu; y, finalmente, uno de los eventos más esperados y deseados por  los padres agustinos que rigen la parroquia y por todos los feligreses: la reinauguración del templo, momento de acción de gracias y de renovación espiritual de la comunidad, pues se nos emplaza a construir la auténtica Iglesia de Cristo, al servicio de todos los hombres y especial de los más pobres. Con este espíritu de alegría e ilusión por el inicio de esta nueva etapa, presentamos el Aleluya de Haendel, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Londres.

23 noviembre 2013

Reinauguración del templo

Fray José Souto, Agustino

Un fraternal saludo agustiniano:

Las obras en la Parroquia tocan a su fin. Esperamos volver al templo parroquial el 24 de este mes. Es un acontecimiento esperado tras meses de inconveniencias, ruidos, agobios y limitaciones. El futuro se abre con esperanza: nuevas instalaciones, nuevos servicios, nuevas posibilidades… Este esfuerzo logrará su razón de ser y su confirmación en la renovación de la vida comunitaria.

Alcance de las obras

Los trabajos han abarcado siete meses, de mayo a noviembre. Han supuesto una mejora evidente de todos los ambientes y nos ponen al día con la exigente legislación actual.

Se ha renovado la vivienda, corrigiendo deficiencias estructurales y de aislamiento. Se han mejorado los servicios de agua, luz, calefacción, teléfonos, tejados, ventanas... Se mantiene la estructura interna pero con mejor aprovechamiento.

El sótano conserva la distribución de ambientes Estos se han incrementado en dos casos: un salón nuevo resultante de la reubicación de sala de calderas y otro, fruto de la transformación de la antigua capilla en sala de proyección. Se han mejorado pisos, ventanas, puertas, baños y los sistemas de luz, ventilación y calefacción. El sótano ha ganado notoriamente.


El templo ha recibido la mayor transformación: cubierta de tejado altamente aislante, nave que gana en altura y luminosidad, presbiterio redimensionado con frontal de piedra, tragaluces, cielo raso más airoso, segregación con una mampara de vidrio de la capilla de Santa Rita, limpieza de bancos y pulido de los suelos… La actuación más riesgosa, y la más beneficiosa, fue la sustitución de una viga maestra que permite mejor visión del frontal del altar en el que están las imágenes de Cristo Crucificado, de la Consolación y de San Agustín.

Hay parte de obra nueva: ropero de Cáritas (pabellón sobre el garaje), capilla de la Comunidad, (que contribuye a una fachada más armoniosa), sala de calefacción y aire acondicionado (adosada a la pared frontal del presbiterio) y placas solares, ascensor…

En conjunto, es una renovación a fondo que corrige deficiencias existentes y busca la calidad del servicio. El tiempo y el uso cotidiano dirán en qué aspectos se ha acertado.

Responsabilidad de la obra

La Orden Agustina es la titular del complejo parroquial. La administración corresponde a la Provincia de Filipinas, que es la responsable del proyecto, de su supervisión y del financiamiento. En consecuencia, ella aprobó el proyecto y asumió los costos pagando los gastos.

Los agustinos que conformamos la comunidad de Móstoles, y que trabajamos al servicio de la parroquia, hemos sido los encargados de la ejecución. Esta comunidad solicitó las obras hace varios años, presentó el estudio de necesidades y el proyecto de mejoras. El P. José María fue el responsable directo; miembros de esta comunidad hemos mantenido el servicio parroquial y hemos convivido, día a día, con las obras.

Construir una renovada comunidad

Ahora se abre una nueva etapa. Las infraestructuras son solo el soporte que acoge a la comunidad y hace posible su vida. Una parroquia no se renueva solo con obras. Lo más importante es el reto de mejorar la vida comunitaria, la liturgia, oración de cada día, la convivencia fraternal entre todos los miembros, la evangelización, la formación, el servicio a toda la comunidad circundante, la solidaridad con los necesitados…

Afrontemos con ilusión y buen ánimo el reto personal y comunitario de renovación que dará sentido y hará buena la reforma de lo material.

Reinauguración del templo

A medida que quedaron operativos los diferentes ambientes, los hemos aprovechado. El último hito es la vuelta al templo. Lo realizaremos este 24 de noviembre: Solemnidad de Cristo Rey, Clausura del Año de la Fe, Final del Año Litúrgico… y, como algo cercano y muy deseado, la reinauguración del templo. El marco serán las misas del día.

Celebremos con alegría e ilusión la culminación de este tiempo de penurias y la esperanza de este acontecimiento.

Todos estamos invitados a la reinauguración. Lo haremos en fraternidad y en la oración dominical. ¡Felicidades!

Actividades en la reinauguración

Domingo, 24 de noviembre, 2013.
Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
Clausura del Año de la Fe.

Misas

10:00.-
11:00. -Misa de NIÑOS
12:00.- Coro Rociero

13:00.- Misa Mayor. Polifónica de Alcorcón
Piqueo

19:00.- Misa. Therpsychore
Piqueo

En todas las misas habrá colecta a favor de Cáritas y de la parroquia.

