En un momento especialmente crítico, cuando vemos que crecen las fuerzas que se oponen a las políticas ambientales, las palabras del papa Francisco nos recuerdan la urgencia de la acción frente al cambio climático:
"Más de tres mil
millones y medio de personas viven en la actualidad en regiones altamente
sensibles a las devastaciones del cambio climático, que los empuja a
migraciones forzosas, a jugarse la vida en viajes desesperados. Hemos saqueado,
contaminado y explotado sin freno los recursos naturales, hasta comprometer
nuestra propia supervivencia y la de nuestros hermanos y hermanas. Honrar el
mandato divino de proteger la casa común, y al mismo tiempo defender la
sacralidad y la dignidad de todas las vidas humanas es, en la actualidad, una
de las mayores emergencias de nuestro tiempo. El espectro del cambio climático
se cierne amenazadoramente sobre el agua, el aire, los alimentos y los sistemas
energéticos, e igual de alarmantes son las amenazas a la salud pública: las
previsiones son preocupantes, el tiempo apremia. Hay que reducir a la mitad la
tasa de calentamiento en el breve plazo de un cuarto de siglo, y para hacerlo
es indispensable una acción inmediata y enérgica, un enfoque universal capaz de
producir cuanto antes cambios progresivos y la adopción de decisiones políticas
comprometidas".
Francisco, Esperanza. La autobiografía, (2025) Barcelona, Plaza y Janés, p. 305.
Les invitamos también a leer el documento Llevar a cabo acciones inmediatas para evitar una catástrofe, en la app AgustinosLlevar a cabo acciones inmediatas para evitar una catástrofe
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