31 julio 2013

Oración como una bendición

Joseph Nguyen Công Doan, S.J.

¡Señor, dispón de mí según tu voluntad!
Haz que sea pies y manos para los cojos y los mancos,
ojos para los ciegos,
oídos para los sordos,
boca y lengua para los mudos,
voz para las víctimas de la injusticia.
¡Señor, envíame a los arrozales!
Haz que lleve alimento a los que tienen hambre,
agua a los que tienen sed,
medicina a los enfermos,
vestido a los desnudos,
abrigo a los que tiemblan de frío.
¡Señor, envíame a los caminos desiertos!
Haz que sea una lámpara que ilumine los pasos
de los perdidos en la oscuridad,
fuego en la noche,
fuego que caliente a los que entumece el frío.
Haz que sea testigo de la compasión
para aquellos que caminan en su soledad.
Haz que devuelva su dignidad a los oprimidos,
haz que dé la libertad a los abatidos.
¡Señor, envíame a los lugares más remotos!
Haz que lleve la paz a los que viven en discordia,
la serenidad a los que viven en la angustia,
el consuelo a los que sufren,
la felicidad a los afligidos,
la suerte a los privados de ella.
¡Señor, hazme como una buena suerte!
Que dé felicidad a todos los desposeídos
que encuentre en mi camino.
Haz que ningún miedo me detenga,
que avance por el océano de la vida
con un corazón de volcán
y dulces manos como las de una madre.
¡Señor, conviérteme en un instrumento disponible para todo!
Que a todos lleve la paz y la alegría de la felicidad.
Mi suerte la pongo en tus manos.
Tú que eres Dios, Amor y Sentido de la vida,
dame la plenitud de tu esperanza
para que en ti y sólo en ti encuentre mi felicidad.
Amén.


30 julio 2013

Homilía del Papa Francisco en la misa de clausura de la JMJ 2013 en Río de Janeiro (28 de julio)

Queridos hermanos en el episcopado y en el sacerdocio. Queridos jóvenes:

«Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Con estas palabras, Jesús se dirige a cada uno de ustedes diciendo: «Qué bonito ha sido participar en la Jornada Mundial de la Juventud, vivir la fe junto a jóvenes venidos de los cuatro ángulos de la tierra, pero ahora tú debes ir y transmitir esta experiencia a los demás». Jesús te llama a ser discípulo en misión. A la luz de la palabra de Dios que hemos escuchado, ¿qué nos dice hoy el Señor? Tres palabras: Vayan, sin miedo, para servir.

1. Vayan. En estos días aquí en Río, han podido experimentar la belleza de encontrar a Jesús y de encontrarlo juntos, han sentido la alegría de la fe. Pero la experiencia de este encuentro no puede quedar encerrada en su vida o en el pequeño grupo de la parroquia, del movimiento o de su comunidad. Sería como quitarle el oxígeno a una llama que arde. La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite, para que todos conozcan, amen y profesen a Jesucristo, que es el Señor de la vida y de la historia (cf. Rm 10,9).

Pero ¡cuidado! Jesús no ha dicho: si quieren, si tienen tiempo, sino: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Compartir la experiencia de la fe, dar testimonio de la fe, anunciar el evangelio es el mandato que el Señor confía a toda la Iglesia, también a ti; es un mandato que no nace de la voluntad de dominio o de poder, sino de la fuerza del amor, del hecho que Jesús ha venido antes a nosotros y nos ha dado, no algo de sí, sino todo él, ha dado su vida para salvarnos y mostrarnos el amor y la misericordia de Dios. Jesús no nos trata como a esclavos, sino como a hombres libres, amigos, hermanos; y no sólo nos envía, sino que nos acompaña, está siempre a nuestro lado en esta misión de amor.

¿Adónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos. El evangelio no es para algunos sino para todos. No es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente. El Señor busca a todos, quiere que todos sientan el calor de su misericordia y de su amor.

En particular, quisiera que este mandato de Cristo: «Vayan», resonara en ustedes jóvenes de la Iglesia en América Latina, comprometidos en la misión continental promovida por los obispos. Brasil, América Latina, el mundo tiene necesidad de Cristo. San Pablo dice: «¡Ay de mí si no anuncio el evangelio!» (1 Co 9,16). Este continente ha recibido el anuncio del evangelio, que ha marcado su camino y ha dado mucho fruto. Ahora este anuncio se os ha confiado también a ustedes, para que resuene con renovada fuerza. La Iglesia necesita de ustedes, del entusiasmo, la creatividad y la alegría que les caracteriza. Un gran apóstol de Brasil, el beato José de Anchieta, se marchó a misionar cuando tenía sólo diecinueve años. ¿Saben cuál es el mejor medio para evangelizar a los jóvenes? Otro joven. Éste es el camino que hay que recorrer.

2. Sin miedo. Puede que alguno piense: «No tengo ninguna preparación especial, ¿cómo puedo ir y anunciar el evangelio?». Querido amigo, tu miedo no se diferencia mucho del de Jeremías, un joven como ustedes, cuando fue llamado por Dios para ser profeta. Recién hemos escuchado sus palabras: «¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que sólo soy un niño». También Dios dice a ustedes lo que dijo a Jeremías: «No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte» (Jr 1,6.8). Él está con nosotros.

«No tengan miedo». Cuando vamos a anunciar a Cristo, es él mismo el que va por delante y nos guía. Al enviar a sus discípulos en misión, ha prometido: «Yo estoy con ustedes todos los días» (Mt 28,20). Y esto es verdad también para nosotros. Jesús no nos deja solos, nunca les deja solos. Les acompaña siempre.

Además Jesús no ha dicho: «Ve», sino «Vayan»: somos enviados juntos. Queridos jóvenes, sientan la compañía de toda la Iglesia, y también la comunión de los santos, en esta misión. Cuando juntos hacemos frente a los desafíos, entonces somos fuertes, descubrimos recursos que pensábamos que no teníamos. Jesús no ha llamado a los apóstoles a vivir aislados, los ha llamado a formar un grupo, una comunidad. Quisiera dirigirme también a ustedes, queridos sacerdotes que concelebran conmigo en esta eucaristía: han venido para acompañar a sus jóvenes, y es bonito compartir esta experiencia de fe. Pero es una etapa en el camino. Sigan acompañándolos con generosidad y alegría, ayúdenlos a comprometerse activamente en la Iglesia; que nunca se sientan solos.

