30 septiembre 2014

Mientras vas de camino

Raúl Canali

Mientras vas de camino, agradece a la tierra
que te acuna y te aloja como madre y maestra,
tiene arrugas su rostro, montañosa belleza,
tienen vida sus ríos; llevan sangre sus venas.

Mientras vas de camino y te empujan los vientos
y te empapa la lluvia y el sol quema en silencio.
Sentirás que la vida tiene su movimiento,
obedece a su ritmo, que te lleve su aliento.

Mientras vas de camino, mientras llega tu muerte,
cada instante es tan frágil y a la vez es tan fuerte.
No vivir de rutinas, celebrar cada encuentro,
saborear que lo simple está lleno de eterno.

Mientras vas de camino, guarda todo en tu adentro,
las lecciones más grandes las explica el tiempo,
una hoja en blanco sea tu alma serena,
que los pueblos escriban allí lo que Dios quiera.

Mientras vas de camino, solidario y hermano,
cargarán en tus hombros mil dolores cansados,
sacarán tus sudores, serás hijo en sus casas,
confiarán sus secretos, te hablarán de esperanza.

Mientras vas de camino, transitados senderos,
gritarán desde abajo que no eres el primero.
Te sabrás peregrino, abrirás tu memoria,
buscarás que tus huellas también se hagan historia.

29 septiembre 2014

¿Ya pasó el derrame de crudo en Cuninico?

P. Miguel Ángel Cadenas
P. Manolo Berjón

En mayo 2014 se rompió el Oleoducto Nor-peruano a la altura de la quebrada Cuninico, afectando a toda la cuenca. No solo las corrientes de agua también el pescado ha sido intoxicado. El área afectada incluye los distritos de Urarinas, Parinari y Nauta. La ciudad de Nauta está situada a 271 km. de distancia de Cuninico. ¿Alguien nos podría contar el impacto que está teniendo en la Reserva Nacional Pacaya Samiria? Cuninico, comunidad nativa kukama, está situado en el área de amortiguamiento de dicha Reserva.



Fuente: Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente

Teniendo en cuenta el cuadro precedente, ¿se imaginan trabajar limpiando el crudo sin una protección adecuada? Si sumamos la época de calor en la que estamos tenemos todos los ingredientes para lipotimias, desmayos y demás desvanecimientos. Las noticias que nos llegan de Cuninico indican que todos los días alguna persona sale mareada o con cólico del lugar de trabajo. La exposición permanente al crudo, con las inhalaciones de gas que genera, es una potente fuente de intoxicación. Lo extraño es que no se presenten más enfermos. Nuestra sospecha es que la gente no dice todo lo que sucede. Reconocerlo es una forma de debilidad. Y ser débil, en el pueblo kukama, es apuntarse a perdedor.

Todo nos hace sospechar que las medidas de protección a los trabajadores no son las adecuadas. A pesar de la inspección del Ministerio de Trabajo a la zona, consideramos que no se han tomado todas las medidas del caso. Los sistemas de seguridad no funcionan. El calor propio del verano sobre la película de crudo con las inhalaciones de gas que genera es un potente factor de intoxicación. ¿Quién va a volver a destapar todos estos abusos?

Quienes opinan que ya pasó el derrame no contemplan el funcionamiento de los ecosistemas. Una cosa es que recojan el crudo, que todavía no lo está, ni de lejos, y otra que pase la contaminación. Los pobladores temen que en el mes de octubre, cuando comience a crecer el río, el área no esté completamente limpia, y los restos de crudo vuelvan a contaminar las cochas, una vez que suba el caudal del río. Demasiado rápido, forastero.

Nos encantaría escuchar los comentarios de algunos especialistas en diversas materias a partir de una visita ocular a la zona o, en su defecto, a partir de las fotos que circulan por Internet.


P. Miguel Ángel Cadenas                                        
P. Manolo Berjón
Parroquia Santa Rita de Castilla                              
Río Marañón                          

28 septiembre 2014

Contra los académicos (II)

Francisco Javier Bernad Morales

Los escritos de Agustín en los días de Casiciaco testimonian una vida apacible, entregada al estudio y al debate. Es uno de estos, prolongado durante varios días, el que constituye el diálogo que comentamos. Los interlocutores son además de Agustín, Licencio, Trigecio y Alipio. El primero, hijo de Romaniano, un joven sensible que, tras la lectura de Virgilio, se entusiasma por la poesía; el segundo, un militar que acaba de dejar el ejército y a quien cabe suponer de mayor edad y madurez; y el tercero, el gran amigo de Agustín desde los tiempos juveniles. Las intervenciones se presentan como recogidas por un taquígrafo[1], aunque, como es natural, las notas de este hubieron de ser revisadas antes de la publicación. Entre ellas se intercalan observaciones en que, de manera concisa, Agustín no solo las encuadra en el lugar y momento en que fueron pronunciadas, sino que además, con leves pinceladas, refleja el temperamento de cada uno y sus reacciones a medida que avanza la discusión. De esta forma el diálogo alcanza un notable grado de vivacidad. Una impresión que se ve acentuada por el hecho de que los primeros contendientes, Licencio y Trigecio, cuando se alcanza determinado nivel de profundidad, son sustituidos por Alipio y Agustín.

Es Agustín quien, a modo de ejercicio escolar, propone a sus discípulos, que previamente han leído el Hortensio de Cicerón, la cuestión de si es posible ser feliz sin conocer la verdad. Aunque la pregunta pueda parecernos extraña o incluso absurda, pues seguramente todos conocemos a personas que se nos antojan felices sin que hayamos observado nunca en ellas el más mínimo atisbo de inquietud intelectual, ninguno de los participantes en la disputa siente la tentación de escapar por tan vulgar camino. Si alguno lo hubiera hecho, los demás sin duda le habrían afeado que confundiera felicidad con embrutecimiento. Quizá le hubieran respondido de manera condescendiente, como a un ignorante se le habla de materias que exceden a su capacidad, que el hombre debe vivir conforme a la razón, pues esta es lo mejor que hay en él y que, por tanto, es falsa la felicidad que estriba en rebajarnos a vivir como las bestias, guiados por el instinto y orientados únicamente a la satisfacción de las necesidades materiales.

