14 enero 2012

El diálogo entre todos los hombres

Queremos empezar el nuevo año con nuestros mejores deseos de paz y felicidad y qué mejor forma de hacerlo que publicando este texto extraído de la encíclica Gaudium et spes.


La iglesia es signo de la fraternidad. Es necesario promover en el seno de la propia Iglesia la estima, el respeto, el diálogo entre los pastores y los fieles, observando la libertad en las cosas dudosas y la caridad en todo. Nuestro pensamiento se dirige a los hermanos que están separados de nosotros y exhorta a todos a una colaboración fraterna. Dirigimos el pensamiento también a todos los que creen en Dios. El diálogo no excluye a nadie, ni siquiera a aquellos que se oponen a la Iglesia y la persiguen.
Todos estamos llamados a ser hermanos, y por esto todos debemos colaborar en la construcción del mundo en la paz.
Adhiriéndose al Evangelio y en unión con todos aquellos que aman la justicia, los cristianos han tomado sobre sí una tarea inmensa, y de ella deberán responder ante Dios. El Padre quiere que amenos a Cristo en nuestros hermanos. Obrando así, suscitaremos en los hombres la esperanza, don del Espíritu Santo, a fin de que todos sean recibidos en la paz y en la felicidad de la patria celestial.
Gaudium et spes. Conclusión 92 y 93.

No hay comentarios:

Publicar un comentario