Cardenal Carlo María Martini
Te doy gracias, Señor,
porque me permites entrar
en este itinerario de oración y comunión
con todos los hermanos.
Guíanos tú, Padre, en este camino;
pon en nuestra boca las palabras verdaderas;
pon en nuestro corazón los sentimientos verdaderos;
pon en nuestras manos, en nuestros cuerpos los gestos verdaderos.
Sostén nuestra debilidad;
conforta nuestra fragilidad;
reúne nuestros pensamientos, nuestros sentimientos dispersos,
en el centro de la unidad que es tu hijo Jesucristo.
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