22 noviembre 2013

20 noviembre 2013

San José de Samiria. "Daños colaterales" de la Reserva Nacional Pacaya Samiria. (RNPS) II

Miguel Ángel Cadenas
Manolo Berjón

San José de Samiria está ubicada en el distrito de Parinari, provincia de Loreto, en la Reserva Nacional Pacaya Samiria (RNPS), en el tramo final del río Samiria. Actualmente tiene 447 habitantes, una de las comunidades más pobladas del distrito de Parinari. Está conformada por familias que han bajado del departamento de San Martín y algunas familias kukama, que se han ido mezclando con el paso de los años. Se fundó el 19 de marzo de 1924 con la familia Apagüeño, provenientes de Chazuta, mas algunas familias que había en la zona. Desde comienzos de los años 90 se integró en AIDECOS (Asociación Indígena de Desarrollo y Conservación del Samiria). Todos conversan en castellano, pero la lengua indígena más hablada es el quechua sanmartinense. San José de Samiria ha sido una comunidad que ha tenido directivos en AIDECOS y ORPIO (Organización Regional Pueblos Indígenas del Oriente, base regional de AIDESEP), lo cual no impide que siempre haya tensiones por no querer “ser indios” y “no ser kukama”. Estos debates se han producido sobre todo en torno a la escuela y la educación intercultural bilingüe.

En San José de Samiria se encuentra el sitio arqueológico El Zapotal, cercano a la laguna de Yarinacocha relacionado con los Omagua del s. XVI. En él se han encontrado áreas diferenciadas para vivienda y cementerio. Se han hallado piruros para el hilado, vasijas con restos humanos a modo de sepulturas y material lítico. El uso de urnas funerarias, en este sitio, es posterior a los enterramientos sin vasijas. Los cantos rodados hablan de los circuitos comerciales con otras áreas que intercambiaban, tal vez, por cerámica y textiles.

La comunidad está segmentada, como mandan los cánones. Hay tres iglesias: “Dios es amor”, “Jesús es mi refugio” y la iglesia católica. Las dos primeras son pentecostales, pero en ocasiones pelean como “verdaderos enemigos”. Es fácil comprender que las alianzas no son eternas y la estabilidad no es un valor codiciado ni apreciado.

Las autoridades dependen de las “sangres”: apellidos. Aupar una autoridad depende del consenso. Son muchas las variables. Los chismes y decires van configurando la comunidad. En el día a día se va viendo el desgaste de las autoridades o su consolidación, dependiendo de los acontecimientos y los chismes. Las alianzas con instituciones y personas ajenas a la comunidad, especialmente en el distrito, provincia o en la ciudad son fundamentales para reforzar o debilitar una posición.


La circulación de dinero en las comunidades se va intensificando año tras año. Sólo hay que observar las cajas de gaseosa y cerveza que se bajan de los botes y lanchas para las comunidades, o contar las botellas de plástico que pueden navegar, cual náufragos, por el río cualquier día. Los jóvenes se están marchando a Lima en busca de un sueldo puesto que en la zona no existen remuneraciones. La extracción de recursos naturales: madera, aguaje… generan algunos ingresos. La agricultura, ya sabemos, no da nada más que para comer. Y con la pesca se va viviendo, pero nada más. El cuidado del medio ambiente no es una preocupación. “Diosito lo ha puesto ahí y nadie debe mezquinarlo”. Pero los recursos se van acabando.

© Parroquia Santa Rita de Castilla 2013, algunos integrantes del Comité

En noviembre de 2009 surge un “Comité de manejo de recursos naturales” en la comunidad conformado por setenta y siete personas para cuidar cuatro cochas: Cuycuyute, Carococha, Yarina y Salva. Desde el 2010 se produce un proceso de erosión, normal en estos casos, que va provocando la retirada de algunas personas. El abandono se debe, entre otras razones, al tiempo que se demora en cuidar para que se puedan servir. Este diferir las apetencias provoca que la gente se retire, puesto que el tiempo dedicado a cuidar es tiempo que no puedo utilizar para solventar las muchas necesidades primarias que hay que atender. Diferir la gratificación es un problema de difícil solución. Para setiembre de 2013 sólo quedan diecisiete personas en el Comité, cuidando únicamente dos cochas: Cuycuyute y Carococha. Las otras dos cochas han ido entregando a la comunidad para que se puedan servir en diversos momentos de este proceso. En realidad las han depredado.

Las autoridades van cambiando en la comunidad. El 2010-2012 estaban ocupando cargos en la comunidad personas vinculadas con el Comité. Pese a las dificultades existentes, tenían fuerza suficiente. A comienzos de 2013 en una asamblea comunal se produce un cambio de autoridades. Quienes van a ocupar ahora los cargos son personas ajenas al Comité que ve con malos ojos que “mezquinen” los recursos existentes, fruto ya de 4 años de cuidado. Mezquinar es el peor pecado que se puede cometer en poblaciones indígenas. El disfrute de los bienes por parte de todos los comuneros forma parte de la redistribución y hace honor a la igualdad radical. Equidad que se está quebrando poco a poco, pero que tiene en la brujería y la envidia dos poderosas herramientas redistributivas.

Las nuevas autoridades quieren anular el Comité. Las peleas son muy duras. La RNPS ha retirado su apoyo al Comité y la radiofonía que les había prestado para que estuvieran comunicados. Por el medio ha habido extracción de madera ilegal y la expulsión de guardaparques de las cochas que estaba manejando el Comité por los partidarios del presidente comunal, con palabras altisonantes y otras medidas de fuerza que dejamos a su imaginación. Digamos que la RNPS se retira y queda en manos de la comunidad. Por un lado el grupo de manejo, por el otro las autoridades de la comunidad: “que peleen entre ellos”.

Adobando el guiso se aproxima la festividad de Santa Rosa de Lima, patrona de la Policía Nacional del Perú (PNP). Y claro, hay que celebrarlo. Así que la PNP solicita a las autoridades de San José del Samiria un paiche, como colaboración. Las autoridades aceptan. ¿Saben dónde han ido a pescar? Claro, a Cuycuyute, la cocha que está manejando el Comité, sin haberles solicitado permiso. Sobre la PNP, ¡qué les vamos a decir que no se intuya!

En el fondo lo que hay es madera: lupuna, capinurí, cumala, copahiba, canela moena. Es sintomático, uno esperaría (¡ay, ingenuos!) maderas de primera línea: caoba, cedro. Pero solo quedan maderas de menor calidad, ¿hasta cuándo?

© Parroquia Santa Rita de Castilla 2013

Recogemos algunas frases de la conversación mantenida. Lo haremos en dos partes. En una primera nos fijaremos en la situación que se ha creado al interior de la comunidad y en la segunda, lo que piensan los integrantes del Comité que estuvieron en la reunión sobre la RNPS y el SERNANP. Nos parece conveniente tomar en serio el sentir de la gente puesto que es la posibilidad de entender los conflictos. Damos por supuesto que el conflicto es una de las formas de organizarse en sociedad, no necesariamente es negativo, aunque puede señalar límites de sufrimiento que podrían rebasar el umbral permitido y desencadenar una oleada de violencia.

La peor acusación que se puede hacer en pueblos indígenas, la que más duele: “nos dicen que somos ambiciosos y les mezquinamos que pesquen, saquen aguaje y chonta”. Unimos a esto que los recursos son para servicio de todos “porque Diosito los puso ahí para servirnos todos”. “Tienen cochas para cuidar, pero no quieren”. Tradicionalmente no existe noción de cuidar la naturaleza. Si se ha organizado un Comité ha sido por la falta de recursos. En el sustrato permanece la idea que con el agotamiento de los recursos se “voltea el mundo” y comienza de nuevo otro mundo. Sustentando esta idea subyace que el agotamiento es provocado por mal comportamiento humano. La frase: “esto se solucionaría si la comunidad se organiza, pero el Presidente Comunal no quiere”, da por supuesto que hay que organizarse para cuidar y eso no lo admite toda la población, ni de lejos. “Todo el problema es por madera”, resumen en una frase lapidaria como un latigazo. Notemos que lo que los madereros (ilegales, por cierto) pagan en las comunidades por la madera es irrisorio. Y detrás está todo un sistema que necesita dinero a costa de recursos naturales.

“Los que han salido del Comité son los que más nos están haciendo la contra”. Personas que han trabajado al principio y no se han beneficiado porque han salido antes de que se produjeran los recursos están resentidos por la posibilidad que han abandonado y prefieren eliminar cuanto antes al Comité. Una comunidad dividida, con peleas al interior de la misma en torno a los recursos naturales, no es el ideal que debemos pretender.

“El presidente comunal dice que el Comité no le deja trabajar”. Hay diferentes pareceres en la comunidad y no se llegan a poner de acuerdo. Los consensos son difíciles, pero hasta que no se alcanzan por unanimidad no son respetados. Por mientras las alianzas son muy débiles y pueden cambiar en cualquier momento.

Y lo más grave de todo, aquello que tensa la cuerda hasta límites insospechados: “ya no nos llaman en el padrón de moradores, ya no nos llaman en lista para los trabajos comunales”. “El presidente comunal dice que no nos van a firmar documentos para el Programa Juntos porque no le dejamos trabajar”. Una comunidad grande como San José de Samiria “puede estar” al borde de la ruptura; “puede estar” no significa que lo esté o que llegue a cumplirse; “puede estar”. Las comunidades grandes presionan mucho sobre los recursos naturales. En este sentido las comunidades pequeñas defienden mejor el territorio y los niveles de tensión son más manejables (entre otras razones por el tema de “las sangres”: los jefes de familia “pueden” poner más orden; “pueden” no significa que lo hagan). La división de la comunidad, si se llegara a producir, perjudicaría el número de alumnos del colegio, con lo cual perderían profesores y empeoraría, si todavía cabe, aún más el sistema “instructivo”. Dejamos para una segunda parte lo que dicho Comité piensa de la RNPS y el SERNANP.

