30 noviembre 2013

San José de Samiria. "Daños colaterales" de la Reserva Nacional Pacaya Samiria. (RNPS) III

Miguel Ángel Cadenas
Manolo Berjón

Esta es la segunda parte de la reunión mantenida en la cocha de Cuycuyete, en setiembre 2013, con parte del “Comité de manejo de recursos naturales” de San José de Samiria. En esta oportunidad nos centraremos brevemente en lo comentado en aquella reunión sobre la RNPS y el SERNANP (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas).

Escuchar a la población local, además de ser un acto humano necesario, nos da oportunidad de pensar de otra manera, desde su punto de vista, vislumbrar los sentimientos y buscar soluciones a situaciones de injusticia. Ya Pablo VI decía aquello de “si quieres la paz, defiende la justicia”.

Pasemos de frente a reseñar algunas de las frases escuchadas: “El SERNANP  se está lucrando con nuestros recursos”. “A nosotros deberían darnos nuestra mensualidad porque cuidamos mejor que los guardaparques”. Los grupos de manejo están bien, pero si ellos hacen su trabajo, ¿no deberían recibir algún tipo de compensación al respecto? Esta inequidad de sentir que ellos trabajan y otros se lucran con su trabajo es fruto de una asimetría que se debe corregir. De no ser así es una fuente de tensiones permanente. Y es mejor prevenir que curar.

“Nosotros chocamos con la gente y ellos [trabajadores del SERNANP] están cobrando su dinero”. En esta otra frase ya no solo se intuye la injusticia por el trabajo realizado, en la primera parte se hace referencia al “choque”. Esta sensación de confrontación no es inventada, ni fruto de la diversión. Es un choque real con su propia gente. Si las alianzas son efímeras y cambiantes, estos choques reconfiguran permanentemente las relaciones. Alimentándose de estos choques está la brujería. Es más fácil que en el proceso de una enfermedad, o la muerte, sea acusado de brujo aquella persona con la que has mantenido un conflicto. La violencia en pueblos indígenas no siempre es romper a palos la cabeza del contrario, en ocasiones se vehicula por la brujería, y el resultado es la enfermedad o la muerte. Las consecuencias son igual o más dañinas que los palos.

© Parroquia Santa Rita de Castilla 2013, criadero de taricaya en Cuycuyute

Continúan las quejas: “No podemos sacar recursos porque no tenemos Plan de Manejo, pero los que no están cuidando extraen y no les denuncian”. La burocracia era un pilar de la Modernidad, pero ni los pueblos indígenas ni la (post-, trans-, Modernidad) aceptan este utillaje propio de otras épocas. ¿No se pueden encontrar otros medios más rápidos y eficaces? ¿Se imaginan ustedes a Bill Gates… haciendo papeles para cada idea que tiene? Resulta que el Estado disminuye la burocracia con los grandes (si no se van a otros mercados) y para su población aumentan los trámites. Amén de suponer una carga para quienes cuidan, dando la sensación de que es mejor depredar que cuidar legalmente (papeles, papeles, papeles…).

Una frase como la siguiente desnuda por completo lo que hay por detrás: “mientras a ustedes [al Comité] no les demos una orden de desalojo, no se muevan de ahí”, les dice un funcionario del SERNAMP, tan amigablemente. Es decir, “no se muevan de ahí”, cuiden, lo están haciendo bonito, pero si hay problemas (violencia) nosotros [SERNANP] no estamos. Nos evaporamos, pero ustedes continúen ahí. Hacen falta tragaderas para soltar una perla de ese calibre. Seguramente se hace sin pensar, pero precisamente por eso las aporías y los gazapos dejan entrever mucho mejor el trasfondo.

“No estamos depredando, sino protegiendo”. Esta frase va acompañada de poder servirse del fruto de su trabajo. La sensación que acarrean, como hemos visto anteriormente, es que no es así. Trabajan, protegen, cuidan… pero no se ve los resultados, es más se tienen que enfrentar a sus propios comuneros. Este cuidado, esta no depredación, es lo que ellos sienten que no es compensada.

Y para concluir: “Nos sentimos solos con nuestro trabajo”. Podríamos utilizar el término abandonados, aunque no se pronunció en la conversación. Estamos cuidando, estamos en peligro por cuidar nuestros recursos con comuneros de nuestra misma comunidad y no tenemos ningún tipo de respaldo. Esta sensación de abandono, de soledad, de no importar lo que ellos hacen y son es el origen de una gran frustración. Y la frustración…

© Parroquia Santa Rita de Castilla 2004, puerta de casa en San José de Samiria

Nota: estos breves artículos pretenden sugerir más que realizar una reflexión sistemática. Queda mucho trabajo por hacer. Se precisa de más tiempo y otro soporte diferente a un blog para acometer ese tipo de reflexión, que no descartamos.
  
P. Miguel Ángel Cadenas                                        
P. Manolo Berjón
Parroquia de Santa Rita de Castilla                                                 
Río Marañón

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