San Ambrosio
Ven, Jesús,
a buscarme,
busca a la
oveja perdida.
Ven, pastor.
Deja las
noventa y nueve
y busca la
que se ha perdido.
Ven hacia
mí.
Estoy lejos.
Me amenaza
la batida de los lobos.
Búscame,
encuéntrame,
acógeme,
llévame.
Puedes
encontrar al que buscas,
tomarlo en
brazos
y llevarlo.
Ven y
llévame
sobre tus
huellas.
Ven Tú
mismo.
Habrá
liberación en la tierra
y alegría en
el cielo.
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