Las autoridades distritales (alcalde, gobernador, juez de paz, policía) han sido llamadas hace tiempo para ver esta situación. No han podido resolver. La fiscalía de Nauta también ha venido, tampoco hay solución. Nuestra visita se enmarca en la programación a la comunidad cristiana de San José de Samiria. Al finalizar nuestras reuniones nos llevaron a la cocha donde nos estaban esperando el resto de participantes del Comité que no asistieron a la comunidad cristiana. Nosotros no podemos dar solución, pero señalamos que el problema es mucho más grande de lo que parecen ver (más bien oscurecer) las autoridades.

La reunión tuvo lugar en Cuycuyute, estaban presentes diez adultos y un niño de unos diez años. Tres de ellos son católicos y los siete restantes de la iglesia “Jesús es mi refugio”. La reunión con la Parroquia tuvo su origen en una petición de los miembros del Comité pentecostales, que querían “escuchar a los párrocos”. “Ellos nos pueden ayudar con lo que saben, pero en religión no saben nada”. La iglesia “Dios es amor” defiende al presidente comunal. Los católicos están divididos: algunos defienden al Comité y otros al presidente comunal. Las alianzas, repetimos, son lábiles y se renegocian constantemente.

En el Puesto de Vigilancia 1 (PV1) del río Samiria el 5 de octubre de 1998 asesinaron a dos biólogos y un guardaparques. Un crimen execrable que no se debe repetir en ninguna circunstancia. La violencia, en cambio, no está conjurada. Sólo que ahora son los miembros de las mismas comunidades, como queda demostrado en el caso de San José del Samiria, quienes combaten entre sí.

© Parroquia Santa Rita de Castilla,
Niña de San José de Samiria 2004

P. Miguel Ángel Cadenas     
P. Manolo Berjón                              
Parroquia Santa Rita de Castilla                              
Río Marañón   

18 noviembre 2013

La Iglesia con todos, al servicio de todos

Joaquín María López de Andújar
Obispo de Getafe

Todos tenemos una idea básica del bien común. Por bien común se entiende la suma de aquellas condiciones de la vida social, mediante las cuales, los hombres_ los grupos y cada uno de sus miembros_ pueden conseguir con mayor plenitud y facilidad su propia perfección. Precisamente, el Estado tiene como fin principal la consecución del bien común, del bien de los ciudadanos.
Como toda sociedad, la comunidad política tiene como principio fundamental ser el fin al que todos deben colaborar. Esto exige de todos _autoridades y ciudadanos_ una actitud de activa colaboración hacia el fin propio de la comunidad política, como bien que es común a todos: el bien común.
La Doctrina Social de la Iglesia nos habla con precisión del bien común; algunos textos del Concilio Vaticano II y del magisterio reciente explican su contenido y alcance.
El bien común del género humano se rige primariamente por la ley eterna, pero en sus exigencias concretas, durante el transcurso del tiempo, está sometido a continuos cambios. Por otra parte, la interdependencia cada vez más estrecha y su progresiva universalización hacen que el bien común _esto es, el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección_ se amplíe cada vez más e implique por ello derechos y obligaciones que miran a todo el género humano.
La Iglesia, que tiene los mismos sujetos que el Estado, busca el bien común; en virtud de su compromiso evangélico, se siente llamada a estar junto a esas multitudes pobres, a discernir la justicia de sus reclamaciones y a ayudar a hacerlas realidad sin perder de vista el bien de los grupos en función del bien común. A ello contribuyen sus miembros, “ciudadanos de las dos ciudades”, cada uno en su sitio, en el cumplimiento de las obligaciones propias de su vocación y estado: fieles laicos, religiosos, sacerdotes. Anima a practicar la solidaridad, que no es un sentimiento de vaga compasión o de superficial enternecimiento por los males de tantas personas, cercanas o lejanas; sino la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos.
El papa Francisco en la encíclica Lumen fidei nos habla de la fe y el bien común; es más: la fe es un “bien común”. “Sí, la fe es un bien para todos, es un bien común; su luz no luce sólo dentro de la Iglesia ni sirve únicamente para construir una ciudad eterna en el más allá: (…)” (n.51)
A veces, para lograr el bien común hay que sacrificar algo, cada uno tiene que ceder en algo; mejor dicho: ser generoso, servicial, entregarse, ayudar a los demás.
En definitiva: “Ayuda a la Iglesia, ganamos todos”.


