Carmen Sáez Gutiérrez
Esta semana queremos tener un
recuerdo especial para los enfermos, pues el próximo domingo celebramos la Pascua del enfermo y durante la semana en nuestra
parroquia, como preparación, se elevarán oraciones por las personas que sufren
dolor y enfermedad y el jueves día 10 se celebrará el sacramento de la unción
de enfermos. La campaña de este año ha tenido como lema “El poder curativo de la fe”, mensaje
de esperanza para todos los que de una u otra manera sentimos las limitaciones
de la fragilidad humana en nuestro ser. Este lema está en armonía con el tema
de la Jornada Mundial del Enfermo, celebrada el pasado mes de febrero en la que
Benedicto XVI lanzó un mensaje sobre “La gracia especial de los
sacramentos de sanación”, referido a los sacramentos de la Confesión y
de la Unción de los Enfermos, que tienen en la comunión eucarística su fin. A
continuación presentamos un pequeño fragmento del mensaje, así como la oración
que para este año ha elaborado el Departamento de Pastoral de la Salud de la
Conferencia Episcopal.
FRAGMENTO DEL MENSAJE DE
BENEDICTO XVI CON OCASIÓN DE LA XX JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO
“De la lectura del Evangelio
emerge, claramente, cómo Jesús ha mostrado una particular predilección por los
enfermos. Él no sólo ha enviado a sus discípulos a curar las heridas (cf. Mt
10,8; Lc 9,2; 10,9), sino que también ha instituido para ellos un
sacramento específico: la Unción de los Enfermos. La carta de Santiago
atestigua la presencia de este gesto sacramental ya en la primera comunidad
cristiana (cf. 5,14-16): con la unción de los enfermos, acompañada con la
oración de los presbíteros, toda la Iglesia encomienda a los enfermos al Señor
sufriente y glorificado, para que les alivie sus penas y los salve; es más, les
exhorta a unirse espiritualmente a la pasión y a la muerte de Cristo, para
contribuir, de este modo, al bien del Pueblo de Dios. “
ORACIÓN
Nos has bendecido, Señor,
con el don de la fe que sana y salva y,
en la que todo encuentra sentido.
Señor,
en momentos de duda y desconcierto,
cuando se imponen el dolor y el miedo
o domina el sufrimiento: aumenta nuestra fe,
para descubrir tu amor entrañable,
tu misericordia que sana las heridas,
tu voluntad de conducirnos a la plenitud.
Señor,
que en cada acontecimiento de la vida,
en la salud o en la enfermedad,
en la alegría o en el llanto,
pasemos haciendo el bien,
siendo testigos de tu amor que salva.
Amén.
CAMPAÑA DEL ENFERMO 2012
Departamento de Pastoral de la Salud
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