Queremos compartir el testimonio del capellán de un hospital. En nuestra parroquia hay también sacerdotes y laicos que acompañan a los enfermos, que así lo solicitan, en su caminar y les reconfortan llevándoles la comunión a casa, en un acto que va unido a la escucha, la oración común y la empatía. Reflexionemos, durante esta semana especialmente, sobre cómo podemos colaborar nosotros para estar cerca de las personas que sufren dolor y enfermedad.
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