El 10 de septiembre celebramos en la familia agustiniana la festividad
de San Nicolás de Tolentino, “el hijo más grande de San Agustín”, considerado
así, por su fidelidad a las enseñanzas y ejemplo del Padre Agustín. Dio
testimonio de su fe en el siglo XIII, en pueblos y ciudades del centro de la
península italiana. De carácter afable, predicó la palabra de Dios entre los
más necesitados, siempre al servicio de pobres y enfermos.
Presentamos a continuación el himno que compuso en 2005, con motivo
del séptimo centenario de su muerte, Javier Legarra Lopetegui.
Venimos
Nicolás, con alegría
a cantar tu
constante protección;
venimos a
pedirte, santo amado,
que cuides a
los tuyos con amor.
Serviste con
bondad y con ternura,
ardiente como
brasa el corazón;
queremos repetir
tu misma historia,
sirviendo en
los humildes al Señor.
Nos muestran
lirios cándidos tus manos
que brotan
del misterio de la cruz;
brilla en tu
pecho el fuego de una estrella
que guía
nuestros pasos con su luz.
Tu Provincia
te venera agradecida,
tu nombre
canta y clama con fervor;
y va contigo
alegre por el mundo
y anuncia el
Evangelio del Señor.
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