09 octubre 2012

A través de las tinieblas

Cardenal  Newman


A través de las tinieblas que me rodean
condúceme Tú, siempre más adelante.

La noche es oscura
y estoy lejos del hogar:
condúceme Tú, siempre  más adelante.

Guía mis pasos.
No puedo ver ya
lo que se dice ver allá abajo:
un solo paso cada vez
es bastante para mí.

Yo no he sido siempre así,
ni tampoco he rezado siempre
para  que Tú me condujeras.
Deseaba escoger y ver mi camino; pero ahora
condúceme Tú, siempre más adelante.
Ansiaba los días de gloria y, a pesar de los temores,
el orgullo dirigía mi querer.

¡Oh!, no te acuerdes de esos años que pasaron ya.
Tu poder me ha bendecido tan largamente
que aún sabrá conducirme siempre más adelante
por el llano y por los pantanos,
sobre la roca abrupta y el bramar del torrente,
hasta que la noche haya pasado
y me sonrían en la mañana
esas caras de ángeles,
que había amado hace tanto tiempo
y que durante una época perdí.

Condúceme Tú, siempre más adelante.

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