La discrepancia surge a un nivel más elevado. Mientras que Trigecio afirma que, en efecto, solo es feliz quien conoce la verdad, Licencio sostiene que basta con buscarla. Es este último quien invoca en su apoyo primero a Carnéades y, tras que su contrincante confesara desconocer su doctrina, a Cicerón. De esta manera, el diálogo se centra en el problema de si es posible el conocimiento de la verdad.





[1] En Roma, Tirón, secretario de Cicerón, había inventado un método de escritura rápida conocido como Notas tironianas, que constituye uno de los primeros sistemas taquigráficos.

27 septiembre 2014

25 septiembre 2014

Elogio al voluntariado

Gloria Fuertes

Yo quiero despertar vocaciones para que la gente se haga voluntaria.
Ser voluntario es entrar en la calle, en la casa, en el hospital, en la cárcel, en el pueblo y en la aldea donde hay un ser que sufre.
Ser voluntario es entrar con el corazón, en el corazón del que lo pasa mal.
Cuando un voluntario visita a alguien que está solo,  le cura la soledad; cuando le habla, le ayuda, le escucha y le siente, El solitario mejora de la soledad, que es (junto a otras) la enfermedad de los ancianos.
Se sabe que el voluntario va a trabajar gratis, no a ganar nada. Yo quiero negar esto. El voluntario va a ganar muchísimo; va a ganar el placer de ser útil, la risa de un anciano, la sonrisa de un enfermo, el abrazo de un niño sin padres, la amistad de un paralítico o el cariño de un preso.
El joven voluntario deja voluntariamente de ir a la discoteca, a la barra, para ir desde la silla a la cama con un minusválido en brazos. ¡Qué bella escena! Hacerse voluntario también es salvarse del aburrimiento que acecha, salvarse de lo vulgar, de lo material, y os hace sentir que sois útiles, que sois solidarios, que sois amorosos, que sois importantes, que sois una aspirina inmensa, que quien os "cate" se cura.

24 septiembre 2014

Cantiga 381 "Como a voz de Jesu-Cristo"



Cómo Santa María del Puerto resucitó a un niño que había muerto, hijo de un hombre bueno que habitaba en Jerez.

"Así como la voz de Jesucristo hace a los muertos vivir, la voz de su Madre hizo levantarse vivo a un muerto."

Sobre esto os contaré un milagro que sucedió en el Puerto que es de Santa María; de un niño de Jerez que murió y por lo que su madre fue tan dolorida que por poco no enloqueció la desgraciada.

El padre de este niño moraba en la colación de San Marcos, y se llamaba Juan; y por aquellos días Dios le había dado aquel niño varón, con el cual se había alegrado mucho y prendía gran placer.

A la madre la llamaban, como supe, Sancha y amaba a aquel niño tanto, según oí, que no podía amar más a cosa alguna; y sucedió que así como Dios se lo había concedido, así se lo fue a llevar.

Pues el pequeño enfermó de una gran fiebre mortal, y el padre y la madre, preocupados por él, no por otra cosa, lo llevaron al Puerto de la espiritual Reina; y se les murió, teniéndolo la madre en sus brazos.

La madre, después que vio que estaba muerto, dio una gran voz diciendo: "¡Ay, Santa María!, dadme a este mi niño; si no, llevadme con él, pues no viviré más en este mundo." Y debido a la tristeza empezó a desmayarse.

Por la gran voz que la madre diera cuando llamó a la Virgen, Jesucristo, su Hijo, aquel que resucitó a Lázaro después de cuatro días y lo llamó por su nombre, hizo levantar al niño inmediatamente y ser vivo muy sano y muy alegre. Y cuantos en el lugar estaban y vieron ésto, se pusieron a llorar, y llorando comenzaron a alabar a la Virgen por el tan hermoso milagro que había hecho.

22 septiembre 2014

Catequesis de Iniciación Cristiana

Carmen Sáez

En estos primeros días de otoño, cuando ya hay que comprar zapatos nuevos y se vive el entusiasmo del reencuentro con los compañeros, también se curiosean los libros del nuevo curso, y, las catequesis de iniciación cristiana se ponen en marcha. Los niños acuden ilusionados a inscribirse en los salones parroquiales y abren con ansiedad el  recién estrenado cuaderno de trabajo, pues entre una cada más grande carga lectiva y un gran listado de actividades extraescolares, hay  un espacio para la reflexión, para la interioridad, para descubrir al amigo Jesús en los compañeros de pupitre. Es necesario dedicar un tiempo al encuentro con la fe, la fe que nos salva y que nos hace mejores hombres y mujeres, y que también es raíz de nuestra cultura. Por ello, desde este blog, damos la bienvenida a nuestra parroquia a los niños que se preparan para recibir la Primera Comunión, para seguir a Cristo hasta las últimas consecuencias y ser sus testigos en un mundo cada vez más escéptico e indiferente.

Oración del catequista


Señor Jesús:
Aquí me tienes para servirte
y colocar a tus pies la labor en que estoy empeñado.

Tú me escogiste para ser catequista,
anunciador de tu Mensaje a los hermanos.

Me siento muy pequeño e ignorante,
soy a menudo inconstante,
pero sé que Tú me necesitas.
Gracias por confiar en mí, pequeño servidor tuyo.
Estoy pronto a cumplir esta hermosa tarea
con sencillez y modestia, amor y fe.
Quiero ser instrumento tuyo
para despertar en muchos hermanos:

cariño por tu persona,
confianza en tus promesas,

Paseando Cuninico en calzoncillos

P. Miguel Ángel Cadenas
P. Manolo Berjón

Mayo 2014 pasará a la historia del bajo Marañón como una fecha fatídica: lo rotura del Oleoducto Nor-peruano a la altura de la quebrada Cuninico. La población afectada corresponde al pueblo kukama de los distritos de Urarinas, Parinari y Nauta, en la provincia y departamento de Loreto, en el área de amortiguamiento de la Reserva Nacional Pacaya Samiria. Lo acontecido en Cuninico nos invita a la reflexión.

