29 noviembre 2011

Habemus Papam. Nanni Moretti

Carmen Sáez Gutiérrez

Es una película en clave de humor que plantea una situación inédita: la negativa a salir al balcón pontificio de un recién nombrado Papa, al sentirse abrumado por el inevitable peso de la responsabilidad que debe sobrellevar. Cuando el Vaticano intenta buscar una salida a tan embarazosa situación, se nos presenta un Papa muy humano, cercano a todos, que, como cualquier otra persona, acude a la consulta del psicoanalista, come en restaurantes familiares con gente muy normal, se aloja en un hotel digno, pero sencillo y es partícipe, en definitiva,  de la vida cotidiana de los hombres y mujeres de su época.
Si bien la fina ironía que da forma a la comedia, con el transcurrir del tiempo pasa a ser un poco gratuita incluso absurda, la película nos hace creer por momentos que es posible un Papa cercano que se mezcle con los problemas reales de la gente corriente: el trabajo, llevar a los niños al colegio, la vida de una familia monoparental, el mundillo del teatro… y que sea capaz de ignorar la grandiosidad del entorno en que se ve obligado a permanecer por la importancia de su condición.
La película, en general es divertida, apropiada para pasar un rato agradable en familia y además, pues, también tiene, en cierta manera, su mensaje.

26 noviembre 2011

Dios es amor (II)

Ramón Puigventós

Cuando llegó la plenitud de los Tiempos, nace Jesús, es Dios que viene a nuestro encuentro, para hablar como hombre a los hombres, porque Jesús es el Rostro de Dios. "Quién me ve a Mi, ve al Padre’’. Gracias a Jesús conocemos el Camino que debemos seguir. Jesús nos ha traído a Dios y con Él, la Verdad sobre nuestro origen y nuestro destino. Con Jesús, el Amor y la Compasión se revelan a la humanidad, y es que Dios ama de una manera especial a los pecadores, solo tenemos que leer los Evangelios, o como dice St. Pablo, ‘’donde abunda el pecado, sobreabunda el Amor Misericordioso de Dios. Dios se revela como Dios Amor, como el Dios Vivo. Cuando St. Francisco se convirtió y tuvo la experiencia del amor de Dios, para romper con su pasado de pecado, se despojó de sus vestidos, y desnudo en medio de la plaza pública, gritaba, "el Amor no es amado’’. El Amor no es amado, por eso el Mundo se muere por falta de amor. El hombre ha arrinconado, despreciado, odiado o simplemente ignorado a Dios, que es el Amor. Y el hombre no puede vivir sin el amor de Dios. Nuestro corazón que ha sido creado para el Amor, debería ser capaz de guardar y gustad de la dulzura del amor sublime de Dios. Dios no quiere la muerte del pecador, antes quiere que seamos salvados, que volvamos a El y vivamos. Dios quiere que residamos en Él, y Él en nosotros, pero el ateismo, el odio, el satanismo, los abortos, la codicia del poder y del dinero, la injusticia, el laicismo, la apostasía, la homosexualidad, nos lo impiden. Y es que nos quieren hacer creer, en esta lucha contra Dios, que el Bien es mal, y que el mal es bien.

Si Dios es Amor, ¿por qué hay hambre en el Mundo? ¿Qué hace Dios? Dios solo multiplica el pan, (multiplicación de panes y peces), pero solo porque el pueblo busca a Dios, por eso Jesús nos dice, ‘’no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios, o sea de escucharLe y obedecerLe’’ Hay un pasaje en el A.T., que a mí siempre me ha llamado la atención, (Ex.15, 26) en el que Dios dice, que si escucháramos y cumpliéramos, si meditáramos y guardásemos todos Sus preceptos, no nos faltaría el pan de cada día, ni habría guerras, ni injusticias y Dios sería nuestro sanador. ¿No cargó Jesús en la Cruz con nuestro pecado, nuestras miserias y nuestras enfermedades? Pero la falta de fe impide que Dios pueda actuar. En la Cruz se cumple la promesa que Dios Padre hizo a Adán y Eva. Cristo vence a Satanás, le aplasta la cabeza. El sacrificio de Jesús en la Cruz, es el acto de amor más grande de Dios Padre, para con el hombre. Con Su Sangre, Jesús, lava nuestro pecado y restablece nuestra amistad, nuestra filiación y nuestra herencia del Reino. Santa Teresita del Niño Jesús, decía, ‘’ Amar es darlo todo y darse uno mismo’’ Y esto es lo que ha hecho Dios, para cada uno de nosotros, al darnos a Su Hijo Unigénito y Este dar Su Vida por cada uno de nosotros. Jesús nos dice, ‘’ no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos’’. El Amor de Cristo nos apremia. Si, el Amor de Cristo nos apremia, a que nos dejemos amar por Él, a que nos dejemos sanar por El, liberar por El, nos solicita a una nueva Vida, junto a El, nos invita al banquete de Su Amor porque quiere llenar nuestro corazón de Su Inmenso Amor, y seamos Amor en medio de los hombres, nuestros hermanos, Sus Hijos.

