01 abril 2013

Los hijos de Herodes (y 2 Herodes Antipas)

Francisco Javier Bernad Morales

Herodes Antipas heredó los territorios de Galilea y Perea sobre los que gobernó como tetrarca  entre el 4 a.C.. y el 39 d.C. Al inicio de su gobierno, al igual que su hermano Arquelao hubo de hacer frente a importantes disturbios a los que puso fin la intervención del legado de Siria, Publio Quintilio Varo. Restablecida la calma tras una dura represión, pudo entregarse a la reconstrucción de las ciudades más dañadas, Séforis y Emaús, y a la edificación de una nueva capital, Tiberíades, a orillas del mar de Galilea.

Antipas dio muerte a Juan el Bautista, según Josefo, porque temía que la influencia de este sobre la multitud produjera una revuelta[1]. No vincula, al contrario del Evangelio, este episodio con el escándalo del matrimonio con Herodías, aunque sí presenta a Juan como un hombre justo que predicaba la virtud, además de indicar que realizaba un bautismo de purificación. Sí menciona, en cambio, que algunos judíos interpretaron la derrota del ejército de Antipas ante Aretas IV, como un castigo divino por el crimen cometido con el Bautista.

Conviene que examinemos los hechos con algún detenimiento. Antipas se había casado con una hija del rey nabateo Aretas[2], pero de camino a Roma se enamoró de Herodías, esposa de su medio hermano Herodes Filipo[3] e hija de Aristóbulo[4], otro medio hermano. Era, pues, a la vez su sobrina y su cuñada. Ambos quedaron de acuerdo en abandonar a sus cónyuges y contraer matrimonio cuando él regresara  a Galilea. Esta conducta fue ampliamente desaprobada por los judíos piadosos, entre los que se contaría Juan. Por otra parte, Aretas, cuya hija se había refugiado junto a él, decidió vengar la afrenta e invadió el territorio de Antipas, ocasionándole una grave derrota. La intervención de Lucio Vitelio[5], legado de Siria, le obligó, no obstante, a retirarse. Por Josefo sabemos que Herodías había tenido de su anterior matrimonio una hija llamada Salomé. Sería esta la que, según el Evangelio, danzó ante Herodes y pidió la cabeza de Juan. Posteriormente, se casó con su tío abuelo, el tetrarca Filipo.

El Evangelio de Lucas, menciona el interés de Antipas por ver a Jesús:

A Juan lo decapité yo: ¿quién es este, del que oigo esas cosas?
E intentaba verlo (Lc 9, 9).

El contexto parece indicar que Herodes Antipas teme que la muerte de Juan no haya bastado para conjurar el peligro de una sedición. Algo más adelante, se precisan las intenciones del tetrarca:

En aquella hora se le acercaron algunos fariseos [a Jesús] a decirle: “Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte” (Lc 13, 31).

Por último, Antipas está presente en Jerusalén en el momento del prendimiento de Jesús y, dado que este es galileo, Pilato lo hace comparecer ante él, quien, tras someterlo a un interrogatorio en el que no obtiene respuesta, se enfurece  y, tras insultarlo, lo devuelve al prefecto[6] (Lc 23, 8-12).

La caída de Antipas se produjo, según Josefo, como consecuencia de desavenencias familiares.  Herodes Agripa, hermano de Herodías, tras pasar la juventud en Roma, había vuelto agobiado por las deudas, y su cuñado lo había acogido de manera un tanto displicente, como a un pariente pobre, por lo que pronto retornó a Roma, donde se hizo amigo íntimo de Cayo[7], el sobrino de Tiberio.  Al acceder este al imperio, tras la muerte de su tío, Agripa se vio colmado de honores, lo que motivó los celos de Herodías, quien convenció a su marido de que se presentara ante el nuevo emperador para solicitar el título real. Se encontraron, sin embargo, conque Agripa había enviado una carta a Cayo en que acusaba a Antipas de haber participado años atrás en la conjuración de Sejano contra Tiberio y de estar en connivencia con los partos. Por ese motivo, Cayo depuso a Antipas y lo desterró a Lugdunum (Lyon) en la Galia (39 d. C.), donde murió al poco tiempo. Sus territorios pasaron a Agripa, quien además en el 41, sería nombrado rey de Judea por Claudio.

Agripa aparece en los Hechos de los Apóstoles, como autor de la muerte de Santiago el de Zebedeo (Hch 12, 2). En el 44 enfermó de manera repentina y murió a los pocos días[8]. Ante este hecho, el emperador Claudio hizo que Judea pasara de nuevo a ser administrada de manera directa por Roma.




[1] JOSEFO, Flavio, Antigüedades de los judíos, XVIII, V, 2
[2] Los nabateos constituían un reino árabe vasallo de Roma, con capital en Petra.
[3] No debemos confundirlo con otro hermano, Filipo, tetrarca de Traconítide, Auranítide, Gaulanítide y Batanea.
[4] Hijo de Herodes el Grande y de Mariamne, muerto por su propio padre.
[5] Padre del emperador Aulo Vitelio.
[6] Como señalé en la entrega anterior, el título que en aquel momento corresponde al gobernador romano de Judea, es el de prefecto. Solo a partir del 44 d. C., ya bajo Claudio, se le da el de procurador.
[7] Conocido como Calígula.
[8] Hechos de los Apóstoles 12, 22 y JOSEFO, Flavio, op. cit. XIX, VIII, 2. Ambos textos sitúan el hecho en Cesarea después de que la multitud le hubiese aclamado como un dios, aunque difieren al describir la enfermedad, cubierto de gusanos en Hechos y afectado por fuertes dolores abdominales en Josefo.

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