27 julio 2012

Paul Tillich


Paul Tillich (1886-1965) fue uno de los grandes teólogos del siglo XX. Ordenado ministro de la iglesia luterana en 1912, abandonó Alemania en 1933, después de que los nazis le expulsaran de la universidad de Frankfurt. Vivió desde entonces en los Estados Unidos, donde impartió clase en la Unión Teológica de Nueva York y en las universidades de Harvard y de Chicago. De su extensa obra, destaca especialmente la compleja y voluminosa Teología sistemática, en la que trabajó a lo largo de casi cuarenta años.
Se han escrito multitud de estudios sobre sus ideas, pero de entre ellos queremos destacar el que, con el titulo de La Iglesia en el pensamiento de Paul Tillich, le dedicó el que fuera durante años nuestro muy querido párroco, Alfonso Garrido, un hombre justo y sabio, cuyo recuerdo iluminará siempre nuestras vidas.
En el párrafo que reproducimos, Tillich nos llama enérgicamente la atención sobre la trascendencia divina:
Constituye un ultraje a la santidad divina tratar a Dios como un compañero con el que colaboramos o como un poder superior al que influimos con nuestros ritos o plegarias. La Santidad de Dios hace imposible su inserción en el contexto de las correlaciones yo-mundo y sujeto-objeto. Dios mismo es el fondo y el sentido de esta correlación, no un elemento suyo. La santidad de Dios requiere que, en relación con Él, abandonemos la totalidad de las relaciones finitas y entremos en una relación que, en el sentido categorial de la palabra, no es en modo alguno una relación. Podemos introducir todas nuestras relaciones en la esfera de lo santo; podemos consagrar lo finito, con todas sus relaciones internas y externas, a través de la experiencia de lo santo; pero, para hacerlo, hemos de trascender primero todas esas relaciones. La teología, que por su naturaleza está siempre en peligro de insertar a Dios en la relación cognoscitiva de la estructura sujeto-objeto del ser, cuando se juzga a sí misma debería acentuar vigorosamente la santidad de Dios y su índole inaccesible. (TILLICH, Paul, Teología sistemática, Salamanca, Sígueme, 2001, vol. 1, p. 348).

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