Jesús vino a salvar, liberar al hombre completo, cuerpo, alma y espíritu. Y esta salvación y liberación se perpetúan en la Misa, hasta el final del Mundo. En ella no hay derramamiento de sangre, pero siempre tiene el mismo Valor. Dios al conocer nuestras flaquezas, debilidades y necesidades, inventa la Eucaristía, para que podamos comerLo cada día y así alimentarnos con Su Cuerpo, Su Sangre, Su Alma y Su Divinidad, y poder tener vida en Él y vida abundante. Vida que compartiremos con Él, en el Cielo, por toda la eternidad.


24 noviembre 2011

Santa Rita y nuestra vivencia cristiana

P.José, párroco


Del nacimiento de Santa Rita y de su infancia tenemos más tradiciones piadosas que datos históricos. Se acepta hoy,  comúnmente, que:
Rita nació en Roccaporena, un pueblecito a cinco kilómetros de Casia, hacia 1381. Sus padres, piadosos cristianos, además de sus ocupaciones agrícolas, eran “pacificadores”. Le dieron una profunda educación cristiana, en consonancia con la época y el ambiente.
Rita parece ser la abreviación de Margarita, su nombre de bautismo según algunos biógrafos.
Las tradiciones sobre el nacimiento e infancia de Santa Rita son expresión de la piedad popular. A través de ellas la piedad popular resalta la vida como don de Dios, el nacimiento como respuesta a la petición piadosa, la anticipación en signos de la Santidad de Rita…
El nacimiento de Rita nos hace conscientes del don de la vida. Somos fruto del amor de Dios y el amor humano. Nuestra existencia es un milagro por gracia y por misterio.
Demos gracias a Dios por el don de la vida, por el milagro de la existencia. Compartamos la voluntad y compromiso de defender la vida como don sagrado del amor de Dios.

21 noviembre 2011

Dios es amor (I)

Ramón Puigventós

En la carta 1ª de Juan, cap. 4º, versículos 8 y 16 se nos dice ‘’… porque Dios es Amor…’’ y Jesús nos dice que también es Padre. Y a petición de los Apóstoles les dice, cuando oréis, diréis, ‘’Abba, papá, que estás en los cielos…’’ Por la mañana cuando empiezo la oración, digo, ‘’Buenos días Abba, papá, Señor mío y Dios mío ’’, y me maravilla y emociona, que Dios siendo el Creador del Universo, el Todopoderoso, el Omnipotente, el Altísimo, el Tres Veces Santo, el Señor de Señores, el Rey de Reyes, el Alfa y Omega, haya tenido un pensamiento para crearme, soy un pensamiento Suyo, y no solo permite, sino que quiere que le llame Abba, papá. Me parece imposible, y me cuesta comprender, como este Dios, mi Dios, al crear a Adán y Eva por amor, engañados por Satanás, que despertó en ellos, el orgullo, creyeron en la palabra de este y comieron del fruto prohibido, ellos que vivían con Dios, que se paseaba con ellos en el Jardín, que lo veían cara a cara, que no conocían la enfermedad, ni la muerte, ni ninguna necesidad, y menos aún, el mal. Y Dios a pesar de la herida que debió ser para Él, esta traición, no se conforma que el hombre sea el esclavo de Satanás. Y Dios que había entregado al hombre el dominio del Universo, al desobedecer a Dios y obedecer a Satanás, el dominio del Universo, pasa en manos de Satanás. Acordaos cuando Jesús en el desierto, es tentado por Satanás. (Lc.4, 5,  6 y 7) ‘’ Llevándole a un monte alto le mostró en un instante todos los reinos de la tierra, y le dijo el diablo; ‘Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque a mí me ha sido entregada, y se la doy a quien quiero. Si pues me adoras, será toda tuya’’.