3. La última palabra: para servir. Al comienzo del salmo que hemos proclamado están estas palabras: «Canten al Señor un cántico nuevo» (95,1). ¿Cuál es este cántico nuevo? No son palabras, no es una melodía, sino que es el canto de su vida, es dejar que nuestra vida se identifique con la de Jesús, es tener sus sentimientos, sus pensamientos, sus acciones. Y la vida de Jesús es una vida para los demás. Es una vida de servicio.

San Pablo, en la lectura que hemos escuchado hace poco, decía: «Me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles» (1 Co 9,19). Para anunciar a Jesús, Pablo se ha hecho «esclavo de todos». Evangelizar es dar testimonio en primera persona del amor de Dios, es superar nuestros egoísmos, es servir inclinándose a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús.


Vayan, sin miedo, para servir. Siguiendo estas tres palabras experimentarán que quien evangeliza es evangelizado, quien transmite la alegría de la fe, recibe alegría. Queridos jóvenes, cuando vuelvan a sus casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo, de dar testimonio del evangelio. En la primera lectura, cuando Dios envía al profeta Jeremías, le da el poder para «arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para reedificar y plantar» (Jr 1,10). También es así para ustedes. Llevar el evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia; para destruir y demoler las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio; para edificar un mundo nuevo. Jesucristo cuenta con ustedes. La Iglesia cuenta con ustedes. El Papa cuenta con ustedes. Que María, Madre de Jesús y Madre nuestra, les acompañe siempre con su ternura: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Amén.

29 julio 2013

Johann Pachelbel. Deus in adjutorium

Johann Pachelbel (1653-1706) es uno de los músicos más representativos del barroco alemán. Su obra más conocida es el Canon en re mayor, pero además escribió numerosas composiciones tanto sacras como profanas.

28 julio 2013

Los primeros gnósticos. Valentín y los valentinianos

Francisco Javier Bernad Morales

Al igual que de Basílides, se conservan algunos escritos de Valentín y de sus discípulos, por lo que, contrastándolos con la obra de Ireneo de Lyon y de otros apologistas cristianos, podemos reconstruir su doctrina con cierta aproximación. Por el contrario apenas podemos afirmar nada acerca de su vida. Tan solo que hacia el año 140 parece haberse establecido en Roma procedente de Alejandría y que a su alrededor se forjó un numeroso grupo de discípulos. También que, al igual que muchos otros maestros gnósticos, llevó una vida sumamente austera.

En cuanto a sus ideas, presentan grandes similitudes con las de Basílides. Al igual que este, sostenía que el Dios supremo, al que denomina Bythos, término griego emparentado con abismo y profundidad, es absolutamente trascendente y, por tanto, incognoscible. De este Dios habrían emanado diferentes eones (eternidades) en número de treinta, que no son sino aspectos parciales de la divinidad inasible. El último de estos, Sophia (Sabiduría) es víctima de una pasión desordenada al desear conocer a Bythos, cuya contemplación solo es asequible al primero de los eones (Mente). Por este motivo, cae fuera del pléroma (plenitud) divino y queda expuesto a la tristeza, el temor, la desesperación y la ignorancia. De Sophia proceden las pasiones, que dan origen a la materia, y el demiurgo, que organiza el mundo.

Cristo habría sido creado a partir de los restantes eones que compadecidos de Sophia, desean liberarla de las pasiones y hacerla retornar así al pléroma. En la doctrina de Valentín, el ser humano aparece compuesto de tres sustancias, el cuerpo o materia, el alma o psique, y el espíritu o pneuma. Los dos pirmeros habrían sido creados por el demiurgo y están llamados a perecer, pero el tercero, inspirado directamente por Sophia aunque solamente en determinados individuos, es inmortal. El Cristo mítico que habría redimido a Sophia y que es obviamente pneumático (espiritual), se habría unido al Jesús psíquico (compuesto de cuerpo y alma) en el momento del bautismo o del nacimiento, pero se habría apartado de él antes de la crucifixión. Su misión en este mundo es liberar las chispas de pneuma presentes en los elegidos y conducirlas al pléroma divino.

27 julio 2013

Como tú

León Felipe

Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera...

26 julio 2013

Salmo 135. Monjes de Simono Petra

Los monjes ortodoxos de Simono Petra (Monte Athos) cantan el salmo 135.

25 julio 2013

Oración a Santiago Apóstol

¡Señor Santiago!
Heme aquí, de nuevo, junto a tu sepulcro
al que me acerco hoy, peregrino de todos los caminos del mundo,
para honrar tu memoria e implorar tu protección.
Vengo de la Roma luminosa y perenne,
hasta ti que te hiciste romero tras las huellas de Cristo
y trajiste su nombre y su voz hasta este confín del universo.
Vengo de la cercanía de Pedro, y, como Sucesor suyo,
te traigo, a ti que eres con él columna de la Iglesia,
el abrazo fraterno que viene de los siglos
y el canto que resuena firme y apostólico en la catolicidad.
Viene conmigo, Señor Santiago, una inmensa riada juvenil
nacida en las fuentes de todos los países de la tierra.
Aquí la tienes, unida y remansada ahora en tu presencia,
ansiosa de refrescar su fe en el ejemplo vibrante de tu vida.
Venimos hasta estos benditos umbrales en animosa peregrinación.
Venimos inmersos en este copioso tropel que desde la entraña de los siglos
ha venido trayendo a las gentes hasta esta Compostela
donde tú eres peregrino y hospedero, apóstol y patrón.
Y venimos hoy a tu vera porque vamos juntos de camino.
Caminamos hacia el final de un milenio que queremos sellar con el sello de Cristo.
Caminamos, más allá, hacia el arranque de un milenio nuevo
que queremos abrir en el nombre de Dios. Señor Santiago,
necesitamos para nuestra peregrinación de tu ardor y de tu intrepidez.
Por eso, venimos a pedírtelos hasta este "finisterrae" de tus andanzas apostólicas.
Enséñanos, Apóstol y amigo del Señor,
el CAMINO que conduce hacia El.
Ábrenos, predicador de las Espadas,
a la VERDAD que aprendiste de los labios del Maestro.
Danos, testigo del Evangelio, la fuerza de amar siempre la VIDA.
Ponte tú, Patrón de los peregrinos,
al frente de nuestra peregrinación cristiana y juvenil.
Y que así como los pueblos caminaron antaño hasta ti,
peregrines tú con nosotros al encuentro de todos los pueblos.
Contigo, Santiago Apóstol y Peregrino,
queremos enseñar a las gentes de Europa y del mundo
que Cristo es-hoy y siempre- el CAMINO, la VERDAD y la VIDA.

