Hoy, Domingo de la Santísima Trinidad,
recogemos un fragmento de las actas del debate que enfrentó en la ciudad de
Hipona a San Agustín con el obispo arriano Maximino. Consideramos que el texto
es suficientemente esclarecedor sobre las diferencias doctrinales entre ambos.
Quien esté interesado en conocer el documento completo, puede leerlo en
Maximino: Si el Espíritu Santo ilumina, o enseña, o instruye,
todo lo ha recibido de Cristo, porque por Cristo todo fue hecho y sin él nada se
hizo 16.
Cristo afirma que todo esto lo ha recibido de su progenitor, y que vive por el
Padre, y que toda lengua confiese que el Señor Jesucristo está en la gloria de
Dios Padre 17.
Y así, la cabeza de todo varón
es Cristo y la cabeza de la mujer, el varón; pero la cabeza de Cristo,
Dios 18.
Y el Espíritu Santo está sometido al Hijo, y el Hijo está sometido al Padre,
como queridísimo, y obediente, y bueno, engendrado por el bueno, pues el Padre
no engendró un ser opuesto a él, sino que engendró tal ser, que clama: Yo hago siempre lo que agrada al Padre 19.
11. Agustín: Si también Cristo ilumina por el Espíritu Santo y el
Espíritu Santo ilumina por Cristo, se sigue que ambos tienen idéntico poder.
Léeme el texto en el que se diga que el Espíritu Santo está sometido a Cristo,
como acabas de sostener. Respecto a lo que afirmas: que el Señor ha dicho del
Espíritu Santo, recibirá de lo
mío; ten en cuenta que fue dicho, porque lo ha recibido él del Padre, y
todo lo que es del Padre, sin duda es también del Hijo. Pues cuando el Hijo
dijo esto, añadió: Por eso
dije recibirá de lo mío; porque todo lo que tiene el Padre es mío 20.
Por
consiguiente, respóndeme a lo que te pregunté y prueba con testimonios que el
Espíritu Santo está sometido a Cristo. Antes bien, leemos lo contrario, ya que
él mismo dice: El Espíritu del
Señor está sobre mí, porque me ha ungido para evangelizar a los pobres 21.
Si dijo que el Espíritu Santo estaba sobre él, ¿cómo tú afirmas que el Espíritu
Santo está sometido a Cristo? Cristo dijo que el Espíritu Santo estaba sobre
él, no porque estuviera sobre el Verbo, que es Dios, sino porque estaba sobre
el hombre, pues el Verbo se hizo carne. En donde está escrito el Verbo se hizo carne 22 se ha de entender que el Verbo se hizo
hombre. Así, toda carne verá
la salvación de Dios 23 equivale a decir todo hombre; y por la ley no se justificará toda
carne 24 significa todo hombre. Luego, porque el Verbo se hizo carne, y se humilló a sí mismo, tomando la
forma de siervo 25,
precisamente por esa forma de siervo dijo el
Espíritu del Señor está sobre mí. En consecuencia, tienen idéntico poder,
son una sola sustancia, la misma divinidad.
Por
tanto, aunque adoremos a la Trinidad, pues el Padre no es el Hijo, ni el Hijo
es el Padre, ni el Espíritu Santo es el Padre o el Hijo, sin embargo adoramos a
un solo Dios, porque la misma unión inefable y sublime de la Trinidad indica un
solo Dios y un solo Señor. Por eso se dijo: Escucha,
Israel: el Señor, tu Dios, es un solo Señor 26.
Decís que el Padre es Señor y que el Padre es Dios; decís que Cristo es Señor y
que Cristo es Dios. Os pregunto si los dos son a la vez uno, y respondéis que
son dos dioses. Sólo os falta que les construyáis templos e ídolos.
Maximino: Los estudiosos de la religión nunca se dedican a
calumniar. Pediste testimonios para que te mostrara con ellos la fe que
profeso. Y tú confiesas idénticos e iguales a los tres al Padre, al Hijo y al
Espíritu Santo. Además, habiendo profesado que los tres son iguales, vuelves
sobre ello. Es verdad que aduces el testimonio de las Divinas Letras, pero éste
no se refiere a la igualdad, sino a la unicidad del Dios omnipotente, que es el
único autor de todo.
Luego
porque me precedes por la edad y eres superior en autoridad, antes presenta y
demuestra con testimonios que los tres son iguales, los tres omnipotentes, los
tres invisibles, los tres incomprensibles; y sólo después nos veremos obligados
a aceptarlo, basados en esos testimonios. Pero si no pudieras dar razón de ello
con la Sagrada Escritura, lógicamente me atendré a todo lo que antes he dicho:
que sólo el Padre tiene la vida sin recibirla de otro; que el Hijo, lo cual he
profesado, ha recibido la vida del Padre; y lo que dije del Espíritu Santo.
También puedo ofrecerte cuantos testimonios desees.
12. Agustín: Lo que yo pretendía que te dignaras decir no lo has
dicho: con qué testimonios pruebas que el Espíritu Santo está sometido a
Cristo. De todas maneras, responderé a lo que me has propuesto. No decimos tres
omnipotentes, como no decimos tres dioses. Pero si se nos pregunta sobre cada
uno en particular: el Padre ¿es Dios?, respondemos: es Dios; el Hijo ¿es Dios?,
respondemos: es Dios. el Espíritu Santo ¿es Dios?, respondemos: es Dios. Mas
cuando se nos pregunta sobre los tres, si ellos son Dios, recurrimos a la
Divina Escritura, que dice: Escucha,
Israel: el Señor, tu Dios, es un solo Señor. Y basados en este divino
mandato, hemos aprendido que la misma Trinidad es un solo Dios. Así, si se
indaga sobre cada uno: el Padre ¿es omnipotente?, respondemos: es omnipotente;
el Hijo ¿es omnipotente?, tampoco negamos que sea omnipotente. Sin embargo, no
afirmamos que sean tres omnipotentes, como no afirmamos que sean tres dioses;
sino, como los tres son simultáneamente un solo Dios, así los tres son a la vez
un solo omnipotente y un solo Dios invisible: el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo.
Luego
sin razón crees que nos encontramos limitados por el número, cuando el poder de
la divinidad supera también la razón del número. Pues si las almas de muchos
hombres, recibido el Espíritu Santo y en cierto modo fundidas por el fuego de
la caridad, formaron una sola alma, de la que dice el Apóstol: tenían un solo corazón y una sola
alma 27,
de tantos corazones, de tantos miles de corazones la caridad del Espirita Santo
hizo un solo corazón; de tantos miles de almas dijo el Espíritu Santo que eran
una sola alma, pues él las hizo una sola alma; ¿no diremos con mayor razón que
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, siempre unidos entre sí y de un modo
inseparable por la caridad inefable, son un solo Dios?
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