09 enero 2014

Dame Señor

Santo Tomás Moro

Dame, Señor, un poco de sol,
algo de trabajo y un poco de alegría.
Dame el pan de cada día, un poco de mantequilla, 
una buena digestión y algo para digerir.
Dame una manera de ser que ignore el aburrimiento, 
los lamentos y los suspiros.
No permitas que me preocupe demasiado
por esta cosa embarazosa que soy yo.
Dame, Señor, la dosis de humor suficiente 
como para encontrar la felicidad en esta vida 
y ser provechoso para los demás.
Que siempre haya en mis labios una canción, 
una poesía o una historia para distraerme.
Enséñame a comprender los sufrimientos
y a no ver en ellos una maldición.
Concédeme tener buen sentido,
pues tengo mucha necesidad de él.
Señor, concédeme la gracia,
en este momento supremo de miedo y angustia,
de recurrir al gran miedo y a la asombrosa angustia 
que tú experimentaste en el Monte de los Olivos
antes de tu pasión.
Haz que a fuerza de meditar tu agonía,
reciba el consuelo espiritual necesario
para provecho de mi alma.
Concédeme, Señor, un espíritu abandonado, 
sosegado, apacible, caritativo, benévolo, dulce y compasivo.
Que en todas mis acciones, palabras y pensamientos 
experimente el gusto de tu Espíritu santo y bendito.
Dame, Señor, una fe plena, 
una esperanza firme y una ardiente caridad.
Que yo no ame a nadie contra tu voluntad, 
sino a todas las cosas en función de tu querer.
Rodéame de tu amor y de tu favor.





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