Ayer, 8 de agosto, falleció a los noventa y dos años de edad Pedro Casaldáliga, un hombre que, como los antiguos profetas, denunció valerosamente los abusos de los poderosos y cuya vida constituye un ejemplo para todos aquellos que se esfuerzan por hacer que en el mundo reine la justicia.
No podemos rendirle mejor homenaje que escuchar sus palabras. Les acercamos, pues, la voz y el rostro de Pedro Casaldáliga.
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