El pasado jueves día 7, el P. Pablo Tirado (OSA), delegado
pastoral de vocaciones de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de
Filipinas, a la que pertenecen los agustinos que rigen nuestra parroquia, se
dirigió a los distintos grupos y en especial al Consejo Pastoral para abordar
el problema de la Pastoral Vocacional. Afirmó,en primer lugar, que las vocaciones se dan dentro de la
comunidad y es responsabilidad de toda la Iglesia orientarlas.
Consciente de que en la actualidad es difícil percibir la
voz que da auténtico sentido a la vida, tanto por la crisis de valores, como por las dificultades económicas que urgen
a atender cuestiones inmediatas, nos exhortó a educar a nuestros niños y jóvenes
en una actitud hacia la existencia que
les lleve a plantearse cuál es el sentido de la vida, a encontrar
un proyecto propio, y a responder a las distintas llamadas que Dios pueda
hacerles.
A través del testimonio de una vida significativa abierta a
la trascendencia es como podemos sugerir con credibilidad un camino vocacional.
Siempre de forma gradual, debemos invitar a reconocer, en primer lugar el don de
la vida para después descubrir que esta vida conlleva una vocación a
desarrollar y toda nuestra existencia ha de convertirse también en un don para
los demás.
No se trata de restablecer el tejido sociorreligioso de años
atrás, ni siquiera de añorar el tiempo pasado como algo mejor, sino de
adaptarse a unos nuevos parámetros y afrontar la realidad actual con un estilo
cristiano nuevo. Por otra parte, es preciso conjugar tanto una dimensión más
general, comunitaria con otra más específica, de acompañamiento espiritual.
Como bautizados y por tanto miembros de la Iglesia no se nos pide algo extraordinario,
basta con que un afán de búsqueda interior guíe nuestras acciones.
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