(Oración de S.S. Juan Pablo II delante de la tumba del Apóstol Santiago en la IV Jornada Mundial de la Juventud - Santiago de Compostela, 19 de agosto de 1989)



24 julio 2013

El reposo del peregrino

Quien recorre el Camino de Santiago no realiza un simple desplazamiento de un lugar a otro, sino que vive una experiencia iniciática de la que su espíritu sale transformado. Así ha sido desde que hace ya más de mil años se iniciaron las peregrinaciones. Gentes de toda Europa, lo que en aquella época equivale casi a todo el orbe cristiano, recorrían sus caminos movidos por el deseo de llegar a la tumba del Apóstol. Sin sospecharlo ni proponérselo, ligaron así a los pequeños reinos cristianos peninsulares con los más poderosos situados al otro lado de los Pirineos. Gracias a ellos, lo que andando el tiempo sería España participó de la gran cultura europea. Reformas litúrgicas y monásticas, estilos artísticos, leyendas e historias circulaban en los morrales de los peregrinos, de tal manera que, sin el Camino nuestro país o no existiría o, al menos, no sería lo que es. Pero la transformación no era unidireccional. El Camino permitía a los otros europeos entrar en contacto con unas tierras en que se mantenía viva y próxima una brillante civilización islámica. Y sin embargo, pese a su inestimable valor, este intercambio cultural, este mutuo enriquecimiento no deja de ser secundario si lo comparamos con el enriquecimiento espiritual de cada peregrino. Cientos de miles de personas abandonaron temporalmente sus lugares de residencia movidos por la devoción. Ese es el más profundo valor del Camino.
Es posible que en nuestro tiempo las motivaciones de muchos sean distintas, pero al igual que entonces la peregrinación los transformará y cuando regresen a sus casas ya no serán los mismos.
En estos tiempos apresurados en que el tiempo parece escaparse entre los dedos, cada día son más las personas que, al igual que antaño, abandonan temporalmente el ajetreo diario y se lanzan a tan difícil viaje. Para acogerlas y alentarlas han surgido iniciativas como el Reposo del Peregrino, un albergue promovido por la Fraternidad Agustiniana en el pueblo berciano de Vega de Valcarce. Quien esté interesado en conocer la actividad que allí se desarrolla, puede visitar su blog:

20 julio 2013

19 julio 2013

Deseo vivo de llegar a la paz final

San Agustín

Cualquiera que observe un poco las realidades humanas y nuestra común naturaleza reconocerá conmigo que no existe quien no ame la alegría, así como tampoco quien se niegue a vivir en paz. Incluso aquellos mismos que buscan la guerra no pretenden otra cosa que vencer. Por tanto, lo que ansían es llegar a una paz cubierta de gloria. ¿Qué otra cosa es, en efecto, la victoria más que la sumisión de fuerzas contrarias? Logrado esto, tiene lugar la paz. Con miras a la paz se emprenden las guerras, incluso por aquellos que se dedican a la estrategia bélica, mediante las órdenes y el combate. Está. pues, claro que la paz es el fin deseado de la guerra. Todo hombre, incluso en el torbellino de la guerra, ansía la paz, así como nadie trabajando por la paz busca la guerra. Y los que buscan perturbar la paz en que viven no tienen odio a la paz; simplemente la desean cambiar a su capricho. No buscan suprimir la paz; lo que quieren es tenerla como a ellos les gusta. Y, en definitiva, aunque por una insurrección rompan con otros, nunca conseguirán el fin pretendido, a menos que mantengan la paz -una paz, al menos en apariencia- entre los propios miembros de la conspiración o conjura.

La ciudad de Dios libro XIX, capítulo XII


18 julio 2013

Los primeros gnósticos. Basílides

Francisco Javier Bernad Morales

De Basílides[1] y de su hijo Isidoro se han conservado algunos textos fragmentarios, lo que nos permite conocer su doctrina, al menos en parte, de primera mano. De hecho, esto plantea un interrogante, pues aquella se nos muestra notoriamente distinta de cómo nos la ha transmitido Ireneo de Lyon.  Es posible que este, al escribir hacia 180 su obra Contra las herejías, no conociera los libros de Basílides, anteriores en unos cincuenta años, y le atribuyera concepciones propias de los gnósticos de su propio tiempo.

Lo poco que ha llegado hasta nosotros, muestra que Basílides, al igual que Saturnino, diferencia entre el dios supremo y el dios de este mundo, pero no considera a este realmente malvado, sino tan solo imperfecto. De hecho, él también recibe el Evangelio y, tras una vacilación inicial, decide colaborar en la obra de salvación. En cuanto al alma humana, es de naturaleza espiritual, pero presenta unas adherencias, las pasiones, procedentes de la materia. Cree, además en la transmigración y mantiene que existe una concordancia entre el destino de los individuos y su carácter moral. Incluso los cristianos que sufren por su fe, lo hacen como castigo divino por antiguos pecados.

Muy distinta resulta la exposición de Ireneo. En ella, Basílides habría sostenido que el Padre, dios increado, habría dado lugar a cinco aspectos parciales de sí mismo: entendimiento, palabra, pensamiento, sabiduría y potencia. De la unión entre sabiduría y potencia habrían nacido otras entidades inferiores, dominadores y ángeles, en número de trescientas sesenta y cinco, que habrían creado el mundo y al hombre. Cristo habría sido enviado por el Padre para liberar a quienes creyeran en él de la violencia de los dominadores. Entiéndase que la salvación no se produce por el sacrificio de la Cruz sino por el conocimiento de la verdad, es decir, de la doctrina correcta acerca de la creación. En lugar de Cristo, habría sido crucificado Simón de Cirene, mientras que aquel, en un rasgo de humor de dudoso gusto, habría permanecido a su lado riéndose de quiénes creían darle muerte.

Los textos de Basílides no permiten calificar su doctrina de gnóstica, pues, pese a la separación entre el dios supremo y el dios creador, se mantiene alejada del dualismo. Nos hallaríamos más bien ante una síntesis entre cristianismo y platonismo. Ireneo sí nos coloca, en cambio, ante unas creencias claramente gnósticas, también imbuidas de platonismo. La idea de unas emanaciones o aspectos parciales de Dios, recuerda, por otro lado, la relación establecida en la Cábala entre Ein Sof, la divinidad en su aspecto más elevado, absolutamente trascendente, incognoscible e inexpresable, y las sefirot, a través de las cuales se muestra Dios al mundo.





