El pasado sábado día 2 celebramos en la Iglesia el día de las Candelas, de la Luz. Con este espíritu de búsqueda de la
verdad, abordamos el encuentro interprovincial de parroquias agustinas. Nos
reunimos trece parroquias de las cuatro provincias que, desde un punto de vista
administrativo y organizativo, tiene
actualmente la Orden de San Agustín: Matritense, España, Castilla y Filipinas.
A esta última pertenece la nuestra.
El objetivo no era otro que compartir vivencias y experiencias
parroquiales de evangelización y solidaridad ante la crisis que padecemos.
Iniciamos la jornada con un Eucaristía en la parroquia Sta. M.ª de la
Esperanza, próxima al colegio Valdeluz, lugar donde se celebró el encuentro. Después de presentarnos, asistimos a la primera de las exposiciones, a cargo del P. Gabriel
González del Estal (OSA), que nos habló de la parroquia agustiniana como comunidad
de comunidades, en referencia a los equipos de catequistas, de Cáritas, de
culto y liturgia, formación y reflexión cristiana que deben convivir en un clima de
pluralidad. Además destacó como señas de identidad de la parroquia agustiniana, de un lado, la comunidad de fe y de bienes, que no debe
quedar restringida a los frailes, sino que debe extenderse a todos los fieles,
y de otro, la conjunción entre saber y creer, entre ciencia y fe.
La segunda conferencia la presentó D. Ignacio M.ª Fernández de Torres,
consiliario diocesano de Justicia y Paz de Madrid. En ella, habló de cómo, a
pesar de que desde finales de los años 90 se había pronosticado la crisis que
iba a sobrevenir, los gobiernos miraron hacia otro lado y no tomaron medidas
para contenerla, y también de la paradoja que se da actualmente, pues, en estos momentos dramáticos para la
mayoría de la población mundial, un 1% en EEUU ha incrementado sus ingresos un
10%. También aludió a que un 1/3 del dinero mundial está en paraísos fiscales y
si se pagara en impuestos lo correspondiente a esta cantidad de dinero, no
habría crisis. Además de referirse a la
crisis de hambruna, crisis energética, financiera y política, incidió de manera
especial en la crisis moral, pues actualmente estamos viviendo sin un
imperativo categórico, en una profunda crisis de verdad y con una actitud egoísta
de Sálvese quien pueda. Como
cristianos no podemos estar ajenos a lo que ocurre a nuestro lado, el amor debe
llevarnos a entregarnos a los demás y a desterrar de todos nuestros actos
cotidianos cualquier resquicio de corrupción. No se trata solo de denunciarla
sino también de eliminarla de nuestra vida en cualquier forma en que pueda
aparecer.
Después de una comida comunitaria, en un ambiente agradable y
distendido, reanudamos la jornada, trabajando por equipos. Finalmente se
compartieron los distintos puntos de vista sobre las conferencias y se
expusieron las iniciativas frente a la crisis. Las parroquias a menudo están desbordadas por la fuerte demanda que llega a
los equipos de Cáritas. En algunos lugares han establecido acuerdos con
supermercados para que donen productos con fecha próxima de caducidad y en otros
se están desarrollando iniciativas encaminadas a la creación de cooperativas de
alimentos. En todos se desarrolla una amplia labor asistencial gracias a las aportaciones de los fieles que,
en estos tiempos difíciles, se han incrementado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario