11 noviembre 2011

Fe nueva

Clara Rodríguez

Sentía que mi fe se había estancado,
ha mucho tiempo que `pensaba igual,
juzgaba a Dios por todos los fracasos,
míos o ajenos, del mundo en general.

¿Por qué permite tantas injusticias?
¿Qué hicieron ellos para estar tan mal?
Abusos, hambre, discriminación,
y no haces nada para remediar.

Buscaba en ti la magia del poder,
maná para todos los hambrientos,
parar el huraán, domar el mar
y que ablandarás duros sentimientos.

Y yo, -¿qué puedo hacer?- me preguntaba.
Si Él no lo hace, menos puedo yo.
Hasta que descubrí que si le dejo
Él me utiliza y hace su labor.

Hoy me descubro rezando sin rezar.
Observo fallos en toda mi oración
Pues quiero que actúes por tu cuenta
Y Tú reclamas también mi intervención.

Pongo en tus manos, Señor esta fe nueva.
Camino torpe aún, como un bebé,
y como tal, confío en que mi Padre
no me abandone si tengo que caer.

Aquí me tienes, Señor: soy tu instrumento.
Para lo que quieras, úsame.
Ya sé que no me obligas si no quiero,
pero hay tanto, tanto por hacer…

No quiero ser pasiva ante el dolor,
y reprocharme no haber hecho nada.
Si en algo sirvo, héme aquí, Señor.
Estaré atenta por si oigo tu llamada.


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