[1] La exposición de las doctrinas de Basílides sigue a MARKSCHIES, Christoph, La gnosis, Barcelona, Herder, 2002.

17 julio 2013

Oración de la JMJ 2013

 A siete días del comienzo de la JMJ en Brasil, nos unimos a los jóvenes en la oración.

¡Oh Padre! enviaste a Tu Hijo Eterno para salvar el mundo y elegiste hombres y mujeres para que, por Él, con Él y en Él proclamaran la Buena Noticia a todas las naciones. Concede las gracias necesarias para que brille en el rostro de todos los jóvenes la alegría de ser, por la fuerza del Espíritu, los evangelizadores que la Iglesia necesita en el Tercer Milenio. 

¡Oh Cristo! Redentor de la humanidad, Tu imagen de brazos abiertos en la cumbre del Corcovado acoge a todos los pueblos. En Tu ofrecimiento pascual, nos condujiste por medio del Espíritu Santo al encuentro filial con el Padre. Los jóvenes, que se alimentan de la Eucaristía, Te oyen en la Palabra y Te encuentran en el hermano, necesitan Tu infinita misericordia para recorrer los caminos del mundo como discípulos misioneros de la nueva evangelización.


¡Oh Espíritu Santo! Amor del Padre y del Hijo, con el esplendor de Tu Verdad y con el fuego de Tu amor, envía Tu Luz sobre todos los jóvenes para que, impulsados por la Jornada Mundial de la Juventud, lleven a los cuatros rincones del mundo la fe, la esperanza y la caridad, convirtiéndose en grandes constructores de la cultura de la vida y de la paz y los protagonistas de un nuevo mundo.

Amén



16 julio 2013

Antonio Soler. Magnificat

El compositor Antonio Soler (Olot, 1729 - San Lorenzo de El Escorial, 1783) inició los estudios de música en la escolanía de Montserrat. Entró en la vida religiosa en la orden de San Jerónimo y en 1752 fue ordenado sacerdote. Ocupó los puestos de maestro de capilla en la catedral de Lérida y, más adelante, de organista y maestro de coro en San Lorenzo de El Escorial. Se le considera un seguidor de Domenico Scarlatti.

Entre sus obras figura este Magnificat.

15 julio 2013

Bienaventuranzas del misionero

Hna. María Virginia Ciette, SSpS

Bienaventurado el misionero que vive enamorado de Cristo, que se fía de Él como lo más necesario y absoluto, porque no quedará defraudado.
Bienaventurado el misionero que cada mañana dice “Padre nuestro”, llevando en su corazón todas las razas, pueblos y lenguas, porque no se conformará con una vida mezquina.
Bienaventurado el misionero que mantiene su ideal e ilusión por el Reino y no pierde el tiempo en cosas accidentales, porque Dios acompaña a los que siguen su ritmo.
Bienaventurado el misionero con un corazón puro y transparente, que sabe descubrir el amor y la ternura de Dios sin complicaciones, porque Dios siempre se le revelará.
Bienaventurado el misionero que reconoce y acepta sus limitaciones y debilidades y no pretende ser invencible, porque Dios se complace en los humildes.
Bienaventurado el misionero que sabe discernir con sabiduría lo que conviene callar y hablar en cada circunstancia, porque nunca tendrá que arrepentirse de haber ofendido a un hermano.
Bienaventurado el misionero que no puede vivir sin la oración y sin saborear las riquezas de la Palabra de Dios, porque esto dará sentido a su vida.
Bienaventurado el misionero que anuncia la verdad sobre Jesucristo y denuncia las injusticias que oprimen a los hombres, porque será llamado profeta de los signos de los tiempos.
Bienaventurado el misionero que sabe asumir y valorar la cultura de los pueblos, porque habrá entendido el misterio de la Encarnación.
Bienaventurado el misionero que tiene tiempo para hacer felices a los demás, que encuentra tiempo para los amigos, la lectura, el esparcimiento, porque ha comprendido el Mandamiento del Amor y se conoce humano y necesitado.


14 julio 2013

El Buen Samaritano

Señor, que siempre estemos atentos a las necesidades del otro, abiertos a ofrecer nuestra ayuda a quienes sufren, que nunca miremos a otro lado, cuando un hermano precise de nosotros y así, de ese modo, los pobres, los enfermos, los marginados... puedan ver el rostro de la Misericordia de Dios en nosotros.

12 julio 2013

Dame lo que amo, porque ya amo, y esto es don tuyo

San Agustín

Confesiones XI, 2, 3

Dios y Señor mío: está atento a mi corazón y escuche tu misericordia mi deseo, porque no solo  me abrasa en orden a mí, sino también en orden a servir a la caridad fraterna; y que así es, lo ves tú en mi corazón.
Que yo te sacrifique la servidumbre de mi inteligencia y de mi lengua; mas dame qué te ofrezca, porque soy pobre y necesitado y tú rico para todos los que te invocan, y que seguro tienes cuidado de nosotros. Circuncida mis labios interiores y exteriores de toda temeridad y de toda mentira. Tus Escrituras sean mis castas delicias: ni yo me engañe en ellas ni con ellas engañe a otros. Atiende, Señor, y ten compasión; Señor, Dios mío, luz de los ciegos y fortaleza de los débiles y luego luz de los que ven y fortaleza de los fuertes, atiende a mi alma, que clama de lo profundo, y óyela. Porque si no estuvieren aun en lo profundo tus oídos, ¿adónde iríamos, adónde clamaríamos?

Tuyo es el día, tuya es la noche: a tu voluntad vuelan los momentos. Dame espacio para meditar en los entresijos de tu ley y no quieras cerrarla contra los que pulsan, pues no en vano quisiste que se escribiesen los oscuros secretos de tantas páginas. ¿O es que estos bosques no tienen sus ciervos, que en ellos se alberguen, y recojan, y paseen, y pasten, y descansen, y rumien? ¡Oh Señor!, perfeccióname y revélamelos. Ved que tu voz es mi gozo; tu voz sobre toda afluencia de deleites. Dame lo que amo, porque ya amo, y esto es don tuyo. No abandones tus dones ni desprecies a tu hierba sedienta. Te confesaré cuanto descubriere en tus libros y oiré la voz de la alabanza, y beberé de ti, y consideraré las maravillas de tu ley desde el principio, en el que hiciste el cielo y la tierra, hasta el reino de la tu santa ciudad, contigo perdurable.

11 julio 2013

Cristo ha resucitado

Canto bizantino interpretado por la hermana Marie Keyrouz.

