Conferencia Episcopal Española
Pablo destaca dos elementos centrales del discipulado cristiano en los que
estamos intrínsecamente ligados a Cristo: el bautismo y la cruz de Cristo. No
nos bautizaron en Pablo, y él no fue crucificado por nosotros; nuestra unidad
es en Cristo y nuestra vida y nuestra salvación vienen de Él. A pesar de esto,
todos participamos en un grupo o en otro, y nuestras Iglesias locales alimentan
en nosotros la fe y nos ayudan a caminar como discípulos de Jesús. La
conclusión del asunto, tanto para Pablo como para nosotros, no es solo nuestro
sentido de pertenencia a una Iglesia particular, sino el propósito de proclamar
la buena nueva, el evangelio al que hemos respondido con fe y alegría. Ahora
debemos compartir este mensaje con el mundo. La conclusión de Pablo nos reta a
preguntarnos si tenemos una buena noticia en Cristo que transmitirnos unos a
otros, o si llevamos división incluso en el nombre de Cristo y, en palabras de
Pablo, vaciando la cruz de su poder.
Materiales para la Semana de Oración por la unidad de los cristianos
No hay comentarios:
Publicar un comentario