Viendo Dios la situación catastrófica del hombre, le dice a la serpiente, a Satanás, ‘’Enemistad pondré entre ti y la mujer y entre tu linaje y su linaje, él te pisará la cabeza’’. Dicho de otra manera, Dios promete un Mesías, un Libertador, un Salvador, un Redentor, para derribar el muro que nos separaba de Dios, y así restablecer la amistad y la cercanía entre Él y el hombre.

Muchos siglos después, St.Juan, 3, 16-17, dirá, ‘’porque tanto amó Dios al Mundo que dio Su Hijo Único, para que todo el crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a Su Hijo al Mundo para juzgar al Mundo, sino para que el Mundo se salve por Él. Desde esta promesa, hasta el cumplimiento de dicha promesa, todo lo largo del A.T., Dios muestra al hombre el amor que Le tiene, a pesar de las muchas traiciones de Su pueblo. Y Dios le da profetas que hablen en Su Nombre. Y David en el Salmo 103 nos dice; que el amor de Dios es desde siempre para siempre, solo para los que le temen. Dios ama a todos por igual, pero si estos lo rechazan, lo odian, lo desprecian, como no puede violar la libertad del hombre, no puede obligarle a amarlo, el amor de Dios no puede entrar en su corazón, y si en los que Le temen, que no quiere decir miedo, sino que valoran la grandeza de Dios, Su amor y Le dan gracias.

En Is. 54, 10 dice: Los montes se correrán y las colinas se moverán, pero Mi amor de ti no se apartará. En Jer. 31, 3 dice: Con amor eterno Te he amado, por eso he reservado gracia para ti. Y en Is. 49, 15-16, nos dice: ¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque esas llegasen a olvidar, Yo no te olvido. Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuado. (Dios ya había inventado el tatuaje). Es desde luego una imagen, que nos da Dios, para hacernos ver que Él no puede olvidarse de nosotros, que siempre estamos bajo Su mirada, Su pensamiento. Dios no puede librarse de nosotros, porque nunca cortó el cordón umbilical que nos une a Él. Ni lo cortará, porque en Él vivimos nos movemos y existimos.

¿Os acordáis del Hijo Pródigo? A pesar de haber dilapidado toda la herencia, vuelve a casa, pero es el Padre que sale a su encuentro, lo abraza y no le hace ningún reproche, al contrario, Le devuelve la dignidad de hijo que había perdido. Y es que Dios Padre nos ama, no por lo que tenemos, sino por lo que somos, Sus hijos. Dios no pone ninguna condición, porque conoce nuestra miseria, nuestras debilidades, nuestro pecado, nuestras luchas, nuestras tribulaciones, nuestras infidelidades. Dios no nos ama por lo que hacemos, sino porque Él es nuestro Padre. Dios con Su Poder puede hacer lo que quiere, pero hay algo que no puede hacer, dejar de amarnos. No necesitamos aparentar otra cosa distinta de lo que somos, para que Dios nos ame. Nos ama como somos, con nuestras cualidades y nuestros defectos. Dios no nos ama porque seamos buenos, sino porque el bueno es El. Pero hoy, El está a la puerta de nuestro corazón, como un mendigo, y no dice: Yo el Rey de reyes llamo y espero, ámame como eres, como también Os mando, que os améis los unos a los otros, como Yo os amo, o sea sin poner condiciones, como hago Yo con vosotros.

