Ramón Puigventós
Muchos se preguntan: ¿qué es la Renovación Carismática Católica?, ¿quién es su fundador? No tiene fundador, como lo entendemos para otros movimientos, o sea una persona física. El Fundador de la RCC , es, ni más ni menos que el mismo Espíritu Santo. Así como la Iglesia nació en Pentecostés, la RCC ha nacido con otro Pentecostés. Cuando el Papa Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II, hizo esta oración: “Señor renueva en nuestros tiempos Tus prodigios, como un Nuevo Pentecostés.” En un fin de semana del mes de febrero del año 1967, Dios daba respuesta a esta oración, cuando unos jóvenes universitarios norteamericanos, celebraban un retiro, en un momento de recreo, se sintieron, unos tras otros, sin consultarse, atraídos a ir a la capilla que había en la casa donde celebraban el retiro. La presencia de Dios era tan grande, igual que Moisés en presencia de la zarza ardiendo en el Sinaí, que caían, de rodillas o postrados, y se llenaron del amor de Dios, e igual que en Pentecostés, empezaron a alabar a Dios en lenguas. Los carismas de profecía, de conocimiento, de sanación, de milagros, etc. se manifestaban en medio de ellos, hechos que no pudieron callar y que en pocos días, recorrieron todas las Universidades norteamericanas para luego llenar el mundo entero. Esta nueva Efusión del Espíritu Santo, a todos los que la recibimos, , nos lleva a un encuentro personal con un Jesús Vivo y Resucitado, que transforma nuestras vidas, cambia nuestra escalera de valores, llena nuestros corazones de Paz, de Gozo, de Alegría. Dios es un Dios cercano, íntimo, paternal. Nos da gusto por la oración, por la Palabra de Dios, amor a la Iglesia y a los hombres, y sobre todo a la Eucaristía. Y poder para ser testigos de un Jesús Muerto en Cruz y Resucitado. Y para que esta llama no se apague, y vayamos creciendo en la Fe , y para rendir el Honor y la Gloria y la Alabanza y la Adoración que solo Dios se merece, nos reunimos todos los domingos, en verano, de 18 h a 20 h y en invierno, de 17 h a 19 h, en los locales de la Parroquia. Quisiera añadir, que esta Efusión del Espíritu Santo..., no está reservada a la sola RCC, sino a toda la Iglesia. ¿Os dais cuenta?: si todos los cristianos recibieran esta Efusión, el mundo cambiaría, seríamos verdadera luz para este mundo que vive en tinieblas, y las iglesias se volverían a llenar, y Dios sería amado y seríamos bendecidos por Él. Os recomiendo leer los cinco primeros capítulos de los Hechos de los Apóstoles. Que el Señor os bendiga.
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