10 julio 2013

Los primeros gnósticos. Saturnino

Francisco Javier Bernad Morales

Denominamos gnosticismo a un conjunto de sistemas filosófico-religiosos que se desarrollaron en los primeros siglos de nuestra era en lo que pudiéramos denominar los límites del cristianismo, es decir, en la frontera, no tan nítida como pudiera parecer a primera vista, entre este y el paganismo. Aunque no constituyen una doctrina única, estos sistemas tienen algunos rasgos en común. Así, oponen con distinto grado de radicalidad espíritu y materia, cargando a esta con una fuerte connotación negativa. Debido a esta concepción, el Dios supremo se diferencia del autor de la Creación, que no es considerada, en abierta oposición a lo manifestado en el Génesis, como algo bueno. Tienen, por otra parte, un carácter iniciático, ya que la verdad auténtica constituye un saber esotérico que no debe ser comunicado más que a un grupo escogido de seguidores. Es, por último, el conocimiento de esa verdad y no el sacrificio de la Cruz, lo que produce la salvación.

Nuestras fuentes para el conocimiento del gnosticismo son variadas. En primer lugar, los escritos críticos cristianos, como, entre otros, los de Ireneo de Lyon, Tertuliano y Orígenes, que recogen las posiciones de la Gnosis con la finalidad de refutarlas. Son escritos polémicos, por lo cabe razonablemente la duda de si no exageran o malinterpretan aquello que atacan. Afortunadamente, disponemos de textos gnósticos originales, gracias sobre todo a descubrimientos efectuados durante el siglo XX. Entre ellos cabe destacar el conjunto de papiros conocido como biblioteca de Nag Hammadi, encontrado por unos campesinos egipcios en 1945. Están escritos en lengua copta[1] y comprenden cincuenta y dos tratados, algunos de los cuales llevan el nombre de evangelios: Evangelio según Tomás, Evangelio según Felipe, Evangelio de la Verdad, Evangelio de los Egipcios, etc.

En ulteriores artículos me ocuparé de los diversos sistemas gnósticos. Ahora comenzaré por una breve mención de Saturnino, uno de los primeros autores a los que se refiere con ese calificativo San Ireneo de Lyon.

Al parecer desarrolló su obra en tiempos del emperador Adriano (117-138) y era originario de Antioquía (Siria). En su sistema, el mundo habría sido creado por siete ángeles, que, a su vez, habrían recibido la existencia del dios supremo. Estos ángeles habrían creado también al hombre, pero de manera tan torpe y con un resultado tan imperfecto, que el dios supremo, apiadado, le envió una chispa de vida. Entre esos ángeles, se contarían el Dios de los judíos y Satanás. Saturnino concibe también la idea de un salvador, llamado Cristo, que habría venido al mundo para combatir a los poderes angélicos opuestos a Dios y solo en apariencia habría tomado cuerpo humano. En cuanto a su forma de vida, los seguidores de Saturnino observarían una castidad rigurosa y se abstendrían del consumo de carne.





[1] El copto es la última fase en el desarrollo de la lengua egipcia. En la actualidad solo tiene uso litúrgico.

09 julio 2013

Oración de Juan Pablo II en el Muro Occidental

El 26 de marzo de 2000, durante una visita a Israel, el papa Juan Pablo II, cuya canonización se anuncia próxima, en un gesto tan emotivo como elocuente, depositó esta oración en el Kotel, el Muro Occidental del Templo. Desde aquí nos unimos a ella y expresamos nuestro deseo de fraternidad con el pueblo de la Alianza.

Dios de nuestros padres, tú has elegido a Abraham y a su descendencia para que tu Nombre fuera dado a conocer a las naciones: nos duele profundamente el comportamiento de cuantos, en el curso de la historia, han hecho sufrir a estos tus hijos; y, a la vez que te pedimos perdón, queremos comprometernos en una auténtica fraternidad con el pueblo de la Alianza. Por Cristo Nuestro Señor:

Joannes Paulus II


08 julio 2013

Deberes de los gobernantes

Con motivo del anuncio de la próxima canonización del papa Juan XXIII nos ha parecido oportuno reproducir un apartado de su encíclica Pacem in terris. El lector observará que, pese a haber sido escrita en 1963, conserva plena actualidad.