19 noviembre 2011

Los maniqueos (III)

Francisco Javier Bernad Morales

El contraataque de la Luz se presenta en forma de una compleja lucha cosmológica en cuyo desarrollo no voy a entrar a fin de no alargarme en exceso. Me limitaré, pues, a exponer sucintamente cómo los seres humanos pueden contribuir a la separación entre ambos elementos primordiales. Para luchar contra la Tiniebla y lograr la salvación, deben transformarse interiormente, de tal manera que el “hombre viejo”, dominado por los elementos corporales, a los que corresponden los vicios, dé paso al “hombre nuevo”, asentado sobre cinco miembros: intelecto, pensamiento, discernimiento, intención y razonamiento, cuya manifestación externa son las virtudes1. Ahora bien, no se trata de una distinción que separe a los seguidores de Mani de quienes profesan otras religiones, pues la adhesión al maniqueísmo es tan solo un primer paso en el camino de la salvación. La diferenciación fundamental se encuentra dentro de las propias comunidades maniqueas: es la que se da entre electi (elegidos o perfectos) y auditores (oyentes).

Los electi han de abstenerse de las relaciones sexuales, de la carne, del vino e incluso de hacer mal a las plantas (Mani en una de sus revelaciones había percibido el dolor de las verduras al ser arrancadas por el hortelano2). Su vida exige tales condiciones de pureza y una ética tan rigurosa, que de hecho solo pueden subsistir gracias a la ayuda de los auditores, quienes deben mantenerlos con sus dones. Así, los electi pueden alimentarse con vegetales cultivados y recolectados por auditores, ya que de este modo no dañan personalmente el alma, es decir el elemento de Luz, presente en las plantas. Para los auditores queda la esperanza de reencarnarse, tras la muerte, en electi si cumplen adecuadamente con sus obligaciones.

No debemos, sin embargo, pensar en los electi como en unos aprovechados que vivían a costa de los auditores. Sin duda estos, aunque ocasionalmente pudieran sufrir ciertos abusos, ejercían una constante vigilancia sobre la conducta de los primeros, que debía regirse por unas normas estrictas de virtud, y que además no podían residir en ningún lugar de manera fija, sino que estaban obligados a viajar continuamente predicando. Como muestra el ejemplo de Agustín, los auditores no eran gentes iletradas presa fácil de embaucadores.

Mani, además de profeta, escritor, misionero y canonista, fue un organizador concienzudo, que dotó a su iglesia de una estructura jerarquizada, constituida por doce maestros (a semejanza de los apóstoles), setenta y dos obispos (recordemos los setenta y dos discípulos mencionados en Lc 10) y trescientos sesenta presbíteros3. La religión creada por Mani no solo se mantuvo en Asia Central hasta su conquista por los mongoles, sino que algunos de sus rasgos aparecen en movimientos heréticos medievales, especialmente en el de los cátaros o albigenses, quienes alcanzaron sigular relevancia en el Languedoc durante el siglo XII, aunque en este caso resulta, pese a las semejanzas doctrinales, difícil establecer relaciones de filiación con el maniqueísmo.

____________________

1BERMEJO RUBIO, Fernando, El maniqueísmo, Madrid, Trotta, 2008, p. 144

2MARKSCHIES,Christoph, La Gnosis, Barcelona, Herder, 2001, p. 147.

3Ibid, p. 152.

16 noviembre 2011

Pastoral y Eucaristía

Pilar Polo

En Tiempos Nuevos habló Su Santidad  Juan Pablo II sobre la pastoral. La pastoral no es una teoría, sino una convivencia. Las teorías son para aprenderlas de memoria. La pastoral exige la sabiduría que nace en los hombres presentes mutuamente. El conocimiento de las teorías incluso puede obstaculizar la presencia recíproca de las personas, o sea, las teorías de la pastoral pueden destruir la pastoral misma.
Sobre la pastoral se puede discutir, organizar congresos, publicar muchos documentos, pero la verdadera pastoral es el intercambio de dones entre el sacerdote y el fiel.
Para cualquier grupo de personas reunidas en la Eucaristía y celebrada por el sacerdote es movimiento eclesial. Sin la presencia de la Eucaristía, los movimientos no serían más que partidos políticos.

