25 marzo 2016

El Amor Crucificado

Daniel Nuño

¿Por qué mirando a la cruz
nuestros ojos se humedecen?
¿Por qué el alma se enternece
cuando contempla a Jesús,
de tal manera sufriendo
por la humanidad perdida?
¿Será que el alma dormida
su pecado allí esta viendo?
Pensamos: ¿Cómo es posible
que nadie de El se conduela?
El corazón se rebela
ante un crimen tan horrible.
Siendo Dios muy bien podía
evitar aquel suplicio;
mas acepta el sacrificio
con estoica valentía.
Quien a la cruz le sujeta,
no son los clavos punzantes.
Es su Amor, Su Amor triunfante,
quien logra que allí esté quieta
Su incomparable figura.
Aquel cuerpo inmaculado,
que carga con el pecado
de las humanas criaturas.
No existe razón más fuerte.
Es ese Amor escondido
en la cruz, que reverente,
hasta el más indiferente
la contempla conmovido.
Viendo en ella, la Bondad.
El Amor crucificado
El Cordero Inmaculado
que salva a la humanidad.
Ante esa cruz soy culpable,
pues yo debía ocuparla.
¿Puede haber, quien al mirarla
no se sienta responsable


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