Herodes
Antipas heredó los territorios de Galilea y Perea sobre los que gobernó como
tetrarca entre el 4 a.C.. y el 39 d.C. Al
inicio de su gobierno, al igual que su hermano Arquelao hubo de hacer frente a
importantes disturbios a los que puso fin la intervención del legado de Siria,
Publio Quintilio Varo. Restablecida la calma tras una dura represión, pudo
entregarse a la reconstrucción de las ciudades más dañadas, Séforis y Emaús, y
a la edificación de una nueva capital, Tiberíades, a orillas del mar de
Galilea.
Antipas
dio muerte a Juan el Bautista, según Josefo, porque temía que la influencia de
este sobre la multitud produjera una revuelta[1].
No vincula, al contrario del Evangelio, este episodio con el escándalo del
matrimonio con Herodías, aunque sí presenta a Juan como un hombre justo que
predicaba la virtud, además de indicar que realizaba un bautismo de
purificación. Sí menciona, en cambio, que algunos judíos interpretaron la
derrota del ejército de Antipas ante Aretas IV, como un castigo divino por el
crimen cometido con el Bautista.
Conviene
que examinemos los hechos con algún detenimiento. Antipas se había casado con
una hija del rey nabateo Aretas[2],
pero de camino a Roma se enamoró de Herodías, esposa de su medio hermano
Herodes Filipo[3] e
hija de Aristóbulo[4],
otro medio hermano. Era, pues, a la vez su sobrina y su cuñada. Ambos quedaron
de acuerdo en abandonar a sus cónyuges y contraer matrimonio cuando él
regresara a Galilea. Esta conducta fue
ampliamente desaprobada por los judíos piadosos, entre los que se contaría
Juan. Por otra parte, Aretas, cuya hija se había refugiado junto a él, decidió
vengar la afrenta e invadió el territorio de Antipas, ocasionándole una grave
derrota. La intervención de Lucio Vitelio[5],
legado de Siria, le obligó, no obstante, a retirarse. Por Josefo sabemos que
Herodías había tenido de su anterior matrimonio una hija llamada Salomé. Sería
esta la que, según el Evangelio, danzó ante Herodes y pidió la cabeza de Juan.
Posteriormente, se casó con su tío abuelo, el tetrarca Filipo.
El
Evangelio de Lucas, menciona el interés de Antipas por ver a Jesús:
A Juan lo decapité yo: ¿quién es este, del
que oigo esas cosas?
E intentaba verlo
(Lc 9, 9).
El
contexto parece indicar que Herodes Antipas teme que la muerte de Juan no haya
bastado para conjurar el peligro de una sedición. Algo más adelante, se
precisan las intenciones del tetrarca:
En aquella hora se le acercaron algunos
fariseos [a
Jesús] a decirle: “Sal y vete de aquí,
porque Herodes quiere matarte” (Lc 13, 31).
Por
último, Antipas está presente en Jerusalén en el momento del prendimiento de
Jesús y, dado que este es galileo, Pilato lo hace comparecer ante él, quien,
tras someterlo a un interrogatorio en el que no obtiene respuesta, se
enfurece y, tras insultarlo, lo devuelve
al prefecto[6]
(Lc 23, 8-12).
La
caída de Antipas se produjo, según Josefo, como consecuencia de desavenencias
familiares. Herodes Agripa, hermano de
Herodías, tras pasar la juventud en Roma, había vuelto agobiado por las deudas,
y su cuñado lo había acogido de manera un tanto displicente, como a un pariente
pobre, por lo que pronto retornó a Roma, donde se hizo amigo íntimo de Cayo[7],
el sobrino de Tiberio. Al acceder este al
imperio, tras la muerte de su tío, Agripa se vio colmado de honores, lo que
motivó los celos de Herodías, quien convenció a su marido de que se presentara
ante el nuevo emperador para solicitar el título real. Se encontraron, sin
embargo, conque Agripa había enviado una carta a Cayo en que acusaba a Antipas
de haber participado años atrás en la conjuración de Sejano contra Tiberio y de
estar en connivencia con los partos. Por ese motivo, Cayo depuso a Antipas y lo
desterró a Lugdunum (Lyon) en la Galia (39 d. C.), donde murió al poco tiempo.
Sus territorios pasaron a Agripa, quien además en el 41, sería nombrado rey de
Judea por Claudio.
Agripa
aparece en los Hechos de los Apóstoles,
como autor de la muerte de Santiago el de Zebedeo (Hch 12, 2). En el 44 enfermó de manera repentina y murió a los
pocos días[8].
Ante este hecho, el emperador Claudio hizo que Judea pasara de nuevo a ser
administrada de manera directa por Roma.
[1] JOSEFO, Flavio, Antigüedades de los judíos, XVIII, V, 2
[2] Los nabateos constituían un
reino árabe vasallo de Roma, con capital en Petra.
[3] No debemos confundirlo con otro
hermano, Filipo, tetrarca de Traconítide, Auranítide, Gaulanítide y Batanea.
[4] Hijo de
Herodes el Grande y de Mariamne, muerto por su propio padre.
[5] Padre
del emperador Aulo Vitelio.
[6] Como señalé en la entrega
anterior, el título que en aquel momento corresponde al gobernador romano de
Judea, es el de prefecto. Solo a partir del 44 d. C., ya bajo Claudio, se le da
el de procurador.
[7] Conocido como Calígula.
[8] Hechos de los Apóstoles 12, 22 y JOSEFO, Flavio, op.
cit. XIX, VIII, 2. Ambos textos sitúan el hecho en Cesarea después de que
la multitud le hubiese aclamado como un dios, aunque difieren al describir la
enfermedad, cubierto de gusanos en Hechos y afectado por fuertes dolores
abdominales en Josefo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario