Hoy y mañana celebramos dos acontecimientos importantes en
la vida de un cristiano. Hoy, fiesta de Todos los Santos, queremos recordar a tantos hermano y
hermanas nuestros que por su sencillez y entrega han dejado huella en nuestras
vidas. Su anonimato no implica el olvido, por eso celebramos su santo. Fueron
grandes y nos ayudaron a ser mejor personas.
Mañana, día de los Fieles Difuntos, también es un día muy especial.
Queremos recordar a nuestros seres más cercanos, seres queridos e inolvidables.
Nos han dejado, pero su legado y ejemplo permanecen. Somos mejores, tenemos una
vida mejor gracias a ellos. Que su luz y recuerdo permanezcan en nuestro corazón, siempre agradecido
por haberlos conocido y ser parte de nuestras vidas.
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