Viktor
Frankl (1905-1997) fue un destacado psiquiatra de origen judío. En el momento de la
anexión de Austria por la Alemania nazi ya había alcanzado el suficiente
relieve como para que los Estados Unidos se ofrecieran a acogerle. Las dudas,
sin embargo, le atenazaban. Si emigraba salvaría la vida, pero sus padres
quedarían abandonados a su suerte. Recorría las calles en busca de una
respuesta que no encontraba. En una ocasión, atraído por la música que sonaba
en el interior, entró en la catedral y permaneció allí largo rato. Se sintió
invadido por una sensación de paz que durante mucho tiempo no había
experimentado, pero eso no resolvió su problema. Al regresar a casa, vio sobre
la chimenea un fragmento de cornisa con una inscripción en hebreo.
-Han
quemado la sinagoga. Esto es lo único que se ha salvado- le explicó su padre.
-¿Qué
dice?-
preguntó Viktor, que no conocía el idioma.
-Honrarás
a tu padre y a tu madre.
En ese
momento decidió que debía permanecer en Viena. No pudo, sin embargo, evitar que
sus padres fueran asesinados en las cámaras de gas, pero al menos los acompañó
mientras le fue posible. Él mismo pudo morir en Auschwitz. Más adelante recogió
su experiencia en un pequeño libro. De él he tomado unas líneas:
Una tarde, ya de regreso en los barracones,
derrengados sobre el suelo, muertos de cansancio, con el cuenco de sopa entre
las manos, entró de repente uno de los internos para urgirnos a salir al patio
y contemplar una maravillosa puesta de sol. Allí, de pie, vimos hacia el oeste
unos nubarrones y el cielo entero plagado de nubes que continuamente variaban
de forma y de color, desde el azul acero al rojo bermellón. Esa luminosidad
menguante contrastaba de forma hiriente con el gris desolador de los
barracones, especialmente cuando los charcos del suelo fangoso reflejaban el
resplandor de aquel cielo tan bello. Luego, tras unos minutos de silencio y
emoción, un prisionero le dijo a otro: “¡Qué hermoso podría ser el mundo…!.”
FRANKL, Viktor, El hombre en busca de sentido,
Barcelona, Herder, 2004, p. 67-68.
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