17 noviembre 2013

El cisma de Occidente (y IV)

Francisco Javier Bernad Morales

En julio de 1415 renunció Gregorio XII, pero no así Benedicto XIII que, pese a haber quedado totalmente abandonado después de que los reinos ibéricos le retiraran la obediencia (diciembre de 1415), refugiado en Peñíscola, se consideró hasta su muerte (1423) único pontífice legítimo. Ante su obstinación, el 26 de julio de 1417 el concilio procedió a deponerlo. Se abría así, con la sede de Roma vacante, el camino para que el cónclave eligiera un nuevo papa. En tanto llegaba ese momento, la Iglesia quedaba en una situación de interregno, que los padres conciliares consideraron oportuna para emprender una profunda renovación de su gobierno. En este sentido, el 30 de octubre se aprobó el decreto Frequens, que establecía que el concilio se reuniría de nuevo en 1423 y en 1430 y, a partir de entonces, cada diez años.

Tras esto, el cónclave eligió como papa al romano Odón Colonna, quien adoptó el nombre de Martín V. Concluía así la división que había desgarrado a la Iglesia Católica desde  1378, pero además, al menos eso parecía, el pontífice perdía su poder absoluto al erigirse junto a él el concilio como contrapeso. Pronto los hechos mostrarían, sin embargo, lo efímero del nuevo modelo de organización. El papado en los años siguientes recuperó las posiciones perdidas y logró imponer su autoridad frente a las doctrinas conciliaristas en un proceso en el que no faltaron graves enfrentamientos como los producidos durante el concilio de Basilea (1431-1445), que el papa Eugenio IV intentó en vano disolver[1]. Fracasado en este empeño, ordenó el traslado del concilio a Ferrara, algo que según los decretos aprobados en el de Constanza, no estaba facultado para hacer. Se produjo de esta manera una división entre los padres conciliares, pues mientras una minoría acudió a la nueva sede, el resto permaneció en Basilea, donde declaró hereje a Eugenio y eligió a Félix V[2].

Por otro lado, en estos tiempos de crisis de la autoridad pontificia había aparecido un nuevo tipo de herejía, que, en algún sentido, cabría calificar de moderna, pues muchos de sus planteamientos anuncian las doctrinas de Lutero y el resto de los reformadores del siglo XVI. El concilio de Constanza condenó tanto la obra del inglés Wyclif, ya fallecido, como la del bohemo Jan Hus[3].





[1] En diciembre de 1431 promulgó la bula de disolución, pero los reunidos en Basilea se negaron a acatarla y continuaron las sesiones. El 15 de diciembre de 1433 Eugenio IV presionado por el emperador y numerosos reyes cristianos, así como por la desobediencia del concilio, anuló la bula.
[2] Antipapa.
[3] Tras la condena, los huesos de Wyclif fueron exhumados y quemados, así como sus libros. En cuanto a Hus, declarado hereje por el concilio, fue apresado por el emperador Segismundo, quien le había dado un salvoconducto para que acudiera a exponer su doctrina, y ejecutado en la hoguera.

16 noviembre 2013

Comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro

Papa Francisco

El ser humano se expresa sobre todo mediante la capacidad de comunicar. En la comunicación y a través de ella podemos, de hecho, encontrar otras personas, nos expresamos a nosotros mismos, nuestro pensamiento, aquello en lo que creemos, cómo querríamos vivir y, quizá lo más importante, aprendemos a conocer a las personas con las que estamos llamados a vivir. Una comunicación semejante requiere honestidad, respeto recíproco y esfuerzo por aprender los unos de los otros; exige la capacidad de saber dialogar respetuosamente con las verdades de los otros. Efectivamente, a menudo lo que inicialmente parecía “diversidad” revela la riqueza de nuestra humanidad, y en el descubrimiento del otro encontramos también la verdad de nuestro ser.

En nuestra época se está desarrollando una nueva cultura, favorecida por la tecnología, y la comunicación es en un cierto sentido “amplificada” y “continua”. Por tanto, estamos llamados a “hacer descubrir, también a través de los medios de comunicación social, además de en el encuentro personal, la belleza de todo lo que constituye el fundamento de nuestro camino y de nuestra vida, la belleza de la fe, la belleza del encuentro con Cristo” (Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, 21 de septiembre de 2013).

En este contexto, cada uno de nosotros debería aceptar el desafío de ser auténtico, testimoniando los valores en los que cree, su identidad cristiana, su vivencia cultural, expresados mediante un lenguaje nuevo para llegar a compartirlos.

La capacidad de compartir, reflejo de nuestra participación en el Amor trinitario creativo, comunicativo y unificante, es un don que nos permite crecer en las relaciones personales, que son una bendición en nuestra vida, así como encontrar en el diálogo una respuesta a esas divisiones que crean tensiones dentro de las comunidades y entre las naciones.

La era de la globalización impone con fuerza que la comunicación pueda llegar hasta los más remotos lugares del mundo real, pero también “a los ambientes creados por las nuevas tecnologías, a las redes sociales, para hacer visible una presencia …  que escucha, dialoga, anima” (Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, 21 de septiembre de 2013), de forma que nadie quede excluido.

El Mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales 2014 invita a explorar el potencial de la comunicación en un mundo siempre conectado y en red, con el fin de que las personas estén cada vez más cercanas y se construya un mundo más justo.

15 noviembre 2013

Comentario al Evangelio de san Lucas

San Alberto Magno

Haced esto en conmemoración mía. Dos cosas hay destacar en estas palabras. La primera es el mandato de celebrar este sacramento, mandato expresado en las palabras: Haced esto. La segunda es que se trata del memorial de la muerte que sufrió el Señor por nosotros.
Dice, pues: Haced esto. No podríamos imaginarnos un mandato más provechoso, más dulce, más saludable, más amable, más parecido a la vida eterna. Esto es lo que vamos a demostrar punto por punto.
Lo más provechoso en nuestra vida es lo que nos sirve para el perdón de los pecados y la plenitud de la gracia. Él, el Padre de los espíritus, nos instruye en lo que es provechoso para recibir su santificación. Su santificación consiste en su sacrificio, esto es, en su ofrecimiento sacramental, cuando se ofrece al Padre por nosotros­ y se ofrece a nosotros para nuestro provecho. Por ellos me consagro yo. Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo.
Es también lo más dulce que podemos hacer. ¿Qué puede haber más dulce que aquello en que Dios nos muestra toda su dulzura? A tu pueblo lo alimentaste con manjar de ángeles, proporcionándole gratuitamente, desde el ciel­o, pan a punto, de mil sabores, a gusto de todos; este sustento tuyo demostraba a tus hijos tu dulzura, pues servía al deseo de quien lo tomaba y se convertía en lo que uno quería.
Es lo más saludable que se nos podía mandar. Este sacramento es el fruto del árbol de la vida, y el que lo come con la devoción de una fe sincera no gustará jamás la muerte. Es árbol de vida para los que la cogen, son dichosos los que la retienen. El que me come vivirá por mí. Es lo más amable que se nos podía mandar. Este sacramento, en efecto, es causa de amor y de unión. La máxima prueba de amor es darse uno mismo como alimento. Los hombres de mi campamento dijeron: «¡Ojalá nos dejen saciarnos de su carne!»; que es como si dijera: «Tanto los amo yo a ellos y ellos a mí, que yo deseo estar en sus entrañas y ellos desean comerme, para, incorporados a mí, convertirse en miembros de mi cuerpo. Era imposible un modo de unión más íntimo y verdadero entre ellos y yo».

Y es lo más parecido a la vida eterna que se nos podía mandar. La vida eterna viene a ser una continuación de este sacramento, en cuanto que Dios penetra con su dulzura en los que gozan de la vida bienaventurada.

13 noviembre 2013

Una reflexión acerca de la distancia y el vacío producidos por una separación.

Hoy recordamos en la familia agustiniana a todos los Santos de la Orden, testigos de Cristo que han dejado huella en nosotros y ya no se encuentran aquí. Con este motivo  publicamos una reflexión sobre el vacío producido por la pérdida de un ser querido, que gracias a la fe se  convierte en comunión .
Dietrich Bonhoeffer
"... no hay nada que pueda sustituir la ausencia de una persona querida, ni siquiera hemos de intentarlo; hemos de soportar sencillamente la separación y resistir. Al principio eso parece muy duro, pero, al mismo tiempo, es un gran consuelo. Porque al quedar el vacío sin llenar nos sirve de nexo de unión.
Es equivocado decir que Dios llena ese vacío. Dios no lo llena en modo alguno, sino que precisamente lo mantiene vacío, con lo cual nos ayuda a conservar -aunque sea con dolor - nuestra auténtica comunión.
Por otra parte, cuanto más hermosos y ricos son los recuerdos, más dura resulta la separación. Pero la gratitud transforma el suplicio del recuerdo en una callada alegría. Uno no lleva en sí la belleza pasada como un aguijón, sino como un valioso regalo.
No hemos de hurgar en los recuerdos y entregarnos a ellos, como tampoco miramos continuamente un valioso regalo, sino sólo en ocasiones especiales, para guardarlo el resto del tiempo como un tesoro escondido de cuya posesión estamos seguros. Entonces emanan del pasado una alegría y fuerzas duraderas."


12 noviembre 2013

Kyrie Eleison

Canto gregoriano interpretado por los monjes de Santo Domingo de Silos.

11 noviembre 2013

Tangarana: "Daños colaterales" de la Reserva Nacional Pacaya Samiria (RNPS) I

P. Miguel Ángel Cadenas
P. Manolo Berjón

El 2 de junio de 1940 se declara Zona Reservada el área fluvial del río Pacaya desde 500 metros antes de la boca de la cocha del Yanayacu hasta el paraje denominado Zancudo, situado en el cauce del mismo río para la crianza del paiche (Arapaima gigas). El 23 de octubre de 1944 se amplía la Zona Reservada para incluir el sistema hidrográfico de los ríos Pacaya y Samiria. El 10 de octubre de 1968 se decretó el establecimiento de una Reserva Nacional para la conservación integral de los recursos naturales. El 4 de febrero de 1982 se decretó la Reserva Nacional Pacaya Samiria (RNPS) con una extensión de 2.080.000 has.

La gestación de este “paradigma ambiental” viene de la mano con la finalización del segundo boom cauchero en la RNPS. La palabra caucho nos debe provocar, cuando menos, un escozor. El solo recuerdo del sistema de habilitación esclavista en el que se enclavó, generando sufrimientos inhumanos en miles de personas, irrita la piel y las entrañas. En este caso particular, fundamentalmente, del pueblo kukama, pero también de otros ciudadanos del departamento de San Martín atraídos por esta boom cauchero.


© Parroquia Santa Rita de Castilla, pescador en la comunidad de Tangarana

 TANGARANA


Tangarana es una comunidad kukama situada en el distrito de Parinari, provincia de Loreto, área de amortiguamiento de la RNPS, por utilizar la terminología del Estado y ubicarnos “en el mapa”. A comienzos de 2013 llegan a un acuerdo con un maderero para vender algunos árboles. El precio es irrisorio: S/. 40.00 por árbol de capinurí (Clarisa nitida; Maquira coriacea) en la comunidad, que en Iquitos adquiere un valor aproximado de S/. 450.00. Esto levantó un asunto que vienen arrastrando por años.

Tangarana es la comunidad limítrofe con Santa Rita de Castilla (SRC) al oeste, surcando el Marañón, vamos. SRC es la sede de facto de las instituciones del Estado: Municipalidad, Centro de Salud, colegio de secundaria, Policía Nacional del Perú, Gobernación, Juez de Paz, Coordinación de Educación. Y Parroquia, que está en el origen del pueblo, pero que no pertenece al Estado. La combinación de estos elementos ha fraguado el mayor núcleo poblacional del distrito de Parinari (la comunidad nativa de Parinari continúa siendo la capital del distrito homónimo). Lo cierto es que gran parte del presupuesto municipal (cuando no se lo roban) queda en SRC. Unido a las demás instituciones hace del pueblo el enclave principal del distrito. La historia reciente de SRC indica que en los últimos 50 años le ha dado barranco[1] en 6 ocasiones, teniendo que trasladar el pueblo a una nueva ubicación, cada vez más arriba (río arriba), estrechando los límites de la comunidad de Tangarana.

Tangarana se fundó como comunidad en 1972. Previamente ya existían algunos vivientes y otros fueron expulsados de la RNPS (algunos invitados a salir y los remolones con el ejército y la policía, como si de delincuentes se tratara, abandonando sus chanchos y otras pertenencias). En la visita de 1972 del P. Agustín Alcalá Fernández eligieron autoridades y les ayudó en la creación del colegio de primaria. Hasta entonces los niños de Tangarana asistían al colegio de SRC, una distancia no despreciable en canoa. Además los adultos tenían que trabajar en las obras comunales en SRC, a pesar de vivir en el anexo que posteriormente tomó el nombre de Tangarana, por la cantidad de árboles de esta especie (Triplaris surinamensis var. chamissoana) que había en el lugar. En 1973 comienza a funcionar el colegio de Tangarana como un anexo a SRC. En 1974 lo hace como anexo a Unión y en 1975 se crea el colegio de Tangarana.

El crecimiento de SRC y los continuos barrancos han provocado la invasión de las tierras de Tangarana. Todo era normal, hasta que aparece el tema de la madera y una antena telefónica que se está construyendo en SRC (por aquello de abastecer con línea de banda ancha a Iquitos, que ya de paso nos favorece, aunque no hayan pensado en el río, otro efecto colateral, este positivo). El pago de la compañía de teléfonos por la ubicación en la antena, a quién corresponde: ¿a SRC o a Tangarana?

Las chacras de los moradores de SRC invaden el territorio de la comunidad de Tangarana. ¿Y los aguajales? En una época donde la monetarización se está haciendo imprescindible, el territorio (aguajales) se convierte en la despensa donde extraer la remuneración económica que permita solventar los gastos diarios.

© Parroquia Santa Rita de Castilla 2005, barranco
¿Es la titulación de la comunidad de Tangarana una solución? A corto plazo les aseguraría el territorio. A  medio plazo es inviable: en cuanto el barranco afecte a alguna comunidad, sean ellos sean los vecinos, el territorio se reconfigura y con límites muy precisos aumentan las tensiones en lugar de disminuirlas. Un ejemplo: si SRC está invadiendo la comunidad de Tangarana, Shapajilla invadió SRC, por el mismo problema: el barranco. “Lotizar” el territorio, titular comunidad por comunidad pequeños territorios va contra la lógica del río, genera conflictos innecesarios y desconoce las nociones indígenas. Para hacer justicia habría que titular el territorio integral del pueblo kukama-kukamiria, nada de titular comunidad por comunidad. A quienes les produzca urticaria la propuesta podrían pensar por un segundo “el bien” que le hace a la RNPS los pozos petroleros en su interior y no parecen estar muy por la labor de cuestionar tamaño despropósito con el fuerte impacto ambiental que está causando.
 