13 noviembre 2011

Encuentro pastoral agustiniano 2011

Carmen Sáez Gutiérrez

Como viene siendo tradición los últimos años, hemos celebrado en Valencia de Don Juan el pasado fin de semana (del 4 al 6 de noviembre) el encuentro pastoral agustiniano de las comunidades parroquiales y educativas de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas con sede en España. El objetivo no ha sido otro que crear un espacio para compartir y enriquecernos con lo diferente, con el otro, con distintas aportaciones de quienes de una manera u otra, estamos comprometidos con la pastoral. Así, otro año más, se inició la andadura, no sin antes recordar a quien ha sido durante algún tiempo el alma del encuentro y que ahora no está aquí, pues para nuestra satisfacción y orgullo es en la actualidad obispo de Iquitos (Perú): el P. Michel Olartúa.


El lema en esta ocasión ha sido “Hacia una pastoral juvenil significativa”. Después de una documentada exposición sobre  la “Pastoral juvenil en clave agustiniana” a cargo del P. Pablo Tirado, tuvo lugar un diálogo con los jóvenes, en el que ellos tuvieron la oportunidad de expresar sus inquietudes y ansias de renovación dentro de la Iglesia, desde su experiencia de fe cristiana y los adultos pudimos contrastar opiniones, también desde nuestro ser cristiano.

En todo momento se sintió la ilusión de quienes quieren afianzarse en la fe recibida, pero no sin hacer notar sus propias aportaciones de carácter innovador, fruto de los signos de los tiempos. También estaba en el ambiente una actitud de escucha  y de intercambio de sensibilidades y pareceres. Todo ello, santificado con una liturgia común: Eucaristías, laudes, oración de la tarde, dando a las celebraciones la frescura de lo nuevo, pero respetando siempre la  tradición.
La inquietud que llevó al encuentro sigue viva y está presente en todos los asistentes. En relación a cómo ser significativos para los jóvenes de hoy, esbozamos diferentes alternativas, pero aún estamos distantes de alcanzar la respuesta. Tal vez el camino sea el ya iniciado: diálogo, escucha e intercambio de experiencias de fe, saberes y sentimientos.

Otro año más, laicos y religiosos, jóvenes y mayores tuvimos la oportunidad de reforzar los lazos de amistad ya establecidos. Desde aquí queremos dar las gracias al P. Ángel Andújar por la organización y a la comunidad de agustinos de Valencia de Don Juan por la acogida y el trato recibido. ¡Hasta el año que viene!


Pulsa aquí para ver fotografías del encuentro

11 noviembre 2011

Fe nueva

Clara Rodríguez

Sentía que mi fe se había estancado,
ha mucho tiempo que `pensaba igual,
juzgaba a Dios por todos los fracasos,
míos o ajenos, del mundo en general.

¿Por qué permite tantas injusticias?
¿Qué hicieron ellos para estar tan mal?
Abusos, hambre, discriminación,
y no haces nada para remediar.

Buscaba en ti la magia del poder,
maná para todos los hambrientos,
parar el huraán, domar el mar
y que ablandarás duros sentimientos.

Y yo, -¿qué puedo hacer?- me preguntaba.
Si Él no lo hace, menos puedo yo.
Hasta que descubrí que si le dejo
Él me utiliza y hace su labor.

Hoy me descubro rezando sin rezar.
Observo fallos en toda mi oración
Pues quiero que actúes por tu cuenta
Y Tú reclamas también mi intervención.

Pongo en tus manos, Señor esta fe nueva.
Camino torpe aún, como un bebé,
y como tal, confío en que mi Padre
no me abandone si tengo que caer.

Aquí me tienes, Señor: soy tu instrumento.
Para lo que quieras, úsame.
Ya sé que no me obligas si no quiero,
pero hay tanto, tanto por hacer…

No quiero ser pasiva ante el dolor,
y reprocharme no haber hecho nada.
Si en algo sirvo, héme aquí, Señor.
Estaré atenta por si oigo tu llamada.


