20 julio 2012

Felices los que provocan la esperanza

Antonio Alonso
Felices los que provocan la esperanza porque no se encontrarán con calles ciegas. Felices los que no aceptan el miedo, porque al otro lado del miedo está el futuro. Felices los que esperan cuando la desilusión crece a su lado, porque su ilusión dará vigor a los que siguen caminando.
Sí,
provocadores de la esperanza.
comadronas de fe,
en la mañana,
en la fuerza del hombre,
en la ayuda de Dios,
en la mano del amigo,
en la gente de cualquier país y toda raza.
Hacer nacer una esperanza cada vez que el alba resbala sobre el rocío mañanero. Decir sí a las horas venideras, a pesar de todo. Dar pasos hacia adelante. Y para provocarla hay que soñar con ella. Hacerla posible en la imaginación. decirse muchas veces a sí mismo.
siempre es posible más,
siempre más alto,
siempre queda algo por hacer,
siempre hay un corazón que espera,
siempre...
Y es que sucede así.
El que espera anda con los ojos abiertos.
Por eso encuentra lo que busca.
Esperar no es vender sueños baratos, sino crear condiciones para que algo sea. Dar a acicates para resistir el viaje. Impulsar el mañana cuando el hoy termina.
Y mantener esa esperanza con paciencia.
Mantenerla. Que hacerla nacer es fácil, pero no tanto conservarla. Mantenerla,
para no cansarse la rutina diaria,
para creer en ella cuando "se está viendo" lo contrario,
para despegar contra toda esperanza,
para correr con paciencia,
para no defender murallas sino abrir puertas y tomar la brújula,
para darse la mano y defenderse;que las ilusiones y las desilusiones no pasan siempre por el mismo paralelo...
Sabiendo que habrá que vencer muchos miedos. Y no dejarse sobornar por embaucadores. Y creer en el más allá de cada uno.
Porque cada uno tiene su propio "más allá" y así debe aceptarse, y prevenir la angustia y el miedo del hermano, porque el miedo es libre, como siempre se ha dicho. Pero creando estímulos para confiar en el paso siguiente a fin de poder dar el nombre de hoy a lo que aún es mañana.
Ante el miedo no os asustaréis.
Pero ante el miedo tampoco os crearéis complejos. Porque solo "pasan" del miedo
los estúpidos ante una auténtica dificultad,
los aventureros ante el peligro razonable,
los calculadores ante el riesgo que supone andar.
Vosotros seréis de los que no tiemblan a solas ni alardean en público, de los que no crearéis pánico ni haréis de agoreros impenitentes. Simplemente seréis los que esperáis porque creéis. Y entonces...
Solo entonces sabréis que provocar esperanzas os alejará de encontraros en vías ciegas. Y no habrá ya muros imposibles.
Porque la esperanza hace saltar las vallas.
está por encima de la rutina y los intereses,
sale de la prisión de lo ya hecho y de la copia,
deja huellas por si hace falta retornar,
inventa soluciones para los imposibles,
hace caminos y "ve" atajos que nadie más adivina,
sabe que "más allá" del muro y de las nubes de la noche y la tormenta,
renacen los días y hay panorama sin estrenar para que siga caminando.
Felices vosotros.
Todo irá caminando a su vera.


ALONSO ALONSO, Antonio.Bienaventuranzas y lamentos para tiempos difíciles Colección Nueva Alianza..nº 96 Ediciones Sígueme, Salamanca, 1986 

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