Deberes de los gobernantes en orden al bien común

1. Defender los derechos y deberes del hombre
60. En 1a época actual se considera que el bien común consiste principalmente en la defensa de los derechos y deberes de 1a persona humana. De aquí que la misión principal de los hombres de gobierno deba tender a dos cosas: de un lado, reconocer, respetar, armonizar, tutelar y promover tales derechos; de otro, facilitar a cada ciudadano el cumplimiento de sus respectivos deberes. Tutelar el campo intangible de los derechos de 1a persona humana y hacerle llevadero el cumplimiento de sus deberes debe ser oficio esencial de todo poder público.
61. Por eso, los gobernantes que no reconozcan los derechos del hombre o los violen faltan a su propio deber y carecen, además, de toda obligatoriedad las disposiciones que dicten.
2. Armonizarlos y regularlos
62. Más aún, los gobernantes tienen como deber principal el de armonizar y regular de una manera adecuada y conveniente los derechos que vinculan entre sí a los hombres en el seno de la sociedad, de tal forma que, en primer lugar, los ciudadanos, al procurar sus derechos, no impidan el ejercicio de los derechos de los demás; en segundo lugar, que el que defienda su propio derecho no dificulte a los otros 1a práctica de sus respectivos deberes, y, por último, hay que mantener eficazmente a integridad de los derechos de todos y restablecerla en caso de haber sido violada.
3. Favorecer su ejercicio
63. Es además deber de quienes están a la cabeza del país trabajar positivamente para crear un estado de cosas que permita y facilite al ciudadano la defensa de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones. De hecho, la experiencia enseña que, cuando falta una acción apropiada de los poderes públicos en 1o económico, lo político o lo cultural, se produce entre los ciudadanos, sobre todo en nuestra época, un mayor número de desigualdades en sectores cada vez más amplios, resultando así que los derechos y deberes de 1a persona humana carecen de toda eficacia práctica.
4. Exigencias concretas en esta materia
64. Es por ello necesario que los gobiernos pongan todo su empeño para que el desarrollo económico y el progreso social avancen al mismo tiempo y para que, a medida que se desarrolla la productividad de los sistemas económicos, se desenvuelvan también los servicios esenciales, como son, por ejemplo, carreteras, transportes, comercio, agua potable, vivienda, asistencia sanitaria, medios que faciliten la profesión de la fe religiosa y, finalmente, auxilios para el descanso del espíritu. Es necesario también que las autoridades se esfuercen por organizar sistemas económicos de previsión para que al ciudadano, en el caso de sufrir una desgracia o sobrevenirle una carga mayor en las obligaciones familiares contraídas, no le falte lo necesario para llevar un tenor de vida digno. Y no menor empeño deberán poner las autoridades en procurar y en lograr que a los obreros aptos para el trabajo se les dé la oportunidad de conseguir un empleo adecuado a sus fuerzas; que se pague a cada uno el salario que corresponda según las leyes de la justicia y de la equidad; que en las empresas puedan los trabajadores sentirse responsables de la tarea realizada; que se puedan constituir fácilmente organismos intermedios que hagan más fecunda y ágil la convivencia social; que, finalmente, todos, por los procedimientos y grados oportunos, puedan participar en los bienes de la cultura.
5. Guardar un perfecto equilibrio en 1a regulación y tutela de los derechos
65. Sin embargo, el bien general del país también exige que los gobernantes, tanto en la tarea de coordinar y asegurar los derechos de los ciudadanos como en la función de irlos perfeccionando, guarden un pleno equilibrio para evitar, por un lado, que la preferencia dada a los derechos de algunos particulares o de determinados grupos venga a ser origen de una posición de privilegio en la nación, y para soslayar, por otro, el peligro de que, por defender los derechos de todos, incurran en la absurda posición de impedir el pleno desarrollo de los derechos de cada uno. Manténgase siempre a salvo el principio de que la intervención de las autoridades públicas en el campo económico, por dilatada y profunda que sea, no sólo no debe coartar la libre iniciativa de los particulares, sino que, por el contrario, ha de garantizar la expansión de esa libre iniciativa, salvaguardando, sin embargo, incólumes los derechos esenciales de la persona humana.
66. Idéntica finalidad han de tener las iniciativas de todo género del gobierno dirigidas a facilitar al ciudadano tanto la defensa de sus derechos como e1 cumplimiento de sus deberes en todos los sectores de la vida social.
La constitución jurídico-política de la sociedad
67. Pasando a otro tema, no puede establecerse una norma universal sobre cuál sea la forma mejor de gobierno ni sobre los sistemas más adecuados para el ejercicio de las funciones públicas, tanto en la esfera legislativa como en 1a administrativa y en la judicial.
División de funciones y de poderes
68. En realidad, para determinar cuál haya de ser la estructura política de un país o el procedimiento apto para el ejercicio de las funciones públicas, es necesario tener muy en cuenta la situación actual y las circunstancias de cada pueblo; situación y circunstancias que cambian en función de los lugares y de las épocas. Juzgamos, sin embargo, que concuerda con la propia naturaleza del hombre una organización de la convivencia compuesta por las tres clases de magistraturas que mejor respondan a la triple función principal de 1a autoridad pública; porque en una comunidad política así organizada, las funciones de cada magistratura y las relaciones entre el ciudadano y los servidores de la cosa pública quedan definidas en términos jurídicos. Tal estructura política ofrece, sin duda, una eficaz garantía al ciudadano tanto en el ejercicio de sus derechos como en el cumplimiento de sus deberes.
Normas generales para e1 ejercicio de los tres poderes
69. Sin embargo, para que esta organización jurídica y política de la comunidad rinda las ventajas que le son propias, es exigencia de la misma realidad que las autoridades actúen y resuelvan las dificultades que surjan con procedimientos y medios idóneos, ajustados a las funciones específicas de su competencia y a la situación actual del país. Esto implica, además, la obligación que el poder legislativo tiene, en el constante cambio que 1a realidad impone, de no descuidar jamás en su actuación las normas morales, las bases constitucionales del Estado y las exigencias del bien común. Reclama, en segundo lugar, que la administración pública resuelva todos los casos en consonancia con el derecho, teniendo a la vista la legislación vigente y con cuidadoso examen crítico de la realidad concreta. Exige, por último, que el poder judicial dé a cada cual su derecho con imparcialidad plena y sin dejarse arrastrar por presiones de grupo alguno. Es también exigencia de la realidad que tanto el ciudadano como los grupos intermedios tengan a su alcance los medios legales necesarios para defender sus derechos y cumplir sus obligaciones, tanto en el terreno de las mutuas relaciones privadas como en sus contactos con los funcionarios públicos .
Cautelas y requisitos que deben observar los gobernantes
70. Es indudable que esta ordenación jurídica del Estado, la cual responde a las normas de la moral y de la justicia y concuerda con el grado de progreso de la comunidad política, contribuye en gran manera al bien común del país.
71. Sin embargo, en nuestros tiempos, la vida social es tan variada, compleja y dinámica, que cualquier ordenación jurídica, aun la elaborada con suma prudencia y previsora intención, resulta muchas veces inadecuada frente a las necesidades.
72. Hay que añadir un hecho más: el de que las relaciones recíprocas de los ciudadanos, de los ciudadanos y de los grupos intermedios con las autoridades y, finalmente, de las distintas autoridades del Estado entre sí, resultan a veces tan inciertas y peligrosas, que no pueden encuadrarse en determinados moldes jurídicos. En tales casos, la realidad pide que los gobernantes, para mantener incólume la ordenación jurídica del Estado en sí misma y en los principios que la inspiran, satisfacer las exigencias fundamentales de la vida social, acomodar las leyes y resolver los nuevos problemas de acuerdo con los hábitos de la vida moderna, tengan, lo primero, una recta idea de la naturaleza de sus funciones y de los límites de su competencia, y posean, además, sentido de la equidad, integridad moral, agudeza de ingenio y constancia de voluntad en grado bastante para descubrir sin vacilación lo que hay que hacer y para llevarlo a cabo a tiempo y con valentía.
Acceso del ciudadano a la vida pública
73. Es una exigencia cierta de la dignidad humana que los hombres puedan con pleno derecho dedicarse a la vida pública, si bien solamente pueden participar en ella ajustándose a las modalidades que concuerden con la situación real de la comunidad política a la que pertenecen.
74. Por otra parte, de este derecho de acceso a la vida pública se siguen para los ciudadanos nuevas y amplísimas posibilidades de bien común. Porque, primeramente, en las actuales circunstancias, los gobernantes, al ponerse en contacto y dialogar con mayor frecuencia con los ciudadanos, pueden conocer mejor los medios que más interesan para el bien común, y, por otra parte, la renovación periódica de las personas en los puestos públicos no sólo impide el envejecimiento de la autoridad, sino que además le da la posibilidad de rejuvenecerse en cierto modo para acometer el progreso de la sociedad humana.
Exigencias de la época
Carta de los derechos del hombre
75. De todo 1o expuesto hasta aquí se deriva con plena claridad que, en nuestra época, lo primero que se requiere en la organización jurídica del Estado es redactar, con fórmulas concisas y claras, un compendio de los derechos fundamentales del hombre e incluirlo en la constitución general del Estado.
Organización de poderes
76. Se requiere, en segundo lugar, que, en términos estrictamente jurídicos, se elabore una constitución pública de cada comunidad política, en la que se definan los procedimientos para designar a los gobernantes, los vínculos con los que necesariamente deban aquellos relacionarse entre sí, las esferas de sus respectivas competencias y, por último, las normas obligatorias que hayan de dirigir el ejercicio de sus funciones.
Relaciones autoridad-ciudadanos
77. Se requiere, finalmente, que se definan de modo específico los derechos y deberes del ciudadano en sus relaciones con las autoridades y que se prescriba de forma clara como misión principal de las autoridades el reconocimiento, respeto, acuerdo mutuo, tutela y desarrollo continuo de los derechos y deberes del ciudadano.
Juicio crítico
78. Sin embargo, no puede aceptarse la doctrina de quienes afirman que la voluntad de cada individuo o de ciertos grupos es la fuente primaria y única de donde brotan los derechos y deberes del ciudadano, proviene la fuerza obligatoria de la constitución política y nace, finalmente, el poder de los gobernantes del Estado para mandar.

