04 octubre 2012

Oración

Cardenal Cushing

Querido Dios:
Ayúdame a ser un buen deportista en el juego de la vida.
No te pido que me pongas en un lugar cómodo o fácil.
Colócame donde tú más me necesites.
Sólo te pido que pueda darme a fondo y plenamente,
Con todo lo que tengo, puedo y soy.

Ayúdame a aceptar los malos ratos como parte del juego.
Que siempre juegue limpio, sin importarme lo que hagan otros.
Que estudie bien el Libro, de modo que conozca las reglas.

Finalmente, Señor, si el desarrollo normal de los sucesos
va en contra mía, si tengo que sentarme en el banco de la espera,
por enfermedad o por edad avanzada,
que acepte todo esto, también como parte del juego.
Y que cuando llegue el final de la carrera no te pida laureles o trofeos.
Todo lo que deseo es estar convencido sinceramente
de que jugué lo mejor que pude, y de que nunca te dejé a Ti, Señor, en mal lugar.

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