10 noviembre 2011

Armonía entre fe y razón

De la homilía pronunciada por Benedicto XVI el 30 de enero de 2008

“…Estas dos dimensiones, fe y razón, no deben separarse ni contraponerse, sino que deben estar siempre unidas. Como escribió san Agustín tras su conversión, fe y razón son “las dos fuerzas que nos llevan a conocer” (Contra académicos, III, 20, 43). A este respecto, son justamente célebres sus dos fórmulas (cf. Sermones, 43, 9) con las que expresa esta síntesis coherente entre fe y razón: crede ut intelligas ("cree para comprender”), creer abre el camino para cruzar la puerta de la verdad, pero también y de manera inseparable, intellige ut credas (“comprende para creer"), escruta la verdad para poder encontrar a Dios y creer.
Las dos afirmaciones de san Agustín expresan con gran eficacia y profundidad la síntesis de este problema, en la que la iglesia Católica ve manifestado su camino. Históricamente esta síntesis se fue formando, ya antes de la venida de Cristo, en el encuentro entre la fe judía y el pensamiento griego en el judaísmo helenístico. Sucesivamente, en la historia, esta síntesis fue retomada y desarrollada por muchos pensadores cristianos. La armonía entre fe y razón significa sobre todo que Dios no está lejos de nuestra razón y de nuestra vida; está cerca de todo ser humano, cerca de nuestro corazón y de nuestra razón, si realmente nos ponemos en camino.

San Agustín experimentó con extraordinaria intensidad esta cercanía de Dios al hombre. La presencia de Dios en el hombre es profunda y al mismo tiempo misteriosa, pero puede reconocerse y descubrirse en la propia intimidad: no hay que salir fuera -afirma el convertido: “vuelve a ti mismo. La verdad habita en lo más íntimo del hombre. Y si encuentras que tu naturaleza es mudable, trasciéndete a ti mismo. Pero, al hacerlo, recuerda que trasciendes un alma que razona. Así pues, dirígete adonde se enciende la luz misma de la razón” (De vera religione, 39, 72). Con una afirmación famosísima del inicio de las Confesiones, autobiografía espiritual escrita en alabanza de Dios, él mismo subraya: “Nos hiciste, Señor para ti y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti” (I, 1,1).

06 noviembre 2011

Los maniqueos (II)

Francisco Javier Bernad Morales

Según Hans Jonas (1), Mani fusionó en su doctrina elementos cristianos, zoroastrianos y budistas, a los que cabría sumar, según otros autores, quizá cierta influencia jainista (2). No obstante, no debemos considerar su religión como una amalgama de elementos diversos. Se trata, al contrario, de un conjunto original y bien articulado. El profeta babilonio se consideraba a sí mismo como la culminación de una revelación de la que en menor medida habían participado los patriarcas, Zoroastro, Buda, Jesús y Pablo. En este sentido, vendría a ser el sello de los profetas, un concepto que, referido a Mahoma, pasó más tarde al islam. Al contrario que sus predecesores y su continuador, Mani fue plenamente consciente de que debía dejar escritas sus enseñanzas, si quería evitar que estas fueran alteradas por sus seguidores. Se mostró, pues, no solo como un infatigable misionero, sino como un escritor prolífico y también como un compilador del canon de las escrituras sagradas. En este incluyó no solo sus propios libros, sino también parcialmente los evangelios de Mateo y de Lucas, así como las epístolas de Pablo. En la estela de Marción (3), rechazó el carácter inspirado del Tanaj (Antiguo Testamento).

Como se ha señalado más arriba, Mani no pensaba ser el creador de una doctrina, sino el vehículo a través del cual se había expresado en plenitud la revelación. Esta le habría sido comunicada por su gemelo celestial, un ser de naturaleza angélica, que representaría la dimensión de Mani no vinculada al cuerpo (
4).

Ahora bien ¿en qué consistía este culmen de la revelación? La doctrina expuesta por Mani es radicalmente dualista. Ante el problema del mal que, desde el libro de Job, tanto ha desconcertado a los seres humanos, su respuesta es simple. Desde la eternidad han existido dos principios antagónicos: la Luz y la Tiniebla, cada uno de los cuales tiene su ámbito en el universo. Uno y otro se ignoraban, pero en un momento dado entraron en contacto. La Tiniebla atisbó el mundo de la Luz y sus fuerzas maléficas, hasta entonces en continua discordia entre sí, se unieron para atacarlo. El resultado fue que partículas de Luz quedaron atrapadas en medio de la Tiniebla. Por eso en el mundo se dan el bien y el mal mezclados. En este esquema, que no se concibe como mito, sino como relato de algo realmente ocurrido, la tarea de salvación consiste en liberar a la Luz y contribuir, por tanto, a restablecer la radical separación entre ambos principios.