79. No obstante, estas tendencias de que hemos hablado constituyen también un testimonio indudable de que en nuestro tiempo los hombres van adquiriendo una conciencia cada vez más viva de su propia dignidad y se sienten, por tanto, estimulados a intervenir en la ida pública y a exigir que sus derechos personales e inviolables se defiendan en la constitución política del país. No basta con esto; los hombres exigen hoy, además, que las autoridades se nombren de acuerdo con las normas constitucionales y ejerzan sus funciones dentro de los términos establecidos por las mismas.

07 julio 2013

Jornada de responsabilidad en el tráfico 2013

Hoy celebramos en la Iglesia la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico a fin de reflexionar sobre la necesidad y obligación de ser prudentes, tanto para proteger nuestra vida y la de los nuestros, como para ser respetuosos con la vida del hermano, don valioso de Dios. Nos unimos, pues, desde aquí, con todos en oración para encomendarnos a la protección y el cuidado del Padre

Comisión Episcopal de Migraciones
Departamento de Pastoral de la Carretera

ORACIÓN

Dame, Señor, mano firme y mirada vigilante, para que mientras conduzco no cause
daño a nadie.
A ti, Señor, que das la vida y la conservas, te suplico humildemente que guardes hoy la mía.
Libra, Señor, a quienes me acompañan de todo mal, enfermedad, incendio o accidente.
Enséñame a hacer uso de mi coche para remedio de las necesidades ajenas.
Haz, Señor, que no me arrastre el vértigo de la velocidad, y que, admirando la belleza de este
mundo, logre seguir y terminar felizmente mi camino.

Te lo pido, Señor, por los méritos de tu santísima Madre, la Virgen del Camino, y por la intercesión de san Cristóbal, especial protector de los conductores. Amén.

06 julio 2013

Lumen fidei

Publicamos un enlace a la primera encíclica del Papa Francisco.

Lumen Fidei

05 julio 2013

Última homilía de monseñor Romero

El lunes, 24 de mayo de 1980, mientras oficiaba la misa en la capilla de un hospital, el disparo de un francotirador puso fin a la vida de Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador. El valor profético con que denunciaba día tras día, los abusos de los poderosos en un país sumido en un sangriento conflicto civil, había llegado a resultar insoportable para aquellos a quienes acusaba.
El proceso de canonización se inició en 1994.

04 julio 2013

Juan Pablo II canta pescador de hombres

Próximamente será canonizado Juan Pablo II, tras el reconocimiento por parte de la Iglesia Católica del segundo de sus milagros, como signo de santidad. Hoy le recordamos en este blog interpretando la canción Pescador de hombres. 