Ya hemos anotado en crónicas anteriores que las personas que se sumergieron en el crudo, para levantar el “pórtico”, lo hacían sin ninguna protección especial. Hubo quien, para preservar la ropa, se zambulló en el crudo en calzoncillos. Al terminar la tarea pudo usar su ropa y regresar tranquilamente a casa. [Más despacio: con dolores de cabeza, espalda, cuerpo, diarreas, incluso orinando sangre; expuestos, además, a algún tipo de cáncer]. Y aquellos que no quisieron sacar su ropa tuvieron que regresar a casa en calzoncillos, para vergüenza propia.

Los calzoncillos son una forma extrema de la relación entre público y privado. Es frecuente ver hombres con el torso desnudo. Suelen hacerlo para refrescarse o en determinados trabajos. No solo está permitido, sino incluso bien visto para no malograr la ropa y como una forma de exposición corporal. Pero nunca se verá a hombres en calzoncillos en espacios públicos, excepto a la hora del baño, sobre todo varones mayores, dado que los jóvenes utilizan truzas. El baño es un acto privado donde nadie se debe entrometer ni molestar. Por tanto, ocupar el espacio público en calzoncillos es una falta de respeto y una vergüenza. Forzar a una persona a llegar a su casa en calzoncillos es una forma extrema de utilización del espacio público como si fuera un espacio privado. El mundo al revés.

Obligar, como se hizo, a varios jóvenes, a regresar a sus casas en calzoncillos es exponerlos a la vergüenza. Los kukama, cuando nace un niño, le untan sus mejillas con añil, antiguamente con huito, para que no sea sinvergüenza y respete a su familia. Caminar por la calle en calzoncillos, más en presencia de mujeres, es una invitación a las relaciones sexuales. Y eso es algo íntimo, que nadie debe enterarse ni participar, excepto los implicados. ¿Pasearían los ingenieros de Petroperú en calzoncillos por la plaza de su ciudad de origen?


© Parroquia Santa Rita de Castilla, julio 2014


P. Miguel Ángel Cadenas                                        
P. Manolo Berjón
Parroquia Santa Rita de Castilla                              
Río Marañón   

20 septiembre 2014

¿Estado de excepción? Cuninico en el corazón

P. Miguel Ángel Cadenas
P. Manolo Berjón
                                                                                                                 
En mayo 2014 la rotura del Oleoducto Nor-peruano a la altura de la quebrada Cuninico afectó a la población kukama de los distritos de Urarinas, Parinari y Nauta, en la provincia y departamento de Loreto, en el área de amortiguamiento de la Reserva Nacional Pacaya Samiria. Este acontecimiento nos estimula a la siguiente reflexión.

Hemos pensado que en el fondo hay un problema de discriminación brutal: no somos ciudadanos. Por tanto, no podemos tomar decisiones por nosotros mismos, ni contribuir a los debates donde se toman tales decisiones, no somos tomados en cuenta. Sin embargo, vamos a dar una vuelta de tuerca más, apurando el argumento hasta su raíz.

No ha faltado quien hablando del refugiado percibe una ruptura entre el hombre y el ciudadano que trasluce la crisis del Estado-nación. De esta manera ha surgido una “masa residente estable de no-ciudadanos” que los Estados ni gestionan ni administran, mientras el capital se sirve de ellos como mano de obra barata. Esto nos da pie a nosotros para pensar que la “narrativa de la negación” utilizada por los criollos en la independencia del Perú fue una coartada perfecta para excluir a los indígenas. Esta ausencia de los indígenas nos permite comprender que el fallo no es sobre el ser ciudadano, sino sobre el mismo concepto de persona. No se trata únicamente de incorporar a los indígenas a la ciudadanía, sino de cuestionar la misma noción de persona.

Para los occidentales la persona es un animal con la posición erguida, la mano prensil y un mayor tamaño y complejidad del cerebro, entre otros. Sin embargo, para los indígenas la persona puede ser gente como nosotros, espíritu o animal, todo a la vez o simultáneamente. Las relaciones sociales configuran el tipo de persona que soy: si me relaciono preferentemente con espíritus, terminaré convirtiéndome en un espíritu, previa transformación pasando por la muerte. Si me relaciono con los animales acabaré por convertirme en un animal. Ahí están los relatos de personas que han sido robados por la huangana. Otro ejemplo de lo mismo son las narraciones de cazadores que, al momento de disparar a la presa, escuchan: “no dispares, soy gente”. De igual manera un afecto jaguar puede hacer de mi que me convierta en un jaguar…

Por su parte los indígenas consideran que ser persona depende de categorías como la cercanía, las relaciones sexuales y el compartir la comida, entre otras. Estas tres experiencias básicas definen qué clase de persona soy: gente, animal o espíritu. La cercanía no es únicamente compartir el mismo espacio, por reducido que sea. La cercanía implica contacto, pero también, y sobre todo, afecto. De ahí que sea tan importante extraer los piojos: es una forma de afectividad que vehicula, por si fuera poco, el pensamiento. Las relaciones sexuales se producen en la intimidad y estrechan los lazos de la pareja. Son marcas de una persona sobre otra. La pareja no está hecha, sobre todo los primeros años, hay que construirla y las relaciones sexuales ayudan en esta construcción. De igual manera la comida. Comer con alguien o compartir la comida con alguien implica familiaridad, cariño. Alimentar a alguien es un antídoto poderoso contra el olvido.