En la próxima entrega examinaremos qué acciones deben realizar los seres humanos para que el Universo retorne a la situación original.

____________________________
1 JONAS, Hans, The Gnostic Religion, cap. 9.
http://es.scribd.com/doc/17043821/Hans-Jonas-Gnostic-Religion

2 El jainismo es una religión surgida en la India. Lo que Mani pudiera haber tomado de él se refiere sobre todo a ciertas normas de conducta, tales como el vegetarianismo, pero este pudiera haberse adoptado de manera independiente. BERMEJO RUBIO, Fernando, El maniqueísmo, Madrid, Trotta, 2008, p. 47.

3 Marción fue un gnóstico del siglo II.

4 BERMEJO RUBIO, Fernando, El maniqueísmo, Madrid, Trotta, 2008, p. 48.

03 noviembre 2011

Al final de la vida

Carmen Sáez Gutiérrez

SIMÓN PARDO, J. Al final de la vida. Verdades eternas. Ed. Palabra. Madrid, 2008, 19 x 12, 292 pp.

Jesús Simón, sacerdote, historiador y conferenciante, nos invita en este libro a meditar sobre la muerte, el juicio final, el temor de Dios, el purgatorio, el cielo y el infierno y a poner nuestra esperanza en la Virgen María como puerta del cielo. Todas ellas son realidades a las que es difícil poner palabras. El autor, además de expresar sus consideraciones con cierto valor, pues consciente de que está hablando de verdades que, a pesar de formar parte de nuestra existencia, no están presentes en la mayoría de las homilías, se ayuda de textos seleccionados de la literatura cristiana de todos los tiempos para expresar sin temor la doctrina de la Iglesia Católica.

Considera que, si bien Dios es eternamente misericordioso y nos ama con un inmenso Amor de Padre, es cierto también que al final de nuestros días tendremos, de alguna manera, que rendir cuentas ante Dios de nuestra vida y que después unos podrán alcanzar la plenitud eterna al lado del Padre, otros tendrán que purificarse para alcanzar la luz de la gloria y finalmente, otros se excluirán, al permanecer alejados de Dios, pues el infierno no es otra cosa que la autoexclusión del reino de Dios por el empeño en continuar distantes de Él. Finalmente, el autor nos presenta a María como Madre de Dios que intercede por todos nosotros y nos ofrece la llave de la eternidad junto a Él.

No es un libro fácil de leer, no por el estilo que es claro y sencillo, sino por el contenido que interpela continuamente, pues surgen interrogantes sobre estas verdades eternas, tal vez por el deseo de sentirnos todos salvados por el Amor divino, pero, sin duda, si Dios es eternamente misericordioso, también es justo y es difícil imaginar en un mismo estado a personas como Edith Stein y Hitler o Stalin.

01 noviembre 2011

Santa Rita de Casia, una hermana en la fe

José, Párroco

Después de treinta años de vida de la Parroquia cumplimos el sueño de contar con una imagen de Santa Rita.
Las imágenes son mediaciones, simples mediaciones del Único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, a Él adoramos, a Él escuchamos, a Él reconocemos, a Él amamos como nuestro Salvador.

Los Santos son modelos de espiritualidad que acercan una forma concreta de vivir el Evangelio.
Pregúntate, como amigo/a de Santa Rita, ¿Cómo te ayuda su vida y su ejemplo a vivir mejor la fe en Jesucristo y la comunidad eclesial?
Santa Rita llega a la Parroquia como una hermana mayor en la fe.
Le damos la bienvenida desde la devoción y la acogemos en la fraternidad agustiniana que nos une.
De la piedad y devoción a ella, esperamos el fortalecimiento de nuestra vida cristiana y la intercesión de su santidad. A ella, encomendamos también la vivencia de la comunión parroquial.
Cada día veintidós de mes, celebramos misa votiva en su honor, siempre que litúrgicamente sea posible. Es meta ir fortaleciendo la formación de un grupo dinámico de amigos de su patrocinio. Todos estamos invitados a conseguirlo.