11 enero 2014

Oración por la fe

Pablo VI
Señor, haz que mi fe sea plena, sin reservas, y que penetre en mi pensamiento, en mi modo de juzgar las cosas divinas y las cosas humanas.
Señor, haz que mi fe sea libre; es decir, que tenga el concurso personal de mi adhesión, acepte las renuncias y los deberes que impone y exprese el ápice decisivo de mi personalidad: creo en ti, Señor.
Señor, haz que mi fe sea cierta. Cierta por una exterior congruencia de pruebas y cierta por un testimonio interior del Espíritu Santo. Cierta por una luz que la asegure, por una conclusión que la pacifique, por una asimilación que la haga reposar.
Señor, haz que mi fe sea fuerte. Que no tema la contradicción de los problemas cuando es plena la experiencia de nuestra vida ávida de luz. Que no tema la oposición de quien la discute, la impugna, la rechaza, la niega; sino que se refuerce en la prueba íntima de tu verdad, resista la fatiga de la crítica, se corrobore con la afirmación continua que sobrepasa las dificultades dialécticas y espirituales en que se desenvuelve nuestra existencia temporal.
Señor, haz que mi fe sea gozosa y dé a mi espíritu paz y alegría. Que lo habilite para la oración con Dios y para la conversación con los hombres, de manera que en el coloquio sagrado y en el profano irradie la felicidad interior de su posesión afortunada.
Señor, haz que mi fe sea operante y dé a la caridad las razones de su expansión moral, de manera que sea verdadera amistad contigo y continua búsqueda tuya, continuo testimonio, alimento continuo de esperanza, en las obras, en los sufrimientos, en la espera de la revelación final.
Señor, haz que mi fe sea humilde y no presuma fundarse en la experiencia de mi pensamiento y de mi sentimiento, sino que se rinda al testimonio del Espíritu Santo y no tenga garantía mayor que la docilidad a la Tradición y a la autoridad del Magisterio de la Santa Iglesia.         
 Amén.

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