La humildad
San Doroteo de Gaza
Conferencias
Dice un anciano: "Ante todo
necesitamos humildad; y por cada cosa que nos dicen debemos estar dispuestos a
decir: Perdón. Porque es por la humildad por lo que es aniquilado todo engaño
de nuestro enemigo y adversario". Busquemos el sentido de este dicho del
anciano. ¿Por qué nos dice: "Ante todo necesitamos humildad", y no
más bien: "Ante todo necesitamos la temperancia"? En efecto el
Apóstol nos dice: El atleta se priva de todo (1 Co 9, 25). ¿O por qué no dijo
más bien: "Ante todo necesitamos el temor de Dios". ya que la
Escritura nos dice: El principio de la sabiduría es el temor del Señor (Pr 15,
27)? ¿O por qué no dijo tampoco: "Ante todo necesitamos la limosna, o la
fe" como en efecto está escrito: Por las limosnas y la fe los pecados son
purificados (ibíd), o como nos dice el Apóstol: Sin la fe es imposible agradar
a Dios? (Hb 11, 6). Por lo tanto, si es imposible agradar a Dios sin la fe, si
por las limosnas y la fe son purificados los pecados, si el hombre se aparta
del mal por el temor del Señor, si el principio de la sabiduría es el temor del
Señor, y finalmente si el atleta se priva de todo, ¿por qué dijo el anciano:
"Ante todo necesitamos humildad", dejando de lado todo aquello que es
tan necesario? Porque lo que nos quiere enseñar es que, ni el temor de Dios, ni
la limosna, ni la fe, ni la temperancia, ni ninguna otra virtud, puede existir
sin la humildad. Y por ese motivo dice: "Ante todo necesitamos humildad: y
por cada cosa que nos dicen debemos estar dispuestos a decir: Perdón. Porque es
por la humildad por lo que es aniquilado todo engaño de nuestro enemigo y
adversario"
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