Los ingenieros de Petroperú mantienen la proximidad física, no les queda más remedio, no tanto el afecto. La rotación continua de ingenieros evita este contacto reiterado y estimación. Incluso algunas compañías aconsejan cierto desapego para evitar problemas. Desconocemos en este sentido los códigos que maneja Petroperú. Esperemos que eviten las relaciones sexuales. Y de darse, no dejamos de señalar que se producen relaciones de poder en ellas: étnicas, de género, status… Comprobaremos posteriormente si nacen niños cuyos padres no los quieren reconocer. Y la comida, los ingenieros de Petroperú comerán latas de atún…, pero a los indígenas se les indigestan y les hacen daño en forma de alergias. Mientras que su comida preferida, el pescado, tendrá que ser evitado mucho más allá de la permanencia de Petroperú en la comunidad. Esta forma de comer diferente no genera simpatía, cercanía, familiaridad, cariño, ni afecto, sino olvido. Y tal vez se trate de eso, de olvidar. Los ingenieros de Petroperú podrán fácilmente olvidarse cuando salgan de la zona. A los indígenas les costará más tiempo y esfuerzo olvidarse de un daño que les han causado e impactado fuertemente en su economía, parentesco y vida. Aunque fácilmente podrán olvidarse de los ingenieros que rehuyeron lazos más estrechos para evitar mayores compromisos.

Regresando a la idea del Estado-nación[1] procedente de una “narrativa de la negación”, que, con procedimientos jurídicos, en la práctica, excluye a los indígenas, más aún a las mujeres indígenas. De ahí, que no haya habido una supervisión del trabajo realizado por Petroperú en Cuninico hasta que el programa Panorama no destapó graves irregularidades. Cuando no se pudo ocultar el escándalo y “los ciudadanos” estaban indignados de lo sucedido con los indígenas es que el Estado-nación comienza a actuar. Esperemos que sea con contundencia. Pero hay más ejemplos. Un fiscal, en los primeros días de conocido el derrame, tuvo el atrevimiento de dirigirse a la población de Cuninico, que esperaba su orientación, con las siguientes palabras: “yo he venido a supervisar, no he venido a escucharles a ustedes”. ¿No les parece que con este comportamiento está haciendo méritos para su ascenso? Miembros de la OEFA (Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental), en su primer viaje, pasean por la comunidad de Cuninico sin identificarse, como quien pasea por su casa. Este comportamiento es especialmente grave en pueblos indígenas donde lo primero que debe hacer una persona es identificarse y explicar los motivos de su visita. Estos y otros destellos de soberbia, altanería y vanidad propios del Estado no están fuera de lugar sino que retratan perfectamente la crisis en la que estamos inmersos: la exclusión de los pueblos indígenas en este Estado-nación.

Apurando un poco más, y esperemos que no se les indigeste. ¿No queda en entredicho el Estado de derecho cuando se envía a los trabajadores a sumergirse dentro del crudo sin ninguna protección especial, por ocho horas diarias durante varios días, desconociendo las leyes laborales? Insistimos, ¿no queda en entredicho el Estado de derecho cuando algunos de esos trabajadores, siendo menores de edad, con conocimiento de Petroperú, son enviados a ese trabajo peligroso? ¿No generan estos comportamientos anomia? ¿Y no es la pulsión anómica una de las características del Estado de excepción? Dejamos constancia, aunque sea como interrogante.

Apostilla: la serie de normativas, hace poco aprobadas, para fortalecer la inversión no es sino una forma de “desnacionalización”: poner el orden jurídico nacional al servicio de los capitales transnacionales. Otra manera de atacar la idea de Estado-nación, esta vez desde el propio Estado, por implosión.



© Parroquia Santa Rita de Castilla, julio 2014

P. Miguel Ángel Cadenas     
P. Manolo Berjón
Parroquia Santa Rita de Castilla                              
Río Marañón              



[1] En realidad cada pueblo indígena amazónico es una nación, por lo tanto habría que matizar y hablar de un Estado y varias naciones. En la práctica el Estado peruano se presenta como un Estado-nación, desconociendo las singularidades propias y negando las naciones en su interior. Sin embargo, para nuestro argumento no es necesario en este momento mayor desarrollo de este tema.

18 septiembre 2014

Pues busco, debo encontrar

Amado Nervo

Pues busco, debo encontrar.
Pues llamo, débenme abrir.
Pues pido, me deben dar.
Pues amo, débenme amar.
Aquel que me hizo vivir.
¿Calla? Un día me hablará.
¿Me pone a prueba? Soy fiel.
¿Pasa? No lejos irá;
pues tiene alas mi alma , y va
volando detrás de Él.
Es poderoso, más no
podrá mi amor esquivar.
Invisible se volvió,
mas ojos de lince yo
tengo y le habré de mirar.
Alma, sigue hasta el final
en pos del Bien de los bienes.
y consuélate en tu mal
pensando como Pascal:

"¿Le buscas? ¡Es que le tienes!

16 septiembre 2014

Relevo en el equipo de sacerdotes de la parroquia

Ayer se celebró en la parroquia el primer Consejo Parroquial de esta nueva etapa, presidido por el P. José Mª Salado, sacerdote agustino, que viene acompañándonos desde hace  una década y párroco actual., recientemente nombrado por el Sr. Obispo. En la reunión tuvo palabras de agradecimiento para el párroco anterior: el padre José Souto, que estuvo catorce años entre nosotros y para el vicario que también nos deja, el padre Nolasco Msemva, llegado más recientemente, pero que también dejó su huella; y destacó la entrega y dedicación a la comunidad por parte de ambos. También presentó al nuevo equipo: el padre Cesáreo, que estará con nosotros unos meses y los padres Mario Beato y Luis Rodríguez de Lucas, que, si bien todavía no se han incorporado, lo harán próximamente. Ellos, junto al padre Maximino que continúa a nuestro lado, constituyen el nuevo equipo parroquial.
La reunión se abrió con una oración, compuesta por el P. José María en la que este expresó  un modelo de parroquia, así como los principios sobre los cuáles ha de sustentarse y los objetivos que deben orientarnos a quienes la integramos.
Desde este blog, queremos sumarnos al agradecimiento al equipo anterior y desear lo mejor al nuevo equipo, reafirmando el compromiso de participar, en la medida de nuestras posibilidades en la tarea común de crear Iglesia.
Para que todos podamos sumarnos a ella queremos dar a conocer la oración del Consejo Pastoral:

