29 mayo 2013

Señor, escúchame

San Agustín

“Señor, que nos purificas y dispones para la vida eterna, escúchame.
Te amo solo a Ti, te busco y te sigo, tuyo quiero ser. Manda y ordena lo que quieras, pero limpia mis oídos para que escuchen tu voz; sana y abre mis ojos para que descubran tus indicaciones. Aparta de mí toda ignorancia para que reconozca tus caminos. Dime a dónde debo dirigir la mirada para verte a Ti, y así poder cumplir tus mandatos. Recibe, Señor, a un fugitivo que huye de las cosas terrenas; esas cosas que me retuvieron cuando aún no te pertenecía y vivía lejos de Ti.

Ahora comprendo la necesidad de volver a tu casa. Ábreme la puerta, porque estoy llamando. Enséñame el camino, porque quiero llegar hasta Ti. Sólo tengo voluntad: Sé que lo caduco y transitorio debe despreciarse para ir en pos de lo seguro y eterno. Hago sólo esto, Padre, porque esto sólo sé y todavía no conozco la senda que lleva hasta Ti. Enséñamela Tú y dame fuerzas para reconocerla. Si con la fe llegan a Ti los que te buscan, dame fe; si con la virtud, dame virtud; si con la ciencia, dame ciencia. Acrecienta en mí la fe,
acrecienta la esperanza, acrecienta la caridad.

Voy de regreso a Ti. Y a Ti  me vuelvo para pedirte los medios que me permitan acercarme a Ti. Si Tú me abandonas, la muerte caerá sobre mí. Pero Tú no abandonas a nadie que no te abandone. Eres el Sumo Bien, y nadie te busca debidamente sin hallarte. Y te buscó debidamente el que
Tú quisiste que así te buscara.

Padre, que yo te busque sin caer en el error. Que, al buscarte a Ti, nadie me salga al paso en vez de Ti. Sal a mi encuentro, pues mi único deseo es poseerte. Y, si hay en mí algún apetito superfluo, elimínalo Tú para que pueda alcanzarte...

Pido a tu clemencia que me convierta plenamente a Ti y destierre de mí todas las repugnancias que a ello se opongan y mientras llevo sobre mí la carga de mi cuerpo, haz que sea pacífico, tranquilo y prudente y amigo, perfecto conocedor y amante de tu sabiduría, digno de habitación y habitador de tu reino. AMÉN"

Soliloquios, 1, 5_6.

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