03 julio 2013

Piedras vivas

Papa Francisco
Catequesis semanal del papa Francisco en la Audiencia del pasado miércoles, 26 de junio.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy me gustaría hacer una breve referencia a una imagen más que nos ayuda a ilustrar el misterio de la Iglesia: la del templo (cf. Concilio Ecuménico Vaticano II, Constitución dogmática Lumen gentium, 6.).
¿Qué nos hace pensar en la palabra templo? Nos hace pensar en un edificio, en una construcción de este tipo. En particular, la mente de muchos se dirige a la historia del pueblo de Israel narrada en el Antiguo Testamento. En Jerusalén, el gran templo de Salomón era el lugar del encuentro con Dios en la oración; en el interior del Templo estaba el Arca de la Alianza, signo de la presencia de Dios entre la gente; y en el Arca estaban las Tablas de la Ley, el maná y la vara de Aarón: un recordatorio de que Dios siempre había estado en la historia de su pueblo, que lo había acompañado durante el viaje, que había guiado sus pasos. El templo recuerda esta historia: también nosotros, cuando vamos al templo, debemos recordar esta historia, la historia de cada uno de nosotros, el modo en que Jesús me encontró, cómo Jesús anduvo conmigo, cómo Jesús me ama y me bendice.
Aquí, lo que fue prefigurado en el antiguo templo, se hace, por el poder del Espíritu Santo, en la Iglesia: la Iglesia es la "casa de Dios", el lugar de su presencia, donde podemos encontrar al Señor; la Iglesia es el templo en el que habita el Espíritu Santo que la anima, la guía y la sostiene. Si nos preguntamos: ¿dónde podemos encontrar a Dios? ¿Dónde podemos entrar en comunión con Él por medio de Cristo? ¿Dónde podemos encontrar la luz del Espíritu Santo para que ilumine nuestras vidas? La respuesta es: en el pueblo de Dios, en medio de nosotros, que somos la Iglesia. Aquí encontraremos a Jesús, al Espíritu Santo y al Padre.
El antiguo Templo fue construido por manos de hombres: se quería “dar una casa" a Dios, para tener un signo visible de su presencia en medio del pueblo. Con la encarnación del Hijo de Dios, se cumple la profecía de Natán al rey David (cf. 2 Sam. 7,1-29): no es el rey, no somos nosotros quienes "daremos una casa a Dios", sino que es el mismo Dios quien "construye su casa" para venir a habitar en medio de nosotros, como escribe san Juan en su evangelio (cf. 1,14). Cristo es el Templo viviente del Padre, y Cristo mismo edifica su "hogar espiritual", la Iglesia, no hecha de piedras materiales, sino de "piedras vivas" que somos nosotros. El apóstol Pablo dice a los cristianos de Éfeso: "Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo. En Él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para constituir un templo santo en el Señor. En Él, también ustedes son incorporados al edificio, para llegar a ser una morada de Dios en el Espíritu”. (Ef. 2,20-22).
¡Esto es algo hermoso! Somos las piedras vivas de Dios, profundamente unidos a Cristo, quien es la roca de apoyo, y también un apoyo entre nosotros. ¿Qué quiere decir esto? Esto significa que el templo somos nosotros, somos la Iglesia viva, el templo vivo, y cuando estamos juntos, entre nosotros está también el Espíritu Santo, que nos ayuda a crecer como Iglesia. No estamos aislados, sino que somos el pueblo de Dios: ¡esta es la Iglesia!
Y es el Espíritu Santo, con sus dones, que armoniza la variedad. Esto es importante: ¿qué hace el Espíritu Santo en medio de nosotros? Armoniza la variedad que es la riqueza de la Iglesia y une todo y a todos, a fin de constituir un templo espiritual, donde no ofrecemos sacrificios materiales, sino a nosotros mismos, nuestra vida (cf. 1 Pe. 2,4-5).
La Iglesia no es una mezcla de cosas e intereses, sino que es el templo del Espíritu Santo, el templo por medio del cual Dios obra, el templo del Espíritu Santo, el templo en el que cada uno de nosotros, con el don del bautismo, es una piedra viva. Esto nos dice que nadie es inútil en la Iglesia y si a veces, alguien le dice al otro: "Vete a tu casa, eres inútil", ¡esto no es cierto, porque nadie es inútil en la Iglesia, ¡todos somos necesarios para construir este templo! Nadie es secundario. Ninguno es el más importante en la Iglesia, todos somos iguales ante los ojos de Dios.
Alguno de ustedes podría decir: 'Fíjese, señor papa, usted no es igual a nosotros’. Sí, soy como ustedes, todos somos iguales, ¡somos hermanos! Nadie es anónimo: todos formamos y edificamos la Iglesia. Esto también nos invita a reflexionar sobre el hecho de que si faltara el ladrillo de nuestra vida cristiana, le falta algo a la belleza de la Iglesia. Algunas personas dicen: ‘No tengo nada que ver con la Iglesia’, por lo que cae el ladrillo de una vida en este hermoso templo. Nadie puede irse, todos tenemos que ofrecerle a la Iglesia nuestra vida, nuestro corazón, nuestro amor, nuestro pensamiento y nuestro trabajo: todo junto.
Así es que me gustaría que nos preguntemos: ¿cómo vivimos nuestro ser Iglesia? ¿Somos piedras vivas, o somos, por así decirlo, piedras cansadas, aburridas, indiferentes? ¿Han visto lo feo que es ver a un cristiano cansado, aburrido, indiferente? Un cristiano así no es bueno, el cristiano tiene que estar vivo, feliz de ser cristiano; debe vivir esta belleza de ser parte del pueblo de Dios que es la Iglesia. ¿Nos abrimos a la acción del Espíritu Santo para ser parte activa en nuestras comunidades, o nos cerramos en nosotros mismos, diciendo: "tengo tantas cosas que hacer, no es mi obligación”?
Que el Señor nos conceda a todos su gracia, su fuerza, para que estemos profundamente unidos a Cristo, que es la piedra angular, el pilar, la roca de apoyo de nuestra vida y de toda la vida de la Iglesia. Oremos para que, animados por su Espíritu, siempre seamos piedras vivas de su Iglesia.
Traducido del original italiano por José Antonio Varela. Para ver el original, pulsar aquí.

02 julio 2013

Primer estásimo de Antígona

Sófocles escribió esta tragedia a la que ya me he referido anteriormente en este blog, en el siglo V a. C. Es, obviamente, una obra pagana, pero expresa una concepción del ser humano digna de ser tenida en cuenta. El primer estásimo constituye un canto a la capacidad del hombre para dominar la naturaleza, pero encierra la advertencia de que puede usar de ella tanto para el bien como para el mal.

Muchas cosas asombrosas existen y, con todo, nada más asombroso que el hombre. Él se dirige al otro lado del blanco mar con la ayuda del tempestuoso viento Sur, bajo las rugientes olas avanzando, y a la más poderosa de las diosas, a la imperecedera e infatigable Tierra, trabaja sin descanso, haciendo girar los arados año tras años, al ararla con mulos.

El hombre que es hábil de caza, envolviéndolos con los lazos de sus redes, a la especie de los aturdidos pájaros, y a los rebaños de agrestes fieras, y a la familia de los seres marinos. Por sus mañas se apodera del animal del campo que va a través de los montes, y unce al yugo que rodea la cerviz del caballo de espesas crines, así como al incansable toro montaraz.

Se enseñó a si mismo el lenguaje y el alado pensamiento, así como las civilizadas maneras de comportarse, y también, fecundo en recursos, aprendió a esquivar bajo el cielo los dardos de los desapacibles hielos y los de las lluvias inclementes. Nada de lo por venir le encuentra falto de recursos. Solo del Hades no tendrá escapatoria. De enfermedades que no tenían remedio ya ha discurrido posibles evasiones.

Poseyendo una habilidad superior a lo que se puede uno imaginar, la destreza para ingeniar recursos, la encamina unas veces al mal, otras al bien. Será un alto cargo en la ciudad, respetando las leyes de la tierra y la justicia de los dioses que obliga por juramento.

Desterrado sea aquel que, debido a su osadía, se da a lo que no está bien. ¡Que no llegue a sentarse junto a mi hogar ni participe de mis pensamientos el que haga esto!

01 julio 2013

Himno a la Resurrección del Señor

La iglesia Ortodoxa Copta de Egipto constituye una de las más antiguas comunidades cristianas. En los últimos tiempos, sobre todo a raíz de la revolución que llevó al poder al islamismo, ha sufrido numerosos ataques. Por eso queremos recordarla hoy especialmente con uno de sus himnos, a la par que rogamos una oración por nuestros hermanos coptos.