Oración del Consejo Pastoral

Señor, aquí estamos los miembros del Consejo Pastoral de la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación de Móstoles.
Venimos con nuestros proyectos y retos para este año nuevo.
Queremos que Tú nos animes y acompañes, porque queremos ser una parroquia tuya en este mundo que nos ha tocado vivir.
Ayúdanos a ser una parroquia abierta y viva, donde quepamos todos.
Deseamos ser una parroquia evangelizadora, donde se anuncie tu palabra y tu evangelio.
Intentamos ser una parroquia generosa y caritativa, donde se ayuda al necesitado y al indigente.
Aspiramos ser una parroquia celebrativa y festiva, donde gocemos la alegría de tu salvación y vivamos de tu amor.
Buscamos ser una parroquia de comunión, donde todos formemos y vivamos la comunidad y fomentemos la comunión.
Señor acompáñanos y guíanos en este curso 2014-2015.
Que así sea.

Padre nuestro…
                Madre de la Consolación

                Ruega por nosotros.

15 septiembre 2014

Contra los académicos (I)

Francisco Javier Bernad Morales

En el verano del año 386 ya Agustín había tomado la determinación de renunciar a su cátedra de Retórica en Milán, aunque había aplazado su puesta en práctica hasta las vacaciones de la vendimia. A la inquietud religiosa que le encaminaba por otros derroteros se sumaba algún problema respiratorio que le causaba dolores en el pecho, además de fatigarle y dificultarle el hablar durante períodos prolongados. Según cuenta (Confesiones, IX, 2, 4), esta dolencia le brindó la excusa para abandonar el trabajo sin ofender a los padres de sus alumnos.

Llegado el momento, tras notificar su dimisión a las autoridades, en compañía de su madre, Mónica, y de sus discípulos más allegados, se retiró a la finca que su amigo Verecundo poseía en Casiciaco. Allí, durante unos meses, el pequeño grupo se entregó al otium, es decir, al estudio y discusión de los grandes problemas filosóficos, o en otras palabras, a la búsqueda de la sabiduría, sin descuidar por ello la vigilancia de los trabajos agrícolas. Todo parece indicar que fueron días apacibles, en que el espíritu de Agustín pudo reposar tras las turbulencias que lo habían alterado en tiempos anteriores. Fruto de ellos fueron las obras que suelen agruparse bajo el título de Diálogos de Casiciaco. Son estos: Contra Academicos, De Beata Vita, De Ordine y Soliloquia.

Tanto Agustín como sus compañeros de retiro eran ya cristianos de espíritu aunque aún no habían recibido el bautismo. Fue precisamente la necesidad de trasladarse a Milán para inscribirse como catecúmenos lo que hizo que a principios de marzo del 387 abandonaran la finca.

No debemos olvidar que pese a lo que pudiera dar a entender la placidez de Casiciaco, el Imperio vivía ya sus últimos espasmos. En Oriente gobernaba Teodosio, quien había conseguido restablecer la situación tras la desastrosa derrota de Valente frente a los godos en Adrianópolis (378); en tanto que en Occidente lo hacía el joven Valentiniano II, aunque en realidad el poder lo ejercía su madre, Justina. Esta era arriana y había tenido duros enfrentamientos con Ambrosio, el obispo de Milán, en los que la autoridad y sobre todo el prestigio imperiales habían quedado muy menoscabados. Además, en el 381 el ejército de Britania había proclamado emperador a Máximo, quien había ocupado la Galia y desde Tréveris controlaba las provincias citadas e Hispania. Finalmente, en 387, atacó el Ilírico, lo que hizo que Justina solicitara la ayuda de Teodosio, a quien entregó a su hija Gala en matrimonio. Derrotado, el usurpador fue asesinado (388), lo que, unido a la muerte de Justina, dejó a Teodosio como árbitro del imperio. Este mantuvo a su cuñado Valentiniano en Occidente, pero  situó a su lado a Arbogasto, un franco como magister militum, es decir, jefe supremo del ejército. Por extraño que parezca, el mismo emperador que hizo de la ortodoxia nicena la religión oficial, impuso a un pagano como amo del poder en Occidente. Fueran cuales fueren las razones que lo empujaron a tomar esa decisión, el hecho es que Valentiniano pereció en 392 asesinado, posiblemente por Arbogasto, quien aseguró que se trataba de un suicidio y proclamó emperador al pagano Eugenio. Teodosio se vio obligado de nuevo a intervenir y, tras alcanzar la victoria en la batalla del Frígido (394), asumió personalmente el Imperio de Occidente. 

14 septiembre 2014

Haec est dies (Psallendum)

Misa mozárabe



(Psallendum) 

Hæc est dies quam fecit Dominus, 
exsultemus et lætemur in ea. 

V/. Dextera Domini fecit virtutem. 
Dextera Domini exaltavit me. 

R/. Exsultemus et lætemur in ea.


(Salmo de meditación)

Este es el día que hizo el Señor,
gocémonos y alegrémonos en él.

V/. La diestra del Señor ha obrado proezas.
La diestra del Señor me ha encumbrado.

R/. Gocémonos y alegrémonos en él.

13 septiembre 2014

Hemos encontrado al Mesías

Juan Crisóstomo

Hoy, en la Iglesia Católica, celebramos la festividad de San Juan Crisóstomo ( 347- 407), religioso cristiano, partriarca de Constantinopla, considerado como uno de los Padres de la Iglesia de Oriente, famoso por su facilidad de palabra a la hora de transmitir las enseñanzas de la Sagrada Escritura.
Por este motivo, presentamos a continuación un extracto de una de sus homilías sobre el Evangelio de San Juan.