Un ejemplo más, para concluir: María, nombre ficticio, murió el 2011 en SRC. El diagnóstico: “brujería”. La “otra situación real” era que tenía su chacra en la comunidad nativa de Santa Clara. Una autoridad de esta comunidad la hostigaba para que abandonara su chacra. Ella no hizo caso. Esta autoridad entregó el territorio de la chacra de María a un médico (chamán) de Leoncio Prado. El médico quiso posesionarse de su nueva chacra y María no aceptó. Le escucharon en la vecina comunidad de Shapajilla al médico comentar que tal mujer “se las va a ver conmigo”. Al poco tiempo murió María aquejada por una afección pulmonar fruto de una tuberculosis largamente padecida. Poco antes de morir María insistía a su marido: “tráelo acá a ese hombre [el médico que le embrujó] a que me cure aquí, y si no quiere venir, mátalo, aunque vayas a la cárcel
 
Postdata 1: en el pueblo se rumorea que la Municipalidad está en conversaciones con el Ministerio de Agricultura para que abran una oficina en SRC [nosotros pensamos que es justo al revés: presión del Ministerio de Agricultura para “ordenar” el territorio]. Y como en el Municipio no se enteran de lo que hay detrás, aceptan gustosos, por aquello del “desarrollo” (?). Si no entienden los procesos de territorios, ¿generarán más dificultades? No nos queda ninguna duda. Titular comunidades dejando intocada la RNPS obliga a vivir en un espacio reducido que redundará en mayores problemas. Parte de la solución pasa por utilizar la RNPS, territorio ancestral del pueblo kukama, como su territorio actual. La idea de “vaciar” un territorio para cuidarlo es, cuando menos, cuestionable. Pero además no es practicado en toda la RNPS. En la cuenca del Yanayacu-Pucate (RNPS) hay comunidades asentadas. ¿Por qué no se ha permitido en las cuencas del Pacaya y el Samiria? ¿Cuidar implica desplazar a la población indígena? De nuevo insistimos en la titulación integral del territorio del pueblo kukama-kukamaria.


© Parroquia Santa Rita de Castilla 2004, Santa Rita de Castilla, barranco








Postdata 2: En el libro de los Jueces los israelitas describen a los cananeos como “otros”, “diferentes”. Posteriormente ocupan ese lugar arameos, moabitas, amalecitas, madianitas, amonitas y filisteos. Los necesitan como un extraño contra el cual Israel configurar su identidad. El territorio juega un rol preponderante: Israel invade territorios de otros pueblos. Pero el modelo geográfico de límites claros no sirve, las fronteras en Jueces son porosas, al igual que los límites identitarios.

Los israelitas en Jueces son superiores moral y religiosamente, pero no tanto. En ocasiones aparecen israelitas cometiendo infamias, conduciéndose como achacan a sus enemigos (Jue 19, 23-24). Existen personas con una identidad no clara, o más bien ambigua: Caleb, Otoniel, Acsá, Sangar y Dalila, entre otros. Militarmente Israel es inferior. Y no faltan personajes híbridos que encarnan a la vez el Yo y el Otro.

Las mujeres también son un “otro” frente a la masculinidad de Israel. La suma de patriarcado e imperialismo da a luz a la brutalidad. Los hombres de Israel sacrifican a la hija de Jefté (Jue 11, 29-40), matan a la concubina (Jue 19) y violan a las hijas de Israel: las vírgenes de Yabés de Galaad y las muchachas de Siló (Jue 21). Sometiendo a las mujeres, Israel recupera su masculinidad (e identidad) que habían perdido al ser dominados por otros hombres e imperios. Si esto sucede con las mujeres propias no es más halagüeño lo que sucede con las mujeres de “los otros” que provocan infidelidad por seguir a dioses extraños. En Jue 3, 6 los israelitas se casan con las mujeres de los otros y sirven a dioses ajenos, pese ser conductas condenadas para un israelita. Vamos que no es muy ejemplarizante que digamos, como la vida misma. Y ahí radica su interés para escudriñar también en estos tiempos la(s) presencia(s) de Dios en nuestras vidas.

P. Miguel Ángel Cadenas
P. Manolo Berjón
Parroquia Santa Rita de Castilla
Río Marañón



[1] Los grandes ríos de la Amazonía no tienen curso fijo. En SRC estamos a 100 msnm. El desnivel es mínimo y el río busca los meandros necesarios para que el agua se deslice hasta el Atlántico, a unos 3500 km. de distancia aproximadamente. Este cambio de curso, en suelos aluviales, es lo que denominamos barranco, provocando nuevas y continuas ubicaciones de las poblaciones que son literalmente comidas por el río.