Manolo
Berjón
Miguel
Ángel Cadenas
“Jesús al
ver esto se indignó y les dijo: dejen que los niños se acerquen a mi, no se lo
impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos” (Mc 10,
14).
ALGUNAS NOTAS PREVIAS
- Hemos pedido a los niños de algunas
comunidades que escriban y envíen dibujos a nuestras “máximas autoridades”
sobre la contaminación del Marañón.
Agradecemos mucho a los Animadores Cristianos y a quienes aceptaron el reto.
- El presente extracto es entera responsabilidad
nuestra. Es un resumen de lo más significativo de las cartas de los niños.
Hemos privilegiado la fidelidad al texto.
- “Sólo se ve bien con el corazón”, decía el
Principito. Los análisis sociológicos, antropológicos, lingüísticos,
retóricos…, con ser importantes, que lo son, no son suficientes. Si al
leer las cartas o mirar los dibujos no percibimos el dolor de los niños,
nuestra lectura ha sido demasiado superficial (aunque sea académica).
- Solicitamos apoyo “emocional” para los niños.
Estamos creando el siguiente correo: kunumikukama@gmail.com (Kunumi = muchacho,
en kukama). Quienes deseen escribir, les rogamos que encabecen su correo
con la mayor cantidad de datos que nos permita identificar al niño
(nombre, apellidos, edad u otros). Nosotros le haremos llegar su correo
hasta su comunidad. Se trata de una comunicación personalizada. Los niños
cuentan sus sentimientos y las respuestas deben tener presente que son
niños. Tal vez ustedes, o sus hijos, si desean, pueden ayudar. No
olvidamos que la contaminación perdurará por generaciones. Apoyar a estos
niños implica atenderles ahora y reforzar sus derechos. En el futuro,
cuando puedan comprender mejor el alcance de lo que les está sucediendo
ahora, sentirán que no estaban solos. Ahora es tiempo de acompañar, reforzar,
fijar posturas, exigir derechos, sentirse importantes para alguien, saber
que les hacen caso.
Dada la extensión del documento, no lo incluimos directamente en el blog. Para consultar el extracto de las cartas y los dibujos de los niños, debe abrirse el siguiente enlace:
Comentarios finales
- “El respeto por uno mismo no se «gana» de la
misma manera que el dinero. Una vez más se interpone la desigualdad; hay
quienes pueden alcanzar respeto por sí mismos en el escalón más bajo del
orden social, pero su conservación es frágil” [R. SENNET (2003), El
respeto. Sobre la dignidad del hombre en un mundo de desigualdad, Editorial
Anagrama, Barcelona, p. 14].
- “…En el trasfondo de todos estos
planteamientos parece encontrarse ese idealismo hegeliano –combinado con
una sutil lógica de la evolución– que trascendentalmente da por supuesta
la racionalidad de los sujetos y, cuando descubre la desigualdad de estos
sujetos en sus mutuas relaciones, trata de compensarla y valorarla
reflexivamente: ¡simuluación trascendental de la igualdad de las partes!
Estimo que tanto la «pragmática universal» de Habermas como la «comunidad
de comunicación» de Apel llevan implícito en el fondo este idealismo, dada
su respectiva forma de presuponer el «reconocimiento recíproco» de los
sujetos a los que se refieren sus reglas universales. Todas las relaciones
apuntadas en estas y similares teorías de la acción comunicativa, tanto la
postulada comunidad de comunicación ilimitada como la pretendida
solidaridad universal, tienen –tendencialmente– el carácter de una
relación de intercambio. Por eso la teología fundamental práctica critica
como falsamente solidario ese discurso orientado a la libertad solidaria
universal propio de quienes son razonables y tienen igualdad de derechos,
en torno al cual parecen girar las más importantes teorías actuales de la
ciencia y de la acción… Y lo hace desde la perspectiva de la historia
objetiva de sufrimiento de los hombres, historia que ha acompañado desde
el principio de la acción solidaria… La teología fundamental práctica pone
en juego frente a la solidaridad recíproca, una solidaridad cristiana
acompañada de las categorías del recuerdo peligroso y de la narración. En
dicha teología, el horizonte y correctivo de la acción y del lenguaje no
sería la historia de los vencedores, que es lo que en última instancia se
afirma en la idea hegeliana y, sobre todo, en la lógica evolutiva del
pensamiento científico actual, sino más bien la historia del sufrimiento
de los hombres. En este sentido, la teología fundamental procede como una
crítica práctica de la ciencia: trata de romper «el círculo elitista de la
competencia argumentativa». Su lógica, resultante de la idea de
seguimiento cristológico, consiste en que no es simplemente la
racionalidad, sino más bien la
«indigencia, lo que constituye el presupuesto decisivo del
reconocimiento de la subjetividad del otro»” [J. B. METZ (1979), La fe en
la historia y en la sociedad, Ediciones Cristiandad, p. 240-242].
- “La idea de una infancia como una «sustancia
psíquica» pre-subjetiva se revela entonces como un mito similar al de un
sujeto pre-lingüístico. Infancia y lenguaje parecen así remitirse
mutuamente en un círculo donde la infancia es el origen del lenguaje y el
lenguaje, el origen de la infancia… El hombre tal como lo conocemos se
constituye como hombre a través del lenguaje, y la lingüística, por más
que se remonte hacia atrás en el tiempo, nunca llega a un comienzo
cronológico del lenguaje, un «antes» del lenguaje” [Giorgio AGAMBEN (2010),
Infancia e historia, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aries, 4ª edición, p.
64. 66].
- “… Para el cristianismo ese problema inicial
no significa: ¿quién habla?, sino ¿quién sufre? Así pregunta la religión
cuando pregunta por los sujetos. Y también cuando se pregunta por la
lengua del hombre. Pues para ella, la lengua no pertenece primariamente a
los que piensan, sino a los que sufren” (J. B. METZ (1999), Por una cultura
de la memoria, Anthropos, p. 62).
Llegados a este
punto volvemos al principio. Quien haya necesitado de estos autores extraños
para convencerse de lo importante de la propuesta deben “retorcer” todos estos
pensamientos para pasarlos por el tamiz indígena. O como escuchamos de vez en
cuando: “bonito habla, palabras extrañas dice”, pues eso.
P. Miguel Ángel Cadenas
P. Manolo Berjón
Parroquia Santa Rita de Castilla
Río Marañón
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