Andrés, después de permanecer con Jesús y de aprender de él muchas cosas, no escondió el tesoro para sí solo, sino que corrió presuroso en busca de su hermano, para hacerle partícipe de su descubrimiento. Fíjate en lo que dice a su hermano: Hemos encontrado al Mesías, que significa Cristo. ¿Ves de qué manera manifiesta todo lo que había aprendido en tan breve espacio de tiempo? Pues, por una parte, manifiesta el poder del Maestro, que les ha convencido de esto mismo, y, por otra, el interés y la aplicación de los discípulos, quienes ya desde el principio se preocupaban de estas cosas. Son las palabras de un alma que desea ardientemente la venida del Señor, que espera al que vendrá del cielo, que exulta de gozo cuando se ha manifestado y que se apresura a comunicar a los demás tan excelsa noticia. Comunicarse mutuamente las cosas espirituales es señal de amor fraterno, de entrañable parentesco y de sincero afecto.

Pero advierte también, y ya desde el principio, la actitud dócil y sencilla de Pedro. Acude sin tardanza: Y lo llevó a Jesús, afirma el evangelio. Pero que nadie lo acuse de ligereza por aceptar el anuncio sin una detenida consideración. Lo más probable es que su hermano le contase más cosas detalladamente, pues los evangelistas resumen muchas veces los hechos, por razones de brevedad. Además, no afirma que Pedro creyera al momento, sino que lo llevó a Jesús, y a él se lo confió, para que del mismo Jesús aprendiera todas las cosas. Pues había también otro discípulo que tenía los mismos sentimientos.

Si Juan Bautista, cuando afirma: Éste es el Cordero, y: Bautiza con Espíritu Santo, deja que sea Cristo mismo quien exponga con mayor claridad estas verdades, mucho más hizo Andrés, quien, no juzgándose capaz para explicarlo todo, condujo a su hermano a la misma fuente de la luz, tan contento y presuroso, que su hermano no dudó ni un instante en acudir a ella.


11 septiembre 2014

Se ome fezer de grado

Alfonso X el Sabio



[Esta é como un cavaleiro poderoso levava a mal outro por un fillo que lle matara, e soltó-o en ha eigreja de Santa Maria, e disse-lle a Magestade «gracias» poren].

Se ome fezer de grado pola Virgen algun ben,
demostrar-ll' averá ela sinaes que lle praz en.

Desto vos direi miragre, ond' averedes sabor,
que mostrou Santa Maria con merce' e con amor
a un mui bon cavaleiro e seu quito servidor,
que ena servir metia seu coraçon e seu sen.

Se ome fezer de grado pola Virgen algun ben...

El avia un seu fillo que sabia mais amar
ca ssi, e un cavaleiro matou-llo. E con pesar
do fillo foi el prende-lo, e quisera-o matar
u el seu fillo matara, que lle non valvesse ren.

Se ome fezer de grado pola Virgen algun ben...

E el levando-o preso en ha eigreja 'ntrou,
e o pres' entrou pos ele, e el del non sse nenbrou;
e pois que viu a omagen da Virgen y, [o] soltou,
e omildou-ss' a omagen e disso «graças» poren.

Se ome fezer de grado pola Virgen algun ben...

08 septiembre 2014

El Señor se ha compadecido de nosotros

San Agustín

Dichosos nosotros, si llevamos a la práctica lo que escuchamos y cantamos. Porque cuando escuchamos es como si sembráramos una semilla, y cuando ponemos en práctica lo que hemos oído es como si esta semilla fructificara. Empiezo diciendo esto, porque quisiera exhortaros a que no vengáis nunca a la iglesia de manera infructuosa, limitándoos sólo a escuchar lo que allí se dice, pero sin llevarlo a la práctica. Porque, como dice el Apóstol, estáis salvados por su gracia, pues no se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. No ha precedido, en efecto, de parte nuestra una vida santa, cuyas acciones Dios haya podido admirar, diciendo por ello: «Vayamos al encuentro y premiemos a estos hombres, porque la santidad de su vida lo merece». A Dios le desagradaba nuestra vida, le desagradaban nuestras obras; le agradaba, en cambio, lo que él había realizado en nosotros. Por ello, en nosotros, condenó lo que nosotros habíamos realizado y salvó lo que él había obrado.
Nosotros, por tanto, no éramos buenos. Y, con todo, él se compadeció de nosotros y nos envió a su Hijo a fin de que muriera, no por los buenos, sino por los malos; no por los justos, sino por los impíos. Dice, en efecto, la Escritura: Cristo murió por los impíos. Y ¿qué se dice a continuación? Apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir. Es posible, en efecto, encontrar quizás alguno que se atreva a morir por un hombre de bien; pero por un inicuo, por un malhechor, por un pecador, ¿quién querrá entregar su vida, a no ser Cristo, que fue justo hasta tal punto que justificó incluso a los que eran injustos?
Ninguna obra buena habíamos realizado, hermanos míos; todas nuestras acciones eran malas. Pero, a pesar de ser malas las obras de los hombres, la misericordia de Dios no abandonó a los humanos. Y Dios envió a su Hijo para que nos rescatara, no con oro o plata, sino a precio de su sangre, la sangre de aquel Cordero sin mancha, llevado al matadero por el bien de los corderos manchados, si es que debe decirse simplemente manchados y no totalmente corrompidos. Tal ha sido, pues, la gracia que hemos recibido. Vivamos, por tanto, dignamente, ayudados por la gracia que hemos recibido y no hagamos injuria a la grandeza del don que nos ha sido dado. Un médico extraordinario ha venido hasta nosotros, y todos nuestros pecados han sido perdonados. Si volvemos a enfermar, no sólo nos dañaremos a nosotros mismos, sino que seremos además ingratos para con nuestro médico.
Sigamos, pues, las sendas que él nos indica e imitemos, en particular, su humildad, aquella humildad por la que él se rebajó a sí mismo en provecho nuestro. Esta senda de humildad nos la ha enseñado él con sus palabras y, para darnos ejemplo, él mismo anduvo por ella, muriendo por nosotros. Para poder morir por nosotros, siendo como era inmortal, la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros. Así el que era inmortal se revistió de mortalidad para poder morir por nosotros y destruir nuestra muerte con su muerte.
Esto fue lo que hizo el Señor, éste el don que nos otorgó. Siendo grande, se humilló; humillado, quiso morir; habiendo muerto, resucitó y fue exaltado para que nosotros no quedáramos abandonados en el abismo, sino que fuéramos exaltados con él en la resurrección de los muertos, los que, ya desde ahora, hemos resucitado por la fe y por la confesión de su nombre. Nos dio y nos indicó, pues, la senda de la humildad. Si la seguimos, confesaremos al Señor y, con toda razón, le daremos gracias, diciendo: Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, invocando tu nombre.



De los sermones de San Agustín, obispo. Sermón 23

07 septiembre 2014

La consolación de la filosofía (y II)

Francisco Javier Bernad Morales

Boecio escribió De Consolatione Phiposophiae durante el encierro en Pavía que precedió a su ejecución. Se nos presenta a sí mismo acusado injustamente y desengañado, en un momento en que al borde de la desesperación, recibe la visita de la Filosofía, encarnada en figura de mujer. Alternando partes dialogadas y poesía, esta le hace ver lo fútil de sus temores y le anima a afrontar el futuro con decisión y dignidad. Nada más engañoso que aquello que comúnmente se tiene por bienes en el mundo. La riqueza, la fama y los honores están sujetos a la incierta mudanza de la fortuna y, a menudo, son obstáculos que nos impiden abrazar la virtud y nos hacen olvidar que solo en esta reside la felicidad.

Todo el discurso está impregnado por un tono serio, incluso solemne. Si no supiéramos por otras fuentes que el autor es cristiano, lo tendríamos por una obra cumbre de la ética pagana. Realmente todas las referencias están tomadas de filósofos estoicos o académicos y cuando se habla del sabio que perece víctima de la tiranía, sea esta de la multitud o del monarca, los nombres que aparecen son los de Sócrates y Papiniano[1]. Sorprende que en una obra de esta índole, escrita por un cristiano que aguarda a que se le dé muerte, esté ausente toda mención a Cristo o a la Iglesia. Tanto es así que no han faltado quienes han considerado que el libro está inconcluso y que a la consolación de la filosofía debería seguir una consolación de la religión que Boecio no tuvo tiempo de escribir. Es una hipótesis indemostrable. Realmente nada en la lectura sugiere que el autor planeara completar lo dicho. No parece que haya más remedio que aceptar que, en la mente de Boecio, la filosofía basta para consolar al justo sufriente. Dicho de otro modo: la tranquilidad de espíritu para afrontar la muerte no se la proporciona la Revelación, sino la razón. Ante una evidencia tan desconcertante, algunos han supuesto que el libro se atiene a las convenciones de los diálogos filosóficos paganos. Pero  ¿cabe pensar que un hombre ante la muerte se entregue a un ejercicio de escuela? Que era cristiano lo sabemos por su amigo Casiodoro y por otras obras suyas, entre ellas el tratado sobre la Trinidad ya mencionado. ¿Qué pudo pasar por su mente en los meses de encierro? Ahí está De Consolatione Philosophiae como un desafío esperando que seamos capaces de interpretarlo.

Hay con todo un punto en que parece apartarse de la tradición filosófica pagana. Ya casi al final de la obra, en el libro V, muestra explícitamente su creencia en una creatio ex nihilo, para a continuación entregarse a unas consideraciones sobre el tiempo que recuerdan a las expresadas por San Agustín en el libro XI de las Confesiones y que podríamos resumir diciendo: “Antes de la Creación no existían ni la materia ni el tiempo”. Aunque ya al formularlo así incurrimos en una contradicción, pues en este contexto el término “antes” carece totalmente de sentido.





[1] Juriconsulto romano, prefecto del pretorio bajo Septimio Severo. Caracalla lo hizo matar en 212, al parecer por haberse negado a justificar ante el Senado el asesinato de Geta.

06 septiembre 2014

Oración por el trabajo

Papa Francisco

Oración al Señor

Señor Dios, míranos. Mira esta ciudad, esta isla. Mira a nuestras familias.
Señor, a Ti no te faltó el trabajo, fuiste carpintero, eras feliz.

Señor, nos falta el trabajo.

Los ídolos quieren robarnos la dignidad. Los sistemas injustos quieren robarnos la esperanza.

Señor, no nos dejes solos. Ayúdanos a ayudarnos entre nosotros; que olvidemos un poco el egoísmo y sintamos en el corazón el “nosotros”, nosotros pueblo que quiere ir adelante.

Señor Jesús, a Ti no te faltó el trabajo, danos trabajo y enséñanos a luchar por el trabajo y bendícenos a todos nosotros. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


 Plegaria a Dios al final del encuentro con los trabajadores (Cagliari, 22 de septiembre de 2013)


04 septiembre 2014

Fiesta de la Virgen

Hoy celebramos la solemnidad de Nuestra Señora de la Consolación, patrona de los padres agustinos. Con este motivo, incluimos un bello poema de alabanza a Nuestra Madre, escrito en el siglo XVI  por el también sacerdote,  además de escritor, Félix  Lope de Vega y Carpio.

Lope de Vega 

Cantando el Verbo divino
Un alto tan soberano, 
Como de Dios voz y mano, 
A ser contrabajo vino,
Bajando hasta el punto humano; 
Que aunque es de sus pies el suelo 
El serafín de más vuelo 
Y el más levantado trono,
Bajó por la tierra el tono 
Hoy la música del cielo.

Una Virgen no tocada
Toca con destreza tanta
El arpa de David santa,
Como la tiene abrazada,
Que adonde el infierno espanta,
Dos puntos solos tocó, 
El bajo y el alto juntó, 
Que, como en una pregunta 
Con un Sí Dios y hombre junta, 
En dos puntos se cifró.

De un fiat comienza el Fa, 
De su obediencia y su fe, 
Vió Dios el Mi, siendo el Re 
Rey, y reparó que en La 
Virgen estrella Sol fue. 
Pero después que nació, 
Cifrada en dos puntos vio 
La tierra por su consuelo, 
El armonía del cielo, 
Sol y La que le parió.

03 septiembre 2014

Induit te Dominus

Rito visigótico de consagración del altar



Rito Visigótico de consagración del Altar

Induit te Dominus tunica iocunditatis, 
et imposuit tibi coronam, 
et ornavit te ornamentis sanctis.

V/. Luce splendida fulgebis,
et omnes fines terrae adorabunt te.

Induit te Dominus tunica iocunditatis, et imposuit
tibi coronam, et ornavit te ornamentis sanctis.

V/. Nationes ex longinquo ad te venient
et munera deferentes adorabunt Dominum,
et terram tuam in sanctificatione habebunt
et nomen magnum invocabunt te.

Induit te Dominus tunica iocunditatis, et imposuit
tibi coronam, et ornavit te ornamentis sanctis.

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El Señor te revistió con la túnica de la alegría, te impuso
una corona y te atavió con ornamentos santos.

V/. Brillarás con luz resplandeciente
y todos los confines de la tierra te adorarán.

El Señor te revistió con la túnica de la alegría, te impuso
una corona y te atavió con ornamentos santos.

V/. De lejos vendrán los pueblos ante ti y, ofreciendo sus
regalos, adorarán al Señor, santificarán tu tierra
e invocarán tu nombre magno.

El Señor te revistió con la túnica de la alegría, te impuso
una corona y te atavió con ornamentos santos.


Intérpretes: Schola Antiqua

01 septiembre 2014

La consolación de la filosofía (I)

Francisco Javier Bernad Morales

De Consolatione Philosophiae es la obra más leída de Anicio Manlio Severino Boecio. Había nacido este en Roma hacia el año 480, es decir, muy poco después de que Odoacro depusiera a Rómulo Augústulo y, al enviar a Bizancio las insignias imperiales, terminara con Imperio Romano de Occidente. Pertenecía a una familia distinguida, algunos de cuyos miembros habían alcanzado el consulado y, aunque muy joven quedó huérfano de padre, recibió una esmerada educación gracias al senador Aurelio Símaco a cuyo cuidado quedó encomendado y con cuya hija Rusticiana contrajo matrimonio. Para entonces, el ostrogodo Teodorico, en calidad de federado del Imperio de Oriente había ocupado Italia, de la que se había proclamado rey, con el beneplácito del emperador Anastasio, a quien debía una teórica sumisión que jamás fue efectiva.

Bajo el nuevo poder se inició un período de relativa calma en que el Senado pudo mantener una apariencia de dignidad. Teodorico, establecido en Rávena, gobernaba sobre los ostrogodos de religión arriana, que constituían una aristocracia militar, y sobre los romanos católicos, que mantenían sus instituciones, ahora sometidas al nuevo poder. Ambos pueblos, sujetos a diferentes leyes, quedaban por completo separados.  En este ambiente en que un reducido grupo de conquistadores distintos en lengua y religión convive sin mezclarse con una mayoría de población romana, se desarrolla la vida de Boecio. Orientado en un principio hacia el estudio, tradujo al latín obras de Platón, Aristóteles y Porfirio, así como, según Casiodoro, de Euclides, Pitágoras, Tolomeo y Arquímedes. Además escribió de su propia cosecha tratados teológicos, de los que se conservan varios, entre ellos uno sobre la Trinidad, y obras sobre música y matemáticas. Compaginó además estas tareas con una activa intervención en la vida pública, que le llevó a ser cónsul en 510 y magister officiorum, uno de los puestos de mayor responsabilidad muy próximo al rey, hacia 522. Sin embargo, muy poco después fue encarcelado bajo las acusaciones de conspiración y de sacrilegio y, tras un tiempo en prisión en el que escribió De Consolatione Philosophiae, condenado a muerte y ejecutado (525).

Es muy posible que en la caída de Boecio fuera determinante el empeoramiento de las relaciones entre ostrogodos y bizantinos, después de que el emperador Justino comenzará a perseguir a los arrianos. Teodorico comenzó a sospechar que una parte del Senado estaba en tratos con los bizantinos para expulsar a los ostrogodos y, aunque no parece probable que Boecio participara activamente en  ninguna conspiración, sí es cierto que intervino en defensa de uno de los supuestos implicados, el excónsul Albino. Las aprensiones de Teodorico, por más que en este caso le llevaran a actuar de manera injusta, no carecían de fundamento. El anciano Justino gobernaba auxiliado por su sobrino Justiniano, quien le sucedería en el trono (527). Aspiraba este a recuperar los territorios occidentales del Imperio y finalmente alcanzaría a ocupar el reino el reino ostrogodo tras una larga guerra (535-554). En 533-534 había conquistado también el reino vándalo del norte de África y en 552 había intervenido en el reino visigodo de Hispania, en apoyo Atanagildo sublevado contra el rey Agila. Como recompensa por su ayuda, el usurpador victorioso entregó a los bizantinos un amplio territorio en el sureste con centro en Cartagena.


Aunque no parece que los motivos religiosos fueran causa de su condena, Boecio fue desde muy pronto venerado como mártir en Pavía, donde había permanecido encarcelado y se le había dado muerte. Este culto obtuvo en 1